𝘌𝘭 𝘪𝘯𝘪𝘤𝘪𝘰.
𝘐𝘴𝘢𝘥𝘰𝘳𝘢.
Camino entre los hombres de mi padre con el mentón en alto y con mi vestido blanco cayendo aproximadamente ocho dedos más arriba de mis rodillas.
Los hombres toman su posición con espalda recta y abren la puerta que da paso a la gran sala de juntas del Palacio, donde se encuentra mi padre sentado en la silla de su escritorio.
- ¿Me querías ver?
Le preguntó bajo el umbral de la puerta, me hace una leve seña para que entre y obedezco cerrando la puerta tras de mi.
- Quiero que me acompañes a recibir el armamento de hoy – habla en nuestro idioma natal – , Tengo que llevarlo personalmente a México.
Asiento con la cabeza siguiéndolo a la salida propia de su oficina, en donde las grandes puertas de madera nos dan acceso al enorme jardín trasero donde sus hombres se encuentran disparando y probando armas.
- Algún día serás líder de todo esto Isadora – camino a la par con él escuchando atentamente –, Quiero que, si ese día llega ya sea tarde o temprano, estés preparada para tomar mi puesto, mis negocios y mi poder.
- ¿Sabés? si quieres puedes entrenar a Luciano ya que siempre quisiste que lo liderará un hombre – me mira por nanosegundos –, Sé que, el que tu heredera tenga que ser una mujer te jode...
- Nunca vuelvas a decir eso – me frena – , Los tres son mi orgullo y ninguno es más ni menos que nadie. Eres mi hija y eso me enorgullece, vas a ser la primera dama con poder que logre manejar a su merced la mafia Siciliana.
- ¿Entoces no te molesta?
- No – suspira antes de inclinarse hasta quedar a mi altura – . Tienes una mente fantástica, sabes analizar rápidamente en situaciones difíciles, sabes domar cualquier tipo de arma. Tienes el carácter que se requiere para ser una líder, tienes la actitud y la belleza para ser respetada.
Mis ojos se funden en el verde amarillento de los suyos y una leve sonrisa se apodera de sus labios.
- Quiero que recuerdes esto – se endereza – , Por ser mujer no todos te tomaran en cuanta, te verán como una carta de negocios, pensaran que se podrán meter en tu cama cuando quieran, por que pensaran que serás una mujer sin palabra que aportar.
- No soy así...
- Lo sé – me interrumpe – . Por eso te entreno Isadora, por eso soy tan duro contigo hija mía. Por que eres mi sangre, por que eres alguién que el día de mañana sabrá que decisión será la adecuada para tu organización. Por que el mundo se tiene que doblegar ante tí, Isadora, no tú ante él ni ante nadie.
Asiento. Se todo el esfuerzo que ha hecho conmigo, se cuanto me ha preparado para cualquier situación, a mis quince años de edad, se acerca de armas, manejar negocios y recibir armamento entré muchas cosas más.
- Todo listo señor – le informa Rizzo, su mano derecha – , Señorita.
- Partimos en tres minutos – demanda mi padre – Preparen el avión privado, treinta hombres vendrán conmigo, los mejores Rizzo, mi hija estará a bordo.
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Venganza Inminente.
ActionDos mafias, una palabra de venganza que cumplir. Isadora Mancini controla toda Sicilia a su antojo, pero su adversario más letal lidera toda Roma. Su primer encuentro los deja pensandose el uno al otro, pero... ¿Podrá el odio ser más grande que el d...