prólogo

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5 de marzo del 2021

Tenía más que claro que había llegado ese día que tanto había deseado que no llegara. El corazón se me arrugaba como una pasa de saber que no le vería más por un largo tiempo. Sabía que solo serían unos meses pero me dolía saber que me separaría de él.

El llamado de mi madre me trajo de vuelta a la realidad. Era el, realizando aquella llamada, la cual sabía que me iba a hacer pedazos en cuestión de segundos.

— Aló— dije.

— Ya es hora de irme— dice el del otro lado de la línea.

— lo sé— sentía que el corazón se me rompía en pedazos solo de escucharlo.

No sé si el tenía la misma sensación que yo en ese momento. Las lágrimas salieron pero no quebré mi voz ni por un momento. Sentía que si el me escuchaba llorar no haría lo que tenía planeado para el futuro.

— Te amo— dijo el.

Mi alma se consumía de la desesperación de poder ir a despedirlo en el aeropuerto, pero lastimosamente por la pandemia no pude cumplir ese deseó.

— Te amo mucho más— dije entré lágrimas y con una mano en el pecho.

Sabía que nuestra separación será algo momentáneo y que en algún momento estaríamos de nuevo juntos. Pero me dolía mucho saber que no le vería en un largo tiempo.

— Te voy a extrañar mucho mi chicuita— dijo.

Aquel día Donde viven las historias. Descúbrelo ahora