Capítulo 3.

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𝘈𝘭𝘦𝘴𝘴𝘢𝘯𝘥𝘳𝘰.

Llevo el cigarro a mis labios aspirando el humo que quema mis pulmones y garganta antes de soltarlo.

Mis brazos quedan apoyados a los lados del mueble rojo de terciopelo y un pequeño gruñido se escapa de mi garganta mientras la pequeña pelirroja entre mis piernas mete mi polla completa en su estrecha boca.

De todas las mujeres con la que he estado, es la única que sabe cómo son las cosas y como me gusta que sean.

Tocan a la puerta y una mujer castaña es quien la abre dándole paso a una mujer pelinegra.

- informale a Anna que su madre la solicita con urgencia - escucho y volteo a ver la Morena alta desnuda que habla con la castaña - , Es de carácter urgente.

Esta asiente y las dos se retiran antes de cerrar la puerta. ¿Carácter urgente? ¿Desde cuando las damas de esta organización hablan de cosas "urgentes" Sin que primero lo sepa el líder?

Tomó un puñado de su cabello guiándola yo mientras pellizco sus pequeños pezones enrojecidos por las pinzas que lo sostenían antes la cual logra que refleje en su rostro dolor perl a la vez placer.

¿Qué será eso tan urgente?

Mi derrame estalla en su boca y como siempre me muestra de que no dejó rastro alguno de mi eyaculación.

- No dejas de saber bien - ronronea y recuperó el aliento rápidamente colocándome de pie al igual que ella - ¿Por qué tanto apuró?

Masajea mis hombros besando y mordiendo los músculos de mi espalda. Peino mi cabello hacia atrás intentando que el exceso de aceite de vainilla que se encuentra en mis dedos lo mantenga peinado. Tomó mi móvil enviándole un mensaje a Luciano el cual conteste al instante.

"𝘌𝘴𝘵𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘶𝘯𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘴𝘢𝘭𝘢 𝘥𝘦 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘢𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘣𝘶𝘳𝘥𝘦𝘭, se 𝘵𝘳𝘢𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘔𝘢𝘳𝘪𝘢𝘯𝘰"

Frunzo el ceño tensandome al momento, la castaña de antes le indica a Anna que se acerque luego de una leve inclinación de cabeza hacía mi lugar como respeto.

Me dirijo al cuarto de baño entrando a la ducha. El agua tibia toca mi piel relajando los músculos tensos. La puerta del baño se abre poco después dándole paso Anna y volteó a verla, su cara no me da buena vibra.

- Los Mancini tienen a Mariano - el jabón deja aroma en mi cuerpo al aplicarlo y no le doy respuesta a Anna esperando una resumida explicación de como ocurrió semejante cosa -, Lo tienen en los calabozos de Messina, Isadora no quiere negociar.

Abro los ojos bajo el agua que corre por mi rostro y cuerpo, la miro sobre mi hombro a la vez que cierro el grifo.

Con pasos firmes salgo del baño, tomó mi ropa de la cama deslizando los Vaqueros negros por mis piernas, la camisa del mismo color queda a medio abotonar dejando a la vista la tinta de mis tatuajes, culminó aplicando el perfume sobre mi cuello y Anna vuelve a aparecer en mi campo de visión.

- ¿Qué vas a hacer? - pregunta mientras me colocó los zapatos de vestir negros -, Sabes que no puedes pisar territorios siciliano.

- Callate y no me digas que hacer - tomó su mandíbula con fuerza con el pequeño subidón de ira empezando a brotar por dentro.

La suelto y se va furiosa tomando su ropa y estrellándo la puerta del baño a su paso. Salgo de la habitación tomando el camino que me adentra al largo pasillo y todos mis socios alzan sus copas en señal de brindis, pero estoy tan endemoniado que no pierdo tiempo en mirarlos.

Venganza Inminente. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora