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Vante.

Jure que matar a Min después de lo que él me había hecho fue satisfactorio. Como se atrevía a tocar algo que me pertenece el que se atreve a hacer aquello lo paga. Mi enojo seguía, aunque ya había matado a Min necesitaba desquitarme más, y fue ahí donde lo vi.

Cuando lo vi fue un golpe de deseo, deseo puro. Se me cruzaron mil cosas que hacer con él. Lo vi tan inocente tan débil, es hermoso. Fue como encontrar un lienzo en blanco el cual le hacía falta ponerle color y empezar una gran obra. Va hacer la obra más hermosa, mi mejor obra estaba decidido.

Ya eres mío mi dulce conejo.

. . .

Se encontraba durmiendo estaba todo lastimado se veía tan lindo así tan débil, es precioso.

- Yo me encargare de dejarte con más color. – Dije sonriendo.

Mientras lo acariciaba note algo que me llamo la atención, su boca la cual estaba entre abierta, eran tan delicados que el deseo de morderlos me invadió.

Mientras seguía observándolo esté se empezó a remover en el suelo y abrir los ojos. Intentaba moverse, pero no podía. Y es ahí cuando levanta la vista.

Tan hermoso.

. . .

Jungkook.

Cuando abrí los ojos intente moverme, pero no podía me sentía muy adolorido estaba tratando de recordar lo que había pasado, pero sentía una presencia y una mirada fija en mi así que decidí levantar la mirada y vi a un hombre sentado en una silla frente mío, trate de mirar, pero no me acostumbraba a la luz del lugar hasta que por fin lo vi.

Era un hombre de unos 25 parecía bastante joven era muy atractivo parecía alguien decente, llevaba puesto una camisa blanca con las mangas por arriba de los ante brazos lo cual dejaba ver las venas marcadas. Un pantalón negro y unas botas negras. Su pelo era largo con mechones de frente y cabellera castaña oscura. Era demasiado guapo.

- ¿Ya terminaste de escañarme con la mirada? – Dijo este en tono burlón.

Cuando me acorde lo que había sucedido mire a mis alrededores y me di cuenta que ya no estaba más en ese galpón. ¿Dónde estaba? Recuerdo que Yoongi estaba por matarme y que luego entraron hombres al galpón y empezaron a dispararles, hasta ahí recuerdo.

- Te estoy hablando. – Me perdí tanto en mis pensamientos que no le estaba prestando atención a ese hombre.

- ¿Dónde estoy? – Pregunte curioso.

- En mi propiedad, ¿Por qué? – Dijo aquel hombre que no conocía.

- ¿Dónde está el maldito de Min? – Pregunte con enojo.

- Lo mate. – Dijo serio.

Me tense al ver la mirada de esté, lo dijo de una manera fría que se me hizo escalofriante.

Me di cuenta que estaba atado en los pies con una cadena. Ya me estaba poniendo nervioso.

- ¿Por que estoy atado? ¿Quién eres? – Pregunte inquieto.

- Tranquilo. Ahora estás conmigo así que estás seguro porque nadie te va hacer daño. – Dijo este sonriendo de costado. Ya me estaba asustando y este enfermo quien era como se atrevía a decir eso.

- ¡Déjame ir! – Dije asustado. Al ver de nuevo las cadenas.

Luego vi como este se puso serio y se acercó a mí.

- Cálmate un poco amor no quiero empezar mal contigo. No me hagas enojar. – Dijo este mirándome fijo de una manera fría.

- Aléjate de mí – Dije nervioso.

- Cuida la forma en la que hablas porque estoy de buen humor o ¿acaso quieres que te corte la lengua? – Dijo este serio.

Me tense al oír lo que dijo. Estaba loco.

- ¿No verdad? – Sonrió para luego levantarse e irse por una puerta.

Me quede quieto en mi lugar tratando de procesar lo que estaba pasando lo que dijo ese hombre ¿Me había dicho amor? Esta loco. Me quede mirando a mi alrededor, estaba en un cuarto pequeño sin nada. Solo eran esas cuatro paredes vacías una puerta y la luz. Empezaba a extrañar mucho a mi familia y a mis amigos no tenía ni idea en donde estaba y si estaba en mi ciudad o en otro país.

Entre en pánico y depresión y las lágrimas me invadieron. Llore sin consuelo alguno así que me dedique a recostarme en ese frio piso y dormir.

. . .

Cuando desperté me encontraba solo sin ese hombre

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Cuando desperté me encontraba solo sin ese hombre. No tenía idea de quien era el, me daba curiosidad. Sabía que bueno no era ya que me encontraba en encerrado y atado.

Tenía hambre, no tenía ni la menor idea cuando fue la última vez que comí algo, pero tenía demasiada hambre y sed. Me encontraba débil por la falta de alimentos y el cuerpo ya me lo hacía saber.

Trate de dormir así no sufría del hambre, pero un ruido en la puerta llamo mi atención.

El hombre que entro estaba todo de negro y con un cubre bocas. Traía consigo una bandeja por lo que parecía ser comida.

- Te traje comida come. – Dijo ese hombre.

Mire la comida con desconfianza. – ¿Qué es? – Pregunte curioso.

- ¿Qué no ves? Es arroz con huevos. – Dijo serio.

- ¿Quién eres? ¿Dónde está el otro hombre? – Pregunte ansioso.

- Come y calla. – Dijo para luego retirarse.

Miré la comida y sin dudar empecé a comer tenía tantas ganas de comer que no me puse a cuestionar como estaba. Mientras comía empecé a derramar lágrimas de impotencia sin parar. Quería irme de ahí, no me hacía bien.

Después de comer me puse a cuestionar ¿Dónde estará aquel loco? ¿Qué quería de mí? ¿Me estarán buscando? ¿Y si no vuelvo a ver a mis padres y a mis amigos?...

. . .

¿Será que pensaban en Jungkookie? 

Dulce Superación / TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora