¿A Qué Estamos Jugando?

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Bien. 

Retomé la escritura de esto luego de un pequeño descanso. He estado trabajando en otra historia original, no un fic, pero aún no me convence del todo. Además de que, como estuve enfermo, tuve que dar todas las pruebas que tenía atrasadas. 

¿Qué esperan para este cap? Me gusta saber que muchas veces ustedes se sorprenden por los giros que le doy a la trama. Como por ejemplo: la aparición de Caída.

De todos modos...

Los quiero mucho. Les agradezco el apoyo que ha tenido la historia y eso. Hacen ver que realmente les  gusta la basura que escribo, y eso se agradece.

Que comience el capítulo!

[XxX]

Denji ignoró el escalofrío que le siguió a aquella cálida ventisca que se deslizó por su cuello, llegando hasta su espalda de modo que pareciese que alguien lo estaba oliendo. Ya era la hora de salida de la escuela.

Con paso relajado, avanzó por las losas de concreto hasta salir de la escuela. No había visto a Yoshida después de su petición para ir al cine a cambio de la tarea de química. Tampoco había visto a Fami desde la mañana, mucho menos a Asa luego del accidente con Caída.

Hablando de Caída.

La Demonio le había hecho un pequeño bento con comida, fue tan amable de su parte, que Denji fue incapaz de comerse la comida. Sabía que Caída estaría molesta, a ella no le gustaba que desperdiciaran la comida. Pero tendría que entender que era dañino para su "Corazón-Pochita" dañar tal regalo.

Se detuvo en el semáforo, dejando que los autos cruzasen y que los ciclistas pudieran avanzar para poder llegar a su casa. Ahora que lo pensaba bien, nunca había tomado esta ruta para llegar a su casa. Siempre se iba por la plaza hasta la calle que daba directo a su casa. 

Alguien se detuvo a su lado. Denji observó a la mujer con buzo deportivo y una bolsa de compras en su mano derecha fumar un cigarro de forma relajada. Era alta, de complexión atlética y una figura de reloj de arena. Había aprendido ese termino en su clase de arte ese día, agradecería a su maestra hasta el fin de los tiempos por esa palabra.

"¿Hmm?" la mujer inclinó la cabeza. Un solo ojo negro miró a Denji, y deseó nunca haberla mirado.

"...¿Tú, en serio?"

Quanxi entrecerró el ojo hasta convertirlo en una rendija. 

"¿Cómo has estado, chico-motosierra?" dio una bocanada de su cigarro. "Sostén esto, por favor" le entregó la bolsa. Su mano se revolvió en su bolsillo, sacando un encendedor junto a una cajetilla de cigarros. 

Denji le dirigió una mirada sucia.

"¿Hmm?" Quanxi miró a Denji. "¿Quieres uno?"

"Nel"

"Está bien" se encogió de hombros. "Pero no has respondido a mi pregunta"

"He estado bien" su boca formó una fina línea. "¿Qué tal tus novias?"

"..." ella detuvo el cigarro a mitad de camino hasta sus labios. "¿Estás con esas?"

El rubio no respondió. Mirando al semáforo con una expresión plana.

"Estaban bien" dijo. "Pero ahora soy persona de una sola mujer. El tiempo me ha vuelto más... ¿Cómo decirlo?"

"Senil, vieja, anciana, decrépita"

"También" dio una bocanada de humo, soplando dicho humo en el rostro de Denji. "Dame las bolsas" Denji obedeció.

"¿Así que ya no tienes un harem?"

Amor, dem- Espera ¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora