XVI

128 35 4
                                    

La gente solo retrocedía y agachaba la cabeza, nadie quería estar en el camino de aquel hombre, solo con ver esos ojos color sangre temblaban ya que solo existía un hombre con esas características, se podía notar la furia en su mirada, el doctor que lo guiaba trataba de mostrar una calma que no tenía, intentó sonar firme antes de abrir la puerta.

— Él está ahí, no puede quedarse mucho tiempo.

El de ojos carmesí no respondió simplemente entró, una vez cerró la puerta intentó no derrumbarse su energético esposo estaba postrado en esa cama, había recibido un fuerte golpe en la cabeza, uno de sus brazos estaba fracturado y además de eso los doctores le habían dicho que esperaban un bebé, Tony, su Tony estaba encinta.

— Amor... —El rubio acarició el cabello de su esposo.— Destrozare a quien te hizo esto.

Permaneció más de dos horas ahí, salió antes de ahorcar a la enfermera que había ido como 5 veces a decirle que saliera, bueno no lo hizo porque Bucky llegó, habían encontrado el auto, gracias a la descripción que les dio Happy quien solo tenía algunos rasguños.

— ¿Quien te envió? —Preguntó Bucky tenía a aquel hombre atado en una silla, frente a una mesa este no respondió.— Te hice una pregunta, contesta!

Steve dio un suspiro y se dirigió a aquel sujeto, luego simplemente le dio un golpe en el rostro, después otro y otro, lo sujetó del cabello haciendo su cabeza hacia atrás.

— Por cada rasguño que recibió mi esposo tu tendrás diez veces más. —Con fuerza estrelló la cara de aquel hombre contra la mesa una y otra vez hasta que Bucky lo apartó.

— Capitán así no hablará.

— R-re-recibí la in-formación... Por correo... Encargate del CEO de IS...

Steve suspiró frustrado, luego sacó un arma y le disparó en la frente a aquel tipo.

— Vayan a su casa y registren todo... Debo ver a mi esposo.

Tony despertó dos días después lo primero que vio fue aquellos ojos carmesí, el menor sonrió para después ser abrazado.

— No te vas a deshacer de mi tan pronto...

— Ni tu de mí... —Contestó Steve para después besarlo.

Una vez Tony salió del hospital el capitán se volvió más sobreprotector y es que aquel sujeto había dicho la verdad, lo contrataron por correo aun no sabían por orden de quien y además ahora con el embarazo no quería exponer a su esposo.

— ¿A donde vas? —Preguntó Natasha al ver al genio usando traje y corbata mientras bajaba la escalera, además su mano estaba enyesada.— ¿Y quien te ayudó a vestirte?

— ¿Pues a donde más voy a ir? A trabajar a mi empresa y Janet me ayudó.

— Steve dijo que...

— Se lo que dijo mi esposo. —Interrumpió Tony— Pero no me voy a quedar en casa sin hacer nada.

— Bien, yo te acompaño.

La pelirroja sabía que sería imposible convencer al terco esposo de su amigo así que lo acompañó, ahora más que nunca debían protegerlo, se mantuvo alerta hasta llegar a la empresa, incluso lo acompañó hasta la oficina.

— ¡Tony! —Pepper se acercó a abrazarlo.— Cielos estaba tan preocupada por ti.

— Estoy bien, Pepp, ¿como va todo por aquí?

— No te imaginas... —Dijo en un tono cansado.

Natasha solo observó a ambos entrar a la oficina, a los minutos salió Pepper, luego volvió a entrar llevando algunos documentos, media hora después salió.

— Esto no es divertido... —Murmuró Tony mientras revisaba aquellos contratos, le dolía un poco la cabeza talves si debió quedarse en casa, se sobresalto en el momento que la puerta se abrió con fuerza.— Que carajo.

— ¡Howard! —El hombre frunció el seño al ver a otra persona detrás de aquel escritorio.— ¿Tú quien eres?

— Soy el nuevo Ceo y tu, ¿que eres? ¿Un pirata?

— Soy Nick Fury director del Sistema Homologado de Inteligencia, Espionaje, Logística, y Defensa...

— Lo siento me perdí en director.

— Soy el director de S.H.I.E.L.D una agencia extragubernamental y tú...

— Anthony Stark. —Interrumpió Tony sonriendo.— Para los amigos Tony.

— Imposible, el hijo de Howard esta muerto.

— No lo estoy, simplemente tuve la dicha de nacer siendo un ser exótico, alguien que vale oro o mejor dicho alguien que no tiene precio ya que para pagar lo que yo valgo tendrían que traer todos los metales preciosos que hay en la tierra y...

— No cabe duda que eres un Stark, pero no tengo tiempo que perder, necesito hablar con Howard.

— Pues el está en... ¿Adonde lo mandé? —Mencionó el castaño poniendo pose pensativa.— Oh esta trabajando bajo las ordenes de Quentin. —El mayor lo quedo viendo incrédulo.— Así que señor Furry, si quieres hablar de negocios tiene que ser conmigo.

— Es director Fury, bien si quieres hablar de negocios, dime ¿porque duplicaste el precio de las armas?

— No lo duplique simplemente se lo estoy dando al precio justo, oh usted cree que los materiales, la mano de obra, las herramientas y todo lo demás es de gratis?

— Somos una organización que trabaja para proteger a cada uno de...

— No importa, es su deber, trabajan gracias a nuestros impuestos hay suficientes fondos como para que compren las armas por el precio justo.

— Tú no tienes idea niño, sabes los peligros que hay afuera? Organizaciones como Hydra se están apoderando del país, dime, alguna vez has escuchado sobre ellos? Seguramente no, tu padre te tiene tan protegido en su burbuja... —Fury frunció el seño en el momento que Tony soltó una carcajada.

— ¿Terminaste? —Preguntó Tony, pero Fury siguió hablando de la peligrosa organización, el sanguinario y cruel Capitán Hydra, su mano derecha el soldado del invierno, sus perros fieles BlackWidow, Ronin, Crossbones y la pareja del capitán, el Dr Zemo. “Está tan desactualizado.” Pensó Tony.— En fin el precio sigue en pie, negocio son negocios.

El director Fury salió molesto del lugar, Natasha se había escondido lo observó irse entre abriendo una puerta, luego fue a la oficina, se acercó a Tony y colocó sus manos en las mejillas del castaño revisando su rostro.

— Estoy bien, Jarvis escanea el lugar.

— Escaneado completo, todo limpio señor.

— ¿¡Puedes creer que ese idiota dijo que Zemo es la pareja de mi esposo!? —Exclamó Tony molesto.— Steve es mío. —Natasha solo se rio.— Quiero ir a casa para que Steve me concienta y diga que me ama solo a mí.

— Bien vamos. —Contestó Natasha.

— Pepp quedas a cargo, cualquier cosa me llamas.

— Está bien, cuidate.

Tony se despidió de Pepper para luego salir junto a Natasha, quien ya había avisado al capitán sobre la visita que había tenido el castaño.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Te pertenezcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora