Capítulo 6

28 6 51
                                    

En este episodio salen escenas que menores de edad no pueden realizar, así que si eres menor de edad y estás leyendo esto, no te sientas identificado y mucho menos animado a hacerlo. ESTO ES FICCIÓN.

————————————————————————

—Bueno, amor, te llamaré cuando llegue, ¿si?

Por mi, como si no lo hiciera.

Me refería a Lucas, por supuesto.

Ya iba a regresar al pueblo y se estaba montando en el coche haciendo el mayor drama del siglo, ¿en serio era necesario tanta llantera?

—Sí... tú llámame...

—También podrías llamarme tú de vez en cuando, linda— Me recordó antes de darme un beso de esos babosos en la boca.

Que asco.

—Adiós, Lucas.

Entonces, por fin, tras el fin de semana más largo de mi vida, Lucas arrancó el coche de una santa vez y se fue. No os voy a mentir, me sentí un poco aliviada, pero no del todo: aliviada me sentiría el día en el que dejase de ser su novia.

Pero supuse que eso nunca pasaría, y que si pasaba, sería dentro de muuucho tiempo.

A mi izquierda, Teo me pasó un hombro por encima y despidió el coche con la mano y con una falsa sonrisa.

—Jamás entenderé que haces con ese tipo— Me preguntó mientras no dejaba de mirar el coche alejarse.

—Nadie nunca lo entenderá— Lo corrigió Cloe.

Todos estábamos abajo despidiendo a Lucas, sí. A nadie le caía bien, pero su partida hacia el pueblo, era una alegría para todos.

—Subimos ya o que— Dijo Céline poniendo los ojos en blanco. Se notaba lo mucho que apreciaban a Lucas todos.

Incluida yo.

Cuando nos íbamos a girar Cameron tuvo que abrir esa bocaza:

—¿Tú no te vas también, Gorjeo?

—Es Teo— Le corrigió el chico ya bastante harto de que Cameron siempre se equivocara con su nombre—, y no tenía pensado irme.

—Ah, pues es que hasta donde yo sé, todavía no necesitas andador— Empezó Cameron, y yo lo miraba con el ceño fruncido porque no entendía nada.

—¿Qué?— preguntó Teo.

—Qué hasta donde yo sé, repito— Dijo acercándose a nosotros y agarrándole el brazo que tenía echado por encima de mis hombros a Teo—, no necesitas ningún punto de apoyo para andar.

Teo se soltó del agarre de Cameron de un tirón y no volvió a pasarme el brazo por encima del hombro.

—Gracias por el consejo.

—De nada, buen hombre.

La falsa amabilidad que había entre estos dos era algo que me dejaba inaudita a veces, los sentía algo así como obligados a que estén juntos o algo así.

–¿Sabes qué, Bella?– Teo se frenó en seco y acto seguido frené yo para saber que pasaba, lo miré con cara expectante a ver que me decía. En realidad, todos lo miramos con miradas de expectación–, yo tengo muchas tareas que hacer, y tú igual, ya nos veremos mañana, ¿vale?

–¿Entonces te vas?– Le puse carita de corderito degollado y luego escuché un bufido, el cual supuse que era de Cameron, lo cual hizo que pusiera mala cara.

La chispa del odio || #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora