Lack of luck, right?

09

Y al parecer... Wonyoung no se rendiría.

—¿Así que viniste aquí para escaparte?

Desde muy temprano, estuvo buscando a Sunghoon, sin embargo no lo encontraba, hasta que apareció finalmente en los establos.

—Soy yo quien debería escapar de ti. Siento dolor cada ves que te veo. —sunghoon no muestra expresión alguna— Desde ayer siento... Mi corazón destrozado. Vivo con ese dolor interminable. Y no se si vaya a terminar. Pienso en lo que dijiste...  no distingo la verdad de la mentira, has que esta duda de vaya. ¿Es cierto? ¿De verdad hay alguien más en tu corazón?

Su rostro muestra tristeza, tiene esa esperanza de que... Sunghoon le diga que todo fue mentira y que solo lo dijo porque tiene miedo a la ira del Rey.

—Princesa... Me siento avergonzado de hablar estos asuntos con usted. Pero es cierto.

—¿Quién es? ¿Qué mujer?

Sunghoon solo baja la mirada, no podía, no podía decirle que en realidad se trataba de su hermano. —Con su permiso — reverencia e intenta salir, evitando seguir la conversación.

—¡Es Jihyo!

De inmediato para su caminar y voltea.

—¿Es cierto?

—No es ella.

—¿Me estás mientiendo no es así?  Me mientes para mantenerme alejada ¿cierto? Dime...

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Ya habían pasado varios días, e incluso un par de semanas. La culpa y remordimiento no se alejaban de Sunoo, no lo dejaban estar un solo momento tranquilo. Estaba enamorado de Sunghoon y para la maldita suerte que tiene, su hermana también lo estaba.

Y no solo eso, ahora ella estaba sufriendo por su culpa. Nuevamente su habitación se convirtió en su único refugio, la habitación y su soledad.

—Mi príncipe, tiene que salir... No puede estar toda la vida aqui —comenta Liz dejando una taza de té sobre la mesa enfrente de Sunoo.

—¿Cómo puedo salir, Liz? No puedo ni ver a la cara a mi hermana, mucho menos creo tener la fuerza de poder ver a Sunghoon.

—Usted no hizo nada malo, es inocente de todo lo que está pasando, además... Sunghoon le dejo claro a la princesa que no tiene sentimientos por ella ¿Cuál es el problema? La princesa sola se creo iluciones.

Liz tenía razón, Wonyoung sola se creo iluciones, ella misma, torció las palabras de Sunghoon a su propia conveniencia.

—Es su hermana lo sé, pero... Ella entenderá que ustedes se aman... No me niegue príncipe, que usted no siente nada por Sunghoon.

Se queda en silencio, aún no lo admitía a Sunghoon... Pero era cierto. El tenía sentimientos por Sunghoon.

—¿Por qué no salimos a tomar un poco de aire fresco? De esa forma, piensa mejor las cosas.

—Eres demasiado insistente Liz. De acuerdo... Vayamos a caminar un poco, quizá... Tranquilice un poco mi corazón.

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Ambas caminaban juntos, dos doncellas iban tras ellos.

—Tal ves deba-

—¡Principe! —justo la persona que menos quería ver en ese momento, Sunghoon en cuanto lo ve, lo llama y se acerca rápidamente a él.

—¿Perdiste la cabeza? —lleva su mirada a ambos lados inspeccionado que nadie los vea— ¿Qué pasará si alguien nos ve?

—La verdad no me importa, su majestad. Yo no tengo miedo de nadie.

—Por supuesto que me doy cuenta, pero yo sí tengo miedo. Ya te lo dije... Sabes que Wonyoung es mi hermana. Jamás sería capaz de traicionarla.

—Tengo... Muy claras las consecuencias de esto, príncipe, puede que incluso... Yo terminé sin vida. Pero estoy dispuesto, estoy listo para pagar por ello ¿Y usted?

—Ya de dije todo —desvia la mirada, no puede, no se atreve a mirarlo a los ojos.

Sunghoon se acerca hasta quedar a un par de centímetros — Príncipe — susurra — Anoche vino a mi habitación... Pude sentirlo, estaba a mi lado... Estaba cuidando de mi. Y cuando al fin desperté... —baja su mirada mostrando lo que hay en sus manos. —Su pañuelo estaba en mis manos.

—Si, es verdad —bien, no negaría que si, fue a verlo por la noche — Fui a verte... Solo quería... Poder despedirme de ti Sunghoon. Te dije adiós con ese pañuelo. No volveré a ir. No volverás a verme.

—Si ese es el caso... —acerca el pañuelo a las manos de sunoo— No quiero tenerlo. Haré lo que quiere... No volveré a molestarlo.

Una última mirada y se aleja dejando a Sunoo completamente solo.

Al momento en que desaparece de su visión, las lágrimas se apoderan de sus ojos derramandolas con tanto dolor. Una ves más... Su corazón duele. Y duele mucho.