Mi lobo (thiam)

Capítulo 3

Liam

Llegamos a la dirección que el hombre anotó en el papel, Theo se dispone a buscar un lugar para dejar el coche mientras yo miro por la ventanilla la casa que tenemos en frente.

No sé ve nadie alrededor, parece un barrio bastante desolado, y la casa en particular se ve vacía, no hay una sola luz, no parece haber movimiento y no se escucha nada, cualquiera pensaría que nadie habita ese lugar.

- ¿Seguro que es aquí? - pregunta Theo con el ceño fruncido mientras mira también en dirección a la casa.

- eso dice la dirección. - me encojo de hombros volviendo a mirarlo.

- vayamos a ver entonces.

Asiento y nos bajamos caminando en dirección a la casa, observó un poco a través de las ventanas pero no se logra ver nada por las cortinas que se encuentran cerradas.

Theo toca la puerta unas cuantas veces esperando una respuesta que nunca llega. A pesar de que esperamos unos cuantos segundos no sucede nada y eso solo hace que mi mal presentimiento crezca aún más.

La mirada de Theo se dirige hacia mi, entiendo inmediatamente la pregunta en su rostro. Asiento.

Veo a Theo comenzar la transformación, se acerca a la puerta y le da un golpe que la tumba de inmediato haciendo eco dentro de la casa.

El se adelanta a entrar primero, sus pasos son lentos y mira a su alrededor a medida que avanza al interior de la vivienda. Camino tras el, también comienzo a mirar hacia todos lados, el lugar está muy oscuro, se puede percibir con la luz que entra desde la puerta las motas de polvo que vuelan por todo el lugar.

El lugar parece estar completamente abandonado.

Sin embargo a pesar de eso las cosas están muy ordenadas, el orden es perfecto en este sitio, todo parece estar en su lugar, pero aún así sigue habiendo algo que que no cuadra. Puedo sentirlo.

- voy a ver por la cocina. - anuncia Theo.

- yo iré a ver en el piso de arriba.

Asiente y nos separamos ahí, yo me dirijo hacia las escaleras y comienzo a subirlas poco a poco, paso mis manos por el barandal que también se encuentra lleno de polvo.

Mis pasos hacen rechihar la vieja escalera de madera, arriba la oscuridad es mas intensa, y llega algo más que me altera de inmediato.

Olor a sangre.

El hierro se inunda por mis fosas nasales, demasiado fuerte, demasiado intenso y acumulado.

Pero no puedo verla, en el pasillo no hay más que oscuridad y vacío.

Me dirijo hacia un pequeño mueble en el medio del pasillo, hay unos cuantos adornos en este, pero a lo que me dirijo enseguida es a un cuadro con una fotografía, la miro con atención analizandola.

Es una foto familiar, en ella se encuentran cuatro personas. La primer persona es una mujer, una mujer de cabellos rubios, ojos azules y una sonrisa radiante. A su lado, con las manos sobre sus hombros hay un hombre, alto y de cabello oscuro, mirada penetrante y densa. Delante de ellos hay dos niños pequeños que sonríen, parecen felices, una familia común y corriente.

¿Pero dónde están ahora?

Sigo por el pasillo, una de las puertas está abierta pero al mirar hacia adentro es una habitación completamente vacía. Sigo caminando hasta la última y ahí me apoyo en la puerta, agudizo mi audición para poder escuchar cualquier sonido del otro lado, para ver si hay algún... Latido.