Amor, dem- Espera ¿Amor?

Interlude

Interludio. Ignorar si deseas.

[XxX]

Denji, a la hora del almuerzo, no acostumbraba a comer mucho. Es más, a veces, y con algo de suerte, comía en ese horario. Porque, o era Chainsaw Man, o estaba fungiendo como silla para alguna chica linda de buen trasero. O simplemente estaba ocupado, aunque no te tomes en serio eso último. Denji nunca estaba ocupado para las chicas.

Pero hoy fue distinto. En especial porque decidió almorzar en su salón de clases y no en la cafetería o la azotea. Y esto es porque había estado evitando a Yoshida, si no lo habían notado era porque el rubio se ocultaba muy bien. O mejor dicho, Yoshida no deseaba hablar con él, lo que estaba genial. No le agradaba Yoshida, no demasiado.

Pero si quizás le pusiera una bolsa en la cara todo sería mejor.

"Aquí estás."

El Ex-Chainsaw Man casi saltó de su asiento cuando Fami, la chica de cabello claro y Demonio del Hambre, se sentó frente a él. Los ojos de la chica se fijaron en los de él durante un instante bastante largo antes de saltar abruptamente hacia su bentō.

Denji observó con los labios fruncidos como, de forma totalmente descarada, Fami agarraba uno de los camarones que Caída le había preparado con mucho cariño. Y más rápido de lo que Fami pudo reaccionar, Denji le dio una palmada en el dorso de la mano.

"Déjalo." Dijo el rubio. "Baja el camaron lentamente."

La peliblanca mantuvo sus ojos fijos en él, mientras abría la boca lentamente y su mano se acercaba a su boca.

"No." El tono de advertencia que implementó Denji, porque parecía que no se iba a detener. "Cuento hasta 3 y si no está en mi bentō a la cuenta de tres te voy a golpear."

"Uno."

"Do-"

CHOMP.

Denji observó con una expresión plana su reflejo en los ojos hipnóticos de la chica de cabello claro con unos extraños pendientes de Chainsaw Man. Ella se quedó en silencio, masticando ruidosamente mientras mantenía sus ojos fijos en él. A Denji no le hizo ni puta gracia.

"¿No tienes comida?" Preguntó de forma retórica, incluso un tanto sarcástica.

"Yha me la comhi." Habló, su boca llena de comida.

Denji encontró que eso tenía sentido. Si comías y quedabas con hambre ¿por qué no comerte la comida de otra persona? Aunque eso sólo regía para los glotones o gordibuenas.

"Meh, tiene sentido para mí." Se encogió de hombros. "¿Quieres otro?"

Los ojos de Fami brillaron por un momento con deseo, y de un momento a otro Denji se encontró con su bentō completamente vacío y Fami, la muchacha escuálida, con las manos llenas de la comida de Denji mientras se la hechaba dentro de la boca. Llegando incluso a empujar la comida para que cupiera más dentro de ella.

Los compañeros restasten que yacían en el salón quedaron completamente asqueados ante la vista de Fami aspirando la comida como un cerdo.

Fami, a pesar de estar tan absorta en su labor de tragar, observó la mirada perpleja que Denji le estaba dirigiendo. Su boca estaba floja, sus ojos desorbitados y los palillos de su mano ya estaban en el suelo.

Inclinó la cabeza, tragando todo lo que tenía en su boca sin siquiera masticarlo. Le dirigió una mirada a la comida restante en su mano y luego al propio Denji. Quizás el rubio tenía hambre y por eso la miraba así.

"Ten." Le ofreció, alzando la mano con un poco de camarones y arroz. "Es tu almuerzo."

Denji vaciló en primera instancia. Pero la comida era comida. Así que aceptó el ofrecimiento de Fami y comió.