Capítulo 8

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Liam

- está bien Liam, no te preocupes. - habla Scott. - ya he avisado a todos, nos repartiremos para encargarnos de las manadas con las que iban a ir ustedes dos. Lo más importante ahora es encontrar a esos niños.

- genial. - asiento aliviado. - espero que no nos tome mucho tiempo de todas formas. El señor Carter ya ha dado aviso a toda su manada y se están poniendo a salvo así que por aquí todo está controlado. Solo tenemos que encontrar a los niños antes de que Gerard Argent lo haga.

- ¿Dónde crees que podrían estar?

- la verdad no lo sé, por lo que nos dijo el alfa son niños de cinco y seis años. No pueden haber ido muy lejos, deben estar asustados, posiblemente escondidos por algún lugar.

- está bien, encuentren a esos niños y nosotros nos encargamos de lo demás.

- lo haremos.

Estoy a punto de colgar cuando el vuelve a hablar.

- Liam...

- ¿Si?

- ten cuidado.

- lo tendré.

- ¿Cómo va todo con Theo?

Me quedo helado cuando lo pregunta, con todo lo que ha sucedido no he tenido tiempo para ponerme a pensar en el beso. Aún no se cómo tomarlo, como procesarlo. He besado a Theo. El rey de los idiotas y la persona a la que se supone que más odio en el mundo.

No, definitivamente no puedo decírselo a Scott.

- todo ha estado... Bien.

- ¿Seguro? ¿Se está comportando?

- si, súper. - asiento unas cuantas veces. - se está portando súper bien.

Dios... Cállate Liam.

- okey, cualquier cosa llámame.

- claro, adiós.

Cuelgo la llamada y camino nuevamente hacia el interior de la casa.

Theo está parado al pie de la escalera con los brazos cruzados y puedo escuchar en el piso de arriba como el señor Carter camina de un lado al otro.

- ¿Que está haciendo?

Pregunto parándome a su lado pero manteniendo una distancia prudente.

- está preparando unos bolsos, dice que cuando encuentre a sus hijos los llevará lejos de aquí para ponerlos a salvo hasta que todo se termine. - asiento sin decir nada y me dispongo a esperar junto a el pero entonces siento como se gira. - Liam. - me llama, estoy a punto de ignorarlo pero eso sería muy infantil así que al final lo miro. - sobre lo que pasó...

- no importa. - niego antes de que siga pues no podré escucharlo. - no pasó nada.

- Liam...

- creo que ya es todo. - la voz de el alfa lo interrumpe y yo agradezco. - tenemos que irnos lo antes posible. Mis hijos tienen que aparecer.

Salimos de la casa, Theo y yo vamos en nuestro coche mientras que el va en su camioneta, comenzamos a recorrer el pueblo, vamos por todos los lugares donde el alfa dice que podrían llegar a estar sus hijos, sin embargo no tenemos resultados.

En el coche reina el incómodo silencio desde que hemos subido, solo hablamos si alguno ve algo y necesitamos parar para mirar bien.

Miro de reojo como Theo aprieta un botón en la radio y la música de inmediato empieza a sonar adueñándose del ambiente.

- no creo que sea un buen momento para eso. - le digo señalando la radio.

- ¿Por qué no? - me mira por unos segundos y enseguida vuelve al frente. - siempre es un buen momento para la música, estés triste, feliz o en cualquier estado de ánimo.

Finalmente me encojo de hombros restándole importancia. Pienso que la conversación se va a quedar por ahí pero entonces el vuelve a hablar.

- al parecer a ti también te gusta. - me giro para que aclare. - la música digo, siempre te veo con tus audífonos.

Junto mis manos sobre mi regaso y asiento.

- si... Me gusta, pero más allá de eso... Me hace sentir calmado, cuando me concentro en la letra o la melodía me olvido del resto de las cosas. Por eso me es de mucha ayuda en las lunas llenas.

- ¿Sigues sintiéndote atraído por ella?

- un poco... Aunque no es tan fuerte como antes...

- ¿Antes de que te besara?

Siento el calor subir por todo mi rostro hasta mis orejas.

- si vuelves a hacer eso te desgarro la garganta. - amenazo.

Escucho como el suelta una risita y da pequeños golpes en el volante.

- pues al parecer funcionó, pero no te preocupes, no voy a besarte tanto para arriesgarme a que luego te guste tanto que me lo pidas todo el tiempo.

- ya te gustaría.

Luego de buscar por todo el pueblo no tenemos ningún tipo de rastro de dónde podrían estar los niños, no hay nada de ellos por ninguna parte, nadie que los haya visto, escuchado o... Nada.

- nada, no hay rastro de mis hijos por ninguna parte. - se lamenta el alfa en una de las paradas que hacemos para hablar.

- es imposible que hayan ido tan lejos, solo son niños. No pudieron haberse ido tan rápido... Al menos no solos. - opina Theo.

- necesito encontrarlos, mis hijos yo... Necesito ponerlos a salvo, si algo les pasa yo me muero.

- eso no pasará señor Carter, ellos van a estar bien, los encontraremos. - trata de tranquilizarlo Theo al ver que ya comienza a alterarse. - ¿Por qué no entramos? - señala la cafetería frente a la que estamos. - para que vaya al baño y pueda lavarse la cara para despejarse, yo de paso ordenaré unos cafés y algo para reponer las energías.

El alfa asiente y comienza a caminar hacia la cafetería, Theo se voltea hacia mi y me hace una seña para que los siga pero yo niego.

- me quedo en el coche, traeme un café.

Me muestra una pequeña sonrisa juguetona.

- como diga su majestad.

No puedo evitar sonreír también.

Ellos se marchan hacia la cafetería y yo me subo al coche para esperarlos, mientras trato de repasar los lugares por los que hemos buscado, tratando de pensar dónde podrían estar los niños, aunque no conozco mucho el pueblo.

Pero en ese momento todos mis pensamientos se detienen cuando mi teléfono empieza a sonar y en la pantalla marca un número que no tengo registrado. Siento un escalofrío en ese momento, sé que no es algo bueno lo que está por suceder.

Observo el número durante unos segundos en la pantalla hasta que finalmente soltando un suspiro lo descuelgo y me lo llevo a la oreja.

- ¿Hola?

- hola Liam. - saluda la voz del otro lado de la línea. - ha pasado un tiempo.

Mi lobo (thiam) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora