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La música sonaba en todo el palacio, las mujeres bailando y sonriendo. Era una hermosa tarde llena de felicidad.

Aunque bueno, no del todo.

Wonyoung en donde está tu hermano ¿Por qué no viene? —habla la madre.

—Esta en su habitación madre, triste. No quiso venir con nosotros.

Tu quédate aquí, yo iré por el. — la princesa asiente y con ello la Reina se pone de pie. Todos los presentes paran todo y se ponen de pie reverenciando a su majestad.

Sunoo se encuentra sentado en el sofá con su pañuelo en manos, su llanto había sido silencioso hasta ahora.

Sus ojos no descansaban ni un solo segundo de las lágrimas, y eso dolía... Pero no tanto como el nuevo dolor en su corazón.

Sunoo, hijo. Me entristece mucho verte así ¿Cuando acabarás con este luto? ¿Que no has llorado lo suficiente por ese traidor?

—El no es el motivo... Lloro por haber sido tan ciego madre... He vivido, una mentira todo este tiempo. —la madre lo mira confundida — Me di cuenta que me traicionó durante años.

—¿Traicionandote?

—La vi yo mismo... —de sus ojos comienzan a salir más lágrimas— Mi esposo tenía otra mujer... Hasta tuvo un hijo con ella.  Además de la nuestra, tenía otra familia con ella...

—Shhh... Todo tiene su lado bueno hijo. Por fin descubriste lo desleal que era — extiende sus brazos y con ello toma a su hijo entre estos— Está bien, no estés triste

Así se mantuvierom durante varios minutos, y después horas... Para cuando se dio cuenta, se había quedado dormido. Ya era de noche, durmió toda la tarde que nisiquiera recordaba la hora de la cena. Al menos así... Oído tranquilizar un poco su corazón.

Pero no durante mucho tiempo. El dolor del recuerdo le vuelven a herir. Primero... Su esposo fue ejecutado... Después, su esposo tenía otra mujer, otro hijo, otra familia... Todo se estaba juntando y el no sabía ni como lidiar con esto.

Quizá fue por eso que una de sus doncellas le había preparado un remedio, o más bien, un tranquilizante. Cómo mucho debía tomar 2 cucharadas y dormiría y descansaría durante unas horas, ahora que había despertado, su dolor regresaba.

Lo único que quería era seguir durmiendo y soñar una nueva vida en donde pudiera ser feliz, volver a sonreír nuevamente.

Bebió la primera cucharada.

Después una segunda.

Y una tercera.

Para cuando estaba por beber la cuarta, justo iba entrado Wonyoung.

¿Qué estás haciendo? —rapidamente se acerca tomando el frasco de sus manos.

Wonyoung devuélvemelo, no te metas.

—Esto no te hace bien. No te mejora, solo te hace dormir.

Se queda en silencio. Sus ojos arden intentando evitarlo nuevamente — Lo sé pero lo necesito. —sus palabras salen quebradas al borde de las lágrimas. — Siento mucho dolor ¿No lo entiendes? No puedo seguir mi vida como si nada hubiese pasado.

—Tienes que hacerlo —mentiría si dijera que no se sentía terrible por su hermano— Te admiro desde que era una niña, asombrábas a todos con tu elegancia y cuando te aparecías. El mundo se detenía y todo giraba en torno a ti. No te voy a mentir, tenía celos de ti —se acerca abrazando a su hermano— Eras muy hermoso, siempre quise tener tu belleza cuando creciera.

Lack of luck, right? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora