VII

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La imagen podría parecer bizarra, nadie se imaginaría ver al sanguinario capitán Hydra, siendo alimentado como si fuera un niño pequeño y ademas siendo regañado por aquel joven cuando se negaba.

— ¡Si sigo escuchando tu risa te rompere el cuello! —Exclamó el Capitán al escuchar la risa de Clint, quien estaba espiando con la puerta entreabierta.

— No te levantes. —Ordenó Tony y lo empujó levemente hacia la cama, colocó el plato en la cómoda y luego fue jalado por el rubio.— ¡Steve! —Tony fue atrapado en un abrazo y un beso demandante, terminando abajo del mayor.— Tu herida...

El castaño soltó suspiros cuando los labios y dientes del rubio atacaron su cuello y sus manos recorrieron sus piernas las cuales el rubio separó mas con su rodilla, aprovechó un jadeo del castaño para meter la lengua en su boca, Tony sintió derretirse luego se separaron y observó esos hermosos ojos carmesí.

— Q-que no... dijistes que los donceles... te daban asco?

— Por eso me estoy esforzando, para no devolver lo que comí.

— Idiota. —Mencionó Tony y le dio un golpe con su rodilla logrando alejarlo, se levantó de la cama e inmediatamente se arrepintió al ver la mancha de sangre en el abdomen del rubio.

— ¿Qué todo te lo tomas enserio? —Preguntó el rubio rodando los ojos, ni tan siquiera se quejó por su herida simplemente se quitó la camisa y las vendas para después limpiar la sangre.

— ¿Estás loco? Asi no se trata una herida, podrías infectarte o... —Tony se acercó a él y le arrebató la camisa al mismo tiempo que la puerta se abría.

— Tony, tengo que hablar conti...

— Brucie-boo, por favor vuelve a curar la herida de este animal. —Interrumpió el castaño, el capitan solo lo volteó a ver con el seño fruncido en cuanto a Bruce se acercó a curarlo.

— Tiene que tener mas cuidado Capitán.

— Dile a Tony, él es quien no puede estar sin subirse sobre mi...

— Cállate, que eso no es verdad. —Interrumpió Tony sonrojado al ver a donde señalaba el rubio.

— Solo sean mas cuidadosos, la herida volvió a abrirse.

Bruce costuró nuevamente la herida del capitán, tratando de no verse nervioso ante la mirada asesina de este, en cambio Tony se veía un poco culpable.

— Lo siento. —Pronunció Steve sorprendiendo a los otros dos.— Solo bromeaba, tú eres diferente Anthony, haría lo que pidieras, quieres el mundo, venganza, lo que sea, solo debes pedirlo.

— No quiero nada... bueno, solo que no seas tan bruto.

— Creo que estoy sobrando aquí... —Pronunció Bruce caminando hacia la puerta.

— Dijiste que querías hablar conmigo.—Pronunció Tony, la verdad sólo buscaba un pretexto para olvidar el cosquilleo que le había provocado la confesión del rubio, porque eso había sido ¿cierto? Una confesión... pero... ¿desde cuando el Capitán se había interesado en él? Se supone que odiaba a los donceles y no les tenía confianza.— ¿Qué querías decirme?

— Bueno yo... —Bruce volteó a ver disimuladamente al rubio.

— Hable doctor Banner.

— Bien... —El científico dio un suspiró y miró a Tony con pesar.— ¿Te acuerdas, de aquel prototipo que creaste en la universidad?

— Creé muchos prototipos cuando estuve en la universidad, Brucie-boo.

— Lo se, pero me refiero a aquel mini robot de forma humanoide, que manejabas a control remoto... creo se llamaba ¿Marcos?

— Es Mark Brucie, la Mark 0... ¿que con ella?

— Recibirá un premio, bueno tu padre recibirá un premio por su creación, aunque ahora es mas grande, según escuché la piloteara un humano mañana durante la gala...

— ¿Papá robó mi Mark 1? Pero, la tenía en la casa de Rodhey...ya que el me la prestó después de enlistarse... no pensé que... ¿le entregó todo eso a papá?

— Tony yo no lo sé, solo se que...

— Doctor Banner, quiero hablar con usted, Tony podrías...

— Iré al taller... —Pronunció cabizbajo y salió de la habitación cerrando la puerta.

— So-sobre que...

Steve solo soltó un suspiro y observó al científico con seriedad, mientras que Tony se fue directo al taller donde pasó las siguientes horas, perdiendo la noción del tiempo, se concentró en terminar el proyecto que se había propuesto, una prótesis para Bucky, no dejó el taller hasta que terminó, al salir lo primero que vio en la sala, fue a Bruce un poco sonrojado mientras Bucky sonreía coqueto.

— ¿Qué está pasando aqui? —Preguntó Tony frunciendo el ceño.

— Tony te ves...

— Hecho mierda. —Concluyó Bucky, el menor iba con el cabello alborotado, su ropa llena de grasa, incluso tenía unas manchas en los brazos y el rostro, acompañado de unas grandes ojeras.

— ¿No dormiste? —Preguntó Bruce, Tony solo se quedó en silencio.— Tampoco comiste ¿cierto?

— Me comí unas donas y café... —Balbuceó el menor.— Pero eso no importa, ya lo terminé. —Se acercó rapidamente a ambos, Bucky no tenia vendaje asi que se sentó cerca para activar algo en aquella prótesis metálica.— Te dolerá un poquito.

— ¿Qué?

Un sin número de maldiciones salieron de la boca de Bucky, mientras Tony ajustaba la protesis, el menor solo rodó los ojos diciendo que exageraba.

— Eres un llorón.

— Jodete enano...

— Acabo de darte un brazo y así me agradeces?. —Dijo ofendido.

— Tendrá que quitarselo cada día para limpiar su...

— Claro que no Brucie, por eso te pedí tus consejos, la protesis le ayudará a sanar, ahora solo tiene que hacer ejercicios para que se acostumbre. —Mencionó para después darle unas bolas de goma.— En fin, mi trabajo esta hecho... ahora... ¿como sigue el Capitán amargado?

— Pues él...

— Se fue a una misión. —Dijo Bucky con tranquilidad.

— ¿Qué? ¿En que está pensando ese idiota? —Exclamó Tony molesto.

— Su herida ya estaba casi sana. —Pronunció Bruce en un intento de tranquilizarlo.

— Oh ¿entonces su herida se sanó solo en la noche? Porque ahorita son, las que ¿las 8?

— De la noche. —Dijo Bucky para después reír, Tony lo vio confundido y molesto.

— Estuviste toda la noche y el día en el taller. —Explicó Bruce.— El capitán estaba molesto y ademas Jarvis no lo dejó pasar.

— Sip alguien va a sufrir esta noche.

— ¿Y de que se trata la misión? —Preguntó Tony pero no recibió respuesta.

— Iré a a ejercitar mi nuevo brazo. —Bucky se levantó rápidamente.

— Yo debo darme una ducha.

Así fue como tony terminó solo y molesto, sin saber a donde había ido Steve, mientras en otro lado de la ciudad, en un lujoso hotel dos hombres charlaban en una de las habitaciones.

— Se ve muy bien señor Stark.

— Justin, ya te dije que solo me digas Howard y se que me veo excelente. —El mayor dejó de verse en el espejo.— Ahora vamos por mis premios, hijo.

— Para mi es un honor que me llame así.

— Sabes que eres el hijo que siempre deseé, tú serás quien porte mi legado.

— Será un honor para mí.

El menor ajustó sus lentes y sonrió, ambos salieron de la habitación para dirigirse al salón principal, en donde la ceremonia ya había comenzado.

Te pertenezcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora