Mi lobo (thiam)

Capítulo 11

Liam

Pasa un buen rato antes de que me atreva a volver a la casa, camino lentamente hacia la entrada, tratando de pensar más de lo que ya lo he hecho, preguntándome una y otra vez si lo que estoy a punto de hacer es correcto o no.

Una vez dentro puedo oir movimiento en el piso de arriba, enseguida deduzco que es el alfa, ya que se oyen desesperados, caminando de un lugar al otro en busca de alguna cosa.

Entonces dirijo mi mirada hacia la cocina y allí está el. Si ha notado mi llegada simplemente la ha ignorado, porque se ve concentrado en la taza de café que tiene en las manos.

Trago saliva tomando valor y comienzo a acercarme, una vez a su lado tampoco me mira pero al menos no me hecha y aprovecho eso para mover la silla a su lado y sentarme.

Me siento aún más incómodo y nervioso cuando el continúa ignorandome, aunque se que no tengo derecho a enfadarme por eso, me lo merezco.

- oye, Theo. - lo llamo, tarda tanto en voltearse que por un momento creo que va a ignorar mi llamado pero entonces me mira. Sus ojos se encuentran vacíos, por primera vez no puedo leer nada en su expresión, no hay burla ni diversión en ella, lo que me hace querer retroceder pero me mantengo firme enfrentándolo. - yo... - trato de encontrar las palabras correctas. - quería... Quiero disculparme por lo de hace un rato primero que nada.

Me observa durante unos segundos y finalmente asiente.

- está bien.

- no. - niego yo. - no estuvo bien, todo lo que te dije no estuvo bien y tampoco... No era mi intención lastimarte de ninguna manera. - admito apenado. - es solo... Me cuesta mucho superar lo que sucedió. Tal vez es estúpido e infantil que siga resentido por eso cuando todos han sido capaces de perdonarte y darte una oportunidad, tal vez ellos... Tienen razón y de verdad has cambiado.

- pero aún así tú no puedes creeme.

- podría intentar hacerlo. - suelto haciendo que frunza el ceño tratando de entender, entonces continúo. - bueno... Aún no puedo decirte que confío en ti porque no es así, no es algo que pueda controlar y simplemente no puedo evitar tener la duda de si en algún momento te pasarás al otro bando, sin embargo... Podría i-intentar confiar en ti, y que me demostraras que de verdad has cambiado.

- ¿Y como sería eso? - pregunta evidentemente interesado pero sin dejar de lado esa seriedad tan poco habitual en el.

- bueno... Podríamos ir por los niños juntos.

Abre la boca por un momento tratando de decir algo pero ningún sonido sale de esta.

- ¿En serio estás dispuesto a confiarme eso?

- Scott nos envió a nosotros, a ambos, como dijiste tu, así que lo justo es que ambos nos encarguemos de solucionar esto y de traer de vuelta a esos niños sanos y salvos a su casa.

Noto duda en su mirada, pero luego de un rato parece encontrar algo en la mía que le hace saber que lo que digo es cierto y termina por asentir.

- bien, hagámoslo, te prometo que no te voy a fallar y vamos a traerle esos cachorros a su padre intactos.

Una pequeña sonrisa se forma en la esquina de mi boca sin que pueda evitarlo.