BAJO LA LUZ DE LA LUNA 🌕✨ -- NAMJIN T.2

Capitulo 11

La noche no estaba tan espesa como parecía estarlo. Al contrario. Gracias a la poca luz que emitía la luna, a pesar de que estaba siendo cubierta por nubes grises, está permitía que cualquiera pidiese ver por dónde caminaba o siquiera pudiera estar consciente para encontrar el camino a dónde debía ir. Pudiera ubicarse, en pocas palabras.

Pero NamJoon no tenía esa necesidad.

El vampiro estaba recostado contra un árbol; agitado, débil y hambriento. Tenía una mano sobre su vientre adolorido y lastimado; sus ojos estaban a medio abrir y sus iris color carmesí se reflejaban de una manera muy hermosa pero al mismo tiempo aterradora y amenazadora.

Estaba calmado, pero su instinto bloqueado por la falta de alimento lo tenía consciente y atento a cualquier cosa que pudiera pasar.

Estaba a nada de terminar por derrumbarse en el suelo por falta de fuerzas, sin embargo, un ruido de pasos le hizo levantar la mirada rápidamente, encontrándose prácticamente con nada más que una pequeña ardilla de bosque.

La observó detenidamente, haciendo muecas mientras se enderezaba en su lugar, queriendo moverse para poder cazar a aquel animalito indefenso. Aquel que estaba parado entre la maleza rascándose la cabeza.

Y no fue contado los segundos, puesto que su cuerpo desapareció en un instante, apareciendo tan cerca de aquella ardilla que no le dió ni la oportunidad para respirar. Al tenerla en sus peligrosas manos, el cansado y agotado vampiro no se esperó: le enterró sus largos colmillos en el pequeño cuerpo y comenzó a beber de su sangre de una manera muy rápida y necesitada.

La sangre comenzó a salir, cayendo como pequeñas gotas por las manos del vampiro, manchando su boca y al mismo tiempo sus mejillas. Sus iris brillaban con intensidad; sus uñas estaban enterradas en el pequeño ser que no tardó por perder la vida cuando empezaron a beber de su sangre; y no bastó solo beber de su fuerza vital. Era tanto el hambre que este tenía que terminó por comenzar a devorar el cuerpo de aquel animal como si fuese algún tipo de carne ya preparada.

Cada poderosa mordida arrancaba piel y carne de aquel ser pequeño. Si algún humano viese esa atrocidad, inmediatamente juraría que era un caníbal salvaje. Porque eso era y parecía. Estaba devorando aquel animal sin ningún tipo de remordimiento. Solo estaba saciando su hambre.

Poco a poco, el vampiro terminó por votar el cuerpo destrozado de aquella ardilla, luego de haberle absorbido hasta la última gota de sangre; además de devorar un cuarto de su cuerpo para alimentarse un poco de carne.

Por uno segundos mantuvo una mirada intimidante sobre el cuerpo del animal, sin embargo, su expresión dura se fue suavizando, permitiendo observar a un vampiro confundido y al mismo tiempo mejor de lo que antes había estado.

NamJoon se limpió la boca con su muñeca, frunciendo un poco el ceño el ver a algunas almas caminar sin rumbo por donde se encontraba. Sus ojos seguían de un rojo intenso, mientras que su cuerpo se encontraba recuperando las fuerzas rápidamente.

Luego otro ruido se escuchó, alertando su cuerpo rápidamente y cuando menos lo vió llegar, había logrado esquivar una flecha; la cual se incrustó en un árbol muy cerca de donde había estado parado. Un poco perplejo y atento a su entorno, comenzó a buscar a quien había hozado a dispararle.

— ¡¿Quién demonios anda hay?! — Soltó molesto, aún tratando de localizar a su atacante, sin embargo, al volver a la flecha, sus ojos se abrieron en sorpresa al ver de que estaba hecha —. ¿Más plata?

Rápidamente su cuerpo reaccionó y tuvo que desaparecer luego de ver cómo más de esas flechas eran disparadas una a una en su dirección. Reapareció sobre un árbol mientras se sujetaba de una rama, buscando por todos lados a su atacante hasta que observó a un joven escondido entre los árboles mientras lo tenia en la mira.