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Wonyoung caminaba de un lado a otro esperando ansiosamente. Por una parte, estaba nerviosa y por otra, temía que Sunghoon nunca llegase.

Pero ¡Boala! Sunghoon aparece.

Princesa —reverencia — Dijo que era urgente ¿Pasa algo?

—No estoy bien, Sunghoon. —habla de inmediato— Tanto mis días como mis noches son una pesadilla. Ni siquiera puedo dormir, por días me he preguntado porqué es así , cuál es el significado de estos sentimientos —Lleva su mirada hasta encontrar los ojos de Sunghoon y se toma el atrevimiento de tomar su mano y guiarla hasta su pecho —¿Puedes sentirlo? Late tan intensamente, no siento mis pies en la tierra. Es como... Si estuviera flotando.

—Princesa... Lo que siente es peligroso. Puede llevarla a un abismo profundo —intenta no sonar tan duro, y aún mencionandolo, intenta mostrar una sonrisa.

Eso ya lo sé — muestra aún más entusiasmo— Pero no me da miedo caer en él, Sunghoon ¿Y a ti?

Sus ojos brillan en espera de su respuesta, ambos están muy cerca, quizá para alguien que los viese, podría pensar algo que no es correcto.

A lo lejos comienzan a sonar pasos y pronto:

Viene alguien,  princesa.

Esta se aleja rápidamente y corre a esconderse.

Estaba estrictamente prohibido, que una princesa y un hombre se encontraran. Sería m visto, aún más, tomando en cuenta que era de noche y estaban en un lugar, bastante aislado.

Sunghoon, lo estaba buscando —llega un guardia corriendo— Nuestro majestad fue atacado en el puerto.

No termina mi bien de respirar el guardia y Sunghoon ya se está llendo lo más pronto posible. Su responsabilidad... Es mantener al Rey sano y salvo.

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Madre —emtra Sunoo a la habitación de mientras se reverencia.

¿Dime?

—Si me lo permites... Me gustaría ir a mi palacio.

Su madre de inmediato voltea —¡Sunoo cuántas veces tengo que decírtelo! Saca eso de tu cabeza, te quedarás aquí conmigo.

Nuevamente esa sensación de tener las lágrimas al borde se hacían orecentes. Pero no, ahora no era el momento de seguir llorando, intentando reprimir las lágrimas, habla — De ser así... Me gustaría recoger algunas de mis cosas preciadas.

—Mh ¿Y por qué quieres ir tu? Podemos enviar a las doncellas a recogerlas.

—Me perteneció, fue mi hogar madre. Durante años... Tuve una vida feliz allí, con mi hijo, y junto a mi esposo de quién no me pude despedir. No esperaba que me pasara esto... Al menos déjame hacer eso, al menos déjame ver mi hogar por última ves... Eso te pido. —su vos sale baja y decaída.

Esta bien... Pero Jihyo te acompañará.

No responde y solo baja la cabeza y reverencia en forma de "si"

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La mansión estaba llena de los guardias y donsellas, todas tomaban cosas y las guardaban en cofres. Sunoo se encontraba mirando lo que fue su hogar, las paredes se encontraban ya polvosas, el brillo de los candelabros ahora era opaco.

Lack of luck, right? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora