06.

733 54 5
                                    

Sorpresa, eso es lo que sentía pero no dije nada, otra vez me quedé sin palabras, no me convenía hablar pero yo sabía que no estaba jodiendo, no hable en todo lo que fui, no dije nada de lo del Hernán, me fui temprano con una excusa barata

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sorpresa, eso es lo que sentía pero no dije nada, otra vez me quedé sin palabras, no me convenía hablar pero yo sabía que no estaba jodiendo, no hable en todo lo que fui, no dije nada de lo del Hernán, me fui temprano con una excusa barata.

Ya era de noche, había estado desde la mañana hasta casi toda la tarde con el Kiru y con esas noticias más esto, me había dejado sin palabras, miraba el techo aún sin saber que hacer, que pensar o el qué podría pasar.

Varias personas que quiero están en juego, lo del Hernán, Kiru y ahora esto de la China y Jorge. Sabía que no era algo delicado, la cara de Anabella completamente combinada en la sorpresa y desesperación decían todo lo que ella dijo en pocas palabras, solo que deseaba no sea lo que pensaba.

Sería increíble que todo volviera a la normalidad, que Cochi pareciera el marido de Jorge porque estaban juntos probablemente hasta cagar y que siguieran haciendo cosas copadas en lo del Cochi, así lo veía antes pero que ahora todo esto pasara, solo me hacía morir en la realidad.

El sueño por fin hizo efecto y pude dormir sin usar nada, mi hermano se alegraría al saberlo pero mi hermano ya no está vivo.

  ⃝💤

Me desperté con dolor de cuello, quería seguir durmiendo pero me acordé que Kiru ya se iba, me levanté y mire la hora del reloj.

Me puse un top azul oscuro y me dejé el short deportivo que tenía. Casi que salgo corriendo al ver la hora pero prefería dudar, llegué y como pensaba, no estaban, solo estaban Carlos, Chito y Segundo que ya se estaban por ir.

— Te estaba esperando pero como no venías, se fue. — expulsó con sinceridad, Carlitos, Segundo le pegó en el hombro.

— Igual podés ir antes que se vayan, no deben estar tan lejos. — me intento motivar.

Asentí, pero sabía que no podía hacer nada, anda saber dónde ya estaban. Había desperdiciado mi último día con él, quizá si me hubiera despertado más temprano hubiera podido verlo pero esta vez no fue el caso.

Ahora solo era yo y mis bolsitas por la vida, conocía a Kiru y no me iba a llamar ni aunque eso dependiera su vida, bueno, en ese caso sí.

Volví a mi casa, rezando que no me llegarán a robar porque si eso pasaba ya estaba para pegarme un tiro, una suerte de mierda.

En la puerta de mi casa estaba Jorge, me hubiera ido y no vuelto a casa hasta que se vaya pero sus ojos se dirigieron a mi y un escalofrío en todo mi cuerpo apareció.

Camine hasta la puerta pero mientras más avanzaba más de algo me daba cuenta, él ya no era el Jorge que yo conocía, nadie me lo estaba diciendo pero lo sentía, algo me decía que tenía que irme de ahí.

Antes de que pudiera hablar lo interrumpí, tenía que sacarme esta duda. — ¿Estás haciendo alguna boludez que Cochi no sabe?

Se quedó en silencio, sabía que algo estaba haciendo, tenía que averiguar el qué, tenía que salvarlo, no pude salvar al Pincha de nada, tenía que salvar a Jorge.

— Entremos adentro mejor. — respondió por fin, apuntando que abra la puerta.

— Jorgi, sos más que esto.

No respondió, seguía mirando el piso ni siquiera tenía la dignidad para mirarme a la cara, abrí la puerta y entramos.

Un silencio abordo toda la casa, solamente estaba sentado replanteándose las cosas o eso parecía, apoyé mi cabeza en su hombro y noté como me miraba.

— Dale decime, ¿Qué vas a hacer? — respondí y él chasqueo la lengua.

— Sos una rata, solo haces esto para que te diga.

— Si, ¿Me vas a decir?

Levanté mi cabeza y lo miré, chocamos miradas de nuevo, no pude evitar abrazarlo. Desde que era pendeja me gustaba escuchar el como latía el corazón de Jorge siempre latía fuerte o por lo menos eso sentía yo cuando lo abrazaba.

Le costó unos segundos reaccionar pero me cubrió con sus brazos por fin

— No te voy a decir nada, vos te vas a mandar cualquier cagada, no estas ni en esa. — respondió acariciando mi pelo.

— ¿Pero por qué se lo decís a más gente y no a mí? ¿Qué problemas tenés conmigo?

— Sos una pendeja todavía.

— Nos llevamos dos años no más, ¿Cómo que pendeja? — contestó para luego volver a interrumpirlo. — aparte no te hagas, si tenés algunos clientes que son pendejos y no decís nada.

Se quedó callado, sentía como su cuerpo se tensó al mencionar eso pero no me dijo nada, jugué con su trencita intentando molestarlo pero no decía nada.

Hice un movimiento brusco sin querer y soltó un jadeo agarrándome de la cintura para pararme.

— Para, no seas tan brusca.

Entendí todo y me paré un segundo, sentía como mi cara se calentaba por la vergüenza, ¿Qué estaba haciendo? Me separé del abrazo y lo mire, estábamos más cerca que antes.

— Che, te tengo que decir alg- — una voz lo interrumpió.

— ¡Luna, te venimo' a acompañar para que no te sientas mal por lo del Kiru!

— ¡Luna, te venimo' a acompañar para que no te sientas mal por lo del Kiru!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.   ˙  ﹙! ! ﹚゚
862 palabras.

HOLAA, perdón, quedé re desaparecida pero es que tuve algunos problemas sumando el bloqueo, ya no sabía que hacer pero no se preocupen que a lo mejor volví, quién sabe. ¿Les gustó este capítulin? Algo corto diría yo, a lo mejor los capítulos sean más cortos por el poco tiempo que tengo pero igual les juro que voy a tratar que estén buenos a pesar de lo poco.

Voten y comenten si pueden porque me ayudan una banda, re choto decir esto ya sé y nada, nos vemos pronto. 💗

"Vos y yo" - El KiruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora