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Los gemidos de Draco eran como música para sus oídos de Harry, la piel blanca y tersa, era la sensación más sublime que había experimentado, ese momento justo ahí con un Draco desnudo que lo miraba con los ojitos brillantes y las mejillas rojas, con sus labios luciendo tan apetitosos y siendo todo suyo.

Mientras Harry dejaba besos sobre la piel blanca no podía evitar esa sensación salvaje que le ordenaba dejar marcas por todo su cuerpo, pero había una parte aún más fuerte, esa racional que le recordaba que el no requería de ese tipo de cosas ya que aún sin marcas  violaceas y visibles sobre la piel de su Omega, Draco era y siempre sería solo suyo, sus manos lo tocarían solo a él, sus labios solo gemirian su nombre, su cuerpo solo lo recibiría a él. Todo en Draco le pertenecía de la misma manera en la que todo en Harry siempre le pertenecería a este pequeño omega.

×××

Bese la piel cálida sintiendo gustoso la suavidad de su piel en mis labios,  note  como incluso si no lo intentaba la piel blanca era tan delicada que marcas rojas quedaban regadas sobre la piel aún si no lo intentaba, era como si mi pequeño dragón quisiera llevar la marca de mi amor sobre el, de cualquier manera.

Las respiraciones de ambos eran agitadas y no podía dejar de sentir que todo era un sueño, bese las mejillas rojas y los labios suaves, su sabor era maravilloso,  los besos fueron bajando poco a poco hasta que tuve su pene duro frente a mi rostro, la piel dura y cálida que se tornaba roja, fue inevitable no llevármelo a la boca, saborear su sabor y sus gemidos, sus manos que se enredadas en mi cabello las piernas blancas pálidas y largas que me presionaban más cerca.

"Hazz-z"  sus suspiros temblorosos maravillosos, mi lengua recorría toda la piel caliente su sabor explotando en mi lengua tan adictivo.

Nunca antes me había imaginado en esta situación con mi Dragón sobre la cama y conmigo arrodillado entre sus piernas, su dureza en mi boca y sus manos entre mi cabello, mis manos recorriendo la piel caliente, moví mis manos hasta su pequeño trasero encontrando el lugar en el que estaría pronto mis dedos hurgando en la roceta rosada presione la punta de mi dedo medio sobre la piel  de esa zona  la humedad pegajosa que me indicaba que mi omega me quería tanto como yo a el, gire si cuerpo y lo coloque de rodillas sobre la cama, mire por unos segundos su cuerpo en esa posición,  escuche la respiración agitada y sentí la piel húmeda por el sudor, Draco tenía el trasero en alto, expuesto a mis ojos, mientras sus brazos habían cedido y su torso estaba sobre la cama.

Mire apenas unos segundos que se sintieron como horas y hundí mi rostro sobre aquella zona que me pedía a gritos,  su lubricante natural empapó mi rostro y yo simplemente no podía estar más satisfecho, saboree el lubricante solo un poco antes de finalmente complacernos a los dos y enterrarme en su cuerpo, fue cálido y estrecho y los gemidos de ambos se escucharon al unísono, entendí mientras me volvía un solo cuerpo con el, que nadie más había significado absolutamente nada, el era todo, lo sería todo por el resto de mis días.

Los empujes fueron suaves al comienzo y poco a poco se volvían desenfrenados  mis manos sujetaban sus caderas moviéndonos al mismo tiempo.

" Har-ry, quiero verte" suplico casi sollozando  y no podía negar le nada a este omega, con cuidado lo moví hasta que quedo de espaldas, sus piernas a mis costados y nuestras miradas chocando.

" te amo" puede que no fuera la declaración más romántica, justo después de todo el desastre ocasionado por Ginny,  en esta habitación común, pero aun así me pareció el momento perfecto, en especial cuando Draco me miró congelado, sus labios entre abiertos con las palabras congeladas en el borde de su lengua y las lagrimas que llenaban sus ojos, pero era tan feliz, porque no podría imaginar nada diferente, justo a hora era perfecto.

"También te amo, tanto"

Supe sin lugar a dudas justo en ese momento que sería el alfa más feliz del mundo siempre que tuviera a mi lado a este omega y no tuve que pensarlo dos veces porque la decisión llegó de manera natural, cuando mordí la piel entre el hombro y el cuello y pude experimentar la magia que ocurrió, esos lazos luminicentes que brotaban de nuestros pecho y se conectaban con el del otro, la sensación de tener a Draco dentro de mi, su mente y su corazón expuestos para mi  de la misma manera que yo me exponía ante el, no existiría nada en el mundo que nos pudiera separar de ahora en adelante.

×××
Cuando lo sentí fue como llegar a mi hogar, la sensación cálida que me lleno todo el cuerpo, yo aún estaba dentro de él, los movimientos que nos llenaban del más puro placer y todo aumento aún más cuando lo sentí.

Draco olía a manzanas verdes,  mi pareja olía a manzanas verdes y canela y era el más maravilloso aroma que experimentaría en mi vida y mientras respiraba el dulce aroma de su cuerpo fue inevitable no odiar más a Ginny  por privarme del aroma de mi pareja, por quitarme tanto tiempo con el.

" hueles a manzanas verdes " alte el comentario Draco me miró y la sonrisa que se plasmo en sus labios fue el regalo más grande que pude recibir de el, ni omega, mi pequeño corazón que se mostraba ante mí.

El orgasmo fue como nada que hubiera experimentado y saciado sostuve el cuerpo cansado y saciado de mi pareja, mi omega y de esa manera caímos en un sueño tranquilo ambos felices por el lugar donde nos encontrábamos.

×××

little heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora