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Quinto dia

Jungkook ya se había recuperado de aquella gripe atroz que le había dado, me quedé acompañándolo y cuidando de él esa misma noches después de comer con mla chicos y yo un rato con ellos.

Hoy era al quinto día por ende era el último día de joda. Nuestra última noche de boliche. La temática era flúor, todo mi grupo tenía ya preparado lo que se iban a poner para hoy a la noche.

Estaba nervioso y algo deprimido, no quiero que esto se terminará.

Estaba acostado en la cama de Jimin, viendo tiktoks de terror, ambos abrazados por el frío, cuando los coordinadores empezaron a guitar qur teníamos excursión dentro de 15 minutos.

Ambos nos levantamos vagamente y nos preparamos para irnos. Hoy toca paintball. Teníamos que ir bien protegidos porque una bala de esos y te destrozabas.

17:15 pm

Bajamos los dos listos, con buzos y pantalones abrigados ya que también había frío. Esperamos a nuestros Hyungs quienes también venían bien cubiertos por un buzo, dos camperas, guantes, lentes y hasta podía notar que tenían dos pantalones puestos.

Ambos nos reimos al ver que no podían ni caminar por lo abrigados que estaban.

—Que tal me veo— posaba con diferentes poses Jin.

—Ridículo, el vernos no te combina con el rosa— atacó Jimin

—No sabes nada de moda, querido—

Riéndome por ello, veo como a unos metros, baja jungkook de las escaleras abrigado no como mis amigos. Aún mejor con esos lentes negros que ya los conocía.

Veo como me saluda a los lejos con su manito regalándome una sonrisa con sus idénticos de conejo, decolviesole el saludo. Mira hacia atrás para ver si sus amigos lo estaban mirando, pero no, se estaban sacando fotos. Y me tira un beso.

—Tae, ya hay que subir al micro vamos— jimin tira de mi mano para que salga del hotel, dirigiéndonos hasta el bus.


En todo el largo viaje, hablamos tobre jungkook y lo que había pasado anoche dentro de esa pieza.

—Yo no lo podis creer cuando escuche como gemia tu nombre, quedé loca— Dijo Jin poniendo cara de asombro.

— Si, si y cuando te dijo amor, ¡AAAH!, casi llroo— grito alto llamando la atención de todo el micro.

—Gracias chicos, ahora todo el bondi sabe que me comí a jungkook— dije rodando los ojos.

— No solo te lo comiste, también su pi‐ tape la boca de jimin al escuchar también que los coordinadores estaban diciendo que hacíamos llegado.

Bajamos y nos dirigimos hasta un garaje donde estaba todo el preparativo de ropas y armas. Estaba lleno de aceite.

— Esto no me combina nada— quejando se de como el color azul del traje que lo ayudaría a proteger de golpes no cuadraba con el círculo cromático de Jin.

— Esta lleno de grasa y aceite, esto mancha mucho la ropa— dijo jimin evitando tocar el traje con sus manos cubiertas por guantes.

Mar del Plata;; Seven I| KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora