Capítulo 18: APENAS COMIENZA LA NOCHE

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Después de su conversación y tras bajar de la barca, Agustín e Iris decidieron seguir explorando el Retiro.

—¿Qué te parece si vamos al Palacio de Cristal? No creo que haya mucha gente a estas horas, estaremos tranquilos —sugirió Iris.

—¡Dale, obvio! —contestó Agustín, rodeándola con un brazo.

Caminando juntos, disfrutaron de la belleza del entorno hasta llegar al Palacio de Cristal. Las luces del atardecer se reflejaban en el vidrio, creando una atmósfera mágica.

—Este lugar es increíble —dijo Agustín, maravillado por la vista.

Tras grabar la película, la apreciación de Agustín por las pequeñas cosas de la vida había crecido aún más. La experiencia de encarnar a un superviviente le hizo entender el valor de cada momento y cada detalle que antes solía pasar por alto.

—Es uno de mis lugares favoritos en Madrid. Tiene algo especial, ¿no crees? —dijo Iris asintiendo.

Agustín aprovechó la tranquilidad para abrirse un poco más.

—Quería agradecerte por traerme acá. Y también... —hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas—, por hacerme sentir tan cómodo hablando de todo lo que llevo dentro. No suelo hacerlo con facilidad.

Iris le respondió con una sonrisa sincera. Al salir del Palacio de Cristal, caminaron por el parque. De repente, escucharon música en la distancia. Siguiendo el sonido, llegaron a un claro donde un grupo de músicos callejeros tocaba canciones. Había una pequeña multitud reunida, disfrutando del concierto improvisado.

—¡Mira, un concierto! —exclamó Iris con entusiasmo.

—Vamos a escucharlo —dijo Agustín, que era artista en todos sus sentidos, apasionado de la música, pues cantaba y tocaba la guitarra estupendamente.

Se sentaron cerca de los músicos, y se dejaron envolver por la música. En un momento comenzó a sonar "Lost on You" de LP.

—No puedo creer que también te guste esta canción —dijo Agustín, mirando como Iris comenzaba a tararear la melodía.

—Me encanta! La escuché tanto durante una época que me la sé de memoria —respondió Iris entusiasmada.

Mientras los músicos tocaban sus últimas canciones, Agustín se inclinó hacia Iris y susurró:

—Este día estuvo buenísimo. Gracias por mostrarme un lado tan bonito de Madrid.

Iris lo miró a los ojos y sonrió.

—Gracias a ti por estar aquí y hacerlo especial.

Se quedaron en silencio, disfrutando del momento y de la música que llenaba el aire. Con la caída de la noche, las luces del parque se encendieron. Era casi la hora de cenar y como Agustín sabía que Iris lo pasó bien la otra noche con los chicos del cast, preguntó por el grupo de actores qué plan llevaban.

—Qué plan tienen para la cena? —escribió Agus.

Juani, Pau, Della y Matías respondieron casi a la vez.

—Pizza y peli en el hotel. Básico pero efectivo —dijo Juani.

Pau Baldini también contestó rápidamente:

—Sushi y unas cervezas. No es cena gourmet pero zafa!

Della comentó:

—Hamburguesas y papas, no estamos para complicarnos

Matías, siempre a su ritmo, agregó:

—Tapas y vino. Algo tranqui para no hacer mucho lío.

—Che, lo único que tenemos claro es que queremos cenar —dijo Jero viendo el panorama.

más allá del deseo || agustin pardella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora