Lejos Del Cielo (Perderte da miedo)

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Regresaron  las clases... ¿Mi opinión respecto a eso?

Duerman al director. 

Dejando mis problemas estudiantiles de lado ¿Cómo han estado? Llevo tiempo sin subir algo, así que he vuelto. 

No mucho más que decir, ¿Puedo quejarme más de la escuela?. Espero les guste este capítulo, el Cap de chainsaw salió y... fue bastante aburrido. Fujimoto tiene una extraña costumbre similar a la de Gege de crear momentos climáticos y catárticos para luego -al siguiente cap- comenzar con algo absolutamente contrario.

Por cierto, Fujimoto me la pela.

xXx

Caída tarareó una dulce melodía mientras sus extremidades, similares a las patas de una araña, desgarraban el tejido de los Devil Hunter. Narices, bocas, orejas y ojos. Todo esto mientras ella sostenía de manera delicada una bolsa de las compras.

A su melodía se le unieron los desgarradores gritos de los inocentes.

"Diez ojos, cuatro orejas... Ahora solo queda" ella analizó la manzana con ojo crítico. Aunque irónicamente, no abrió los ojos para hacerlo. El color de la manzana, aunque era rojo, no era el rojo profundo que ella buscaba.

Sobre ella, pegada al techo como si estuviera siendo absorbida por el cielo, uno de los miembros del personal de la tienda gimió patéticamente.

"Disculpe" Caída levantó la mano, acercando la manzana al rostro del asustado empleado. "¿No tendrá  una manzana con un color que combine con la carne humana?"

La piel de su rostro era estirada hacia atrás.. "¡Lo shiento! ¡Lo shiento!"

"Oh, querida" Caída sonrió, simulando una sonrisa tranquilizadora en su frío rostro. "Relájate. Si no me atacas primero, no te haré daño" levantó una bolsa de compras. "Ahora... sobre las manzanas"

Con un sonido satisfecho, Caída salió de la tienda. 

"Bien, repasemos una vez más la lista" tarareó. Para su receta, el "Asa Root Yoru" necesitaba 10 ojos, los cuales ya tenía. Necesitaba 4 orejas, anotado. Manzanas, listo. Y para el aderezo...

"Dios mío" se llevó una mano a la boca, fingiendo sorpresa. "Me olvide de la cabeza humana para la salsa" Se tomo su tiempo, con un suspiro. Les pidió amablemente a los Devil Hunters que la rodeaban. "¿Alguno me podría dar una de las suyas?"

Sintió uno, luego otro, luego otro.

Impactos de balas, analizó. Balas de alto calibre, debido al tamaño de los agujeros realizados en su cuerpo. Las manos soltaron la cabeza, que cayó con un feo agujero en la zona de los ojos. El torso fue desmembrado por el impacto de balas y las piernas casi arrancadas en su totalidad.

No se detuvieron.

Más balas atravesaron su cráneo, las manos, el abdomen. Las tripas gotearon sangre una vez abandonaron su cuerpo y mancharon su delicado uniforme de cocina.

Fue una sensación extraña para Caída, que yacía allí, desmembrada, completamente irreconocible ante la vista humana. Parecía más una ensalada de carne humana.

"Dios mío... esto es incómodo" La sensación de frialdad la recorría de pies a cabeza, como si le inyectaran nitrógeno directo a las venas. Podrías llamar esto, una pequeña ducha fría para refrescar. 

De un momento a otro, estaba completamente limpia y arreglada. Lista para seguir con la cocina.

"Lo lamento, pero es imposible matarme con cualquier medio que la humanidad posea" observó el brillo en la mira de los francotiradores. "Pero soy Caída, alguien que prefiere la paz a la guerra" sonrió con dulzura, como lo hacían los humanos cuando querían algo. "¿Alguno tendrá una cabeza que les sobre?"

Amor, dem- Espera ¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora