Tiramisú | Chestappen

Enfrenta tus miedos (05)

Contenido con violencia verbal 🗣️

Si no quieres leer sáltate hasta donde esta la estrella ⭐️

Cuando Max abrió la puerta para ingresar a su hogar, se encontró a su padre bebiendo sentado en la sala.

— ¡¿Dónde carajos estabas, Max Emilian?! —

La mandíbula de Max se tensó.

— Salí con unos amigos, padre. —

— En la mañana te pregunté si tenías planes para esta noche y, no me mencionaste absolutamente nada, y ahora resulta... — Jos bebió el resto de su whisky — que saliste con unos "amigos". —

Ambas miradas azules se vieron al mismo tiempo, una era fría y sin sentimiento, y la otra era seria pero cálida.

— Me invitaron de imprevisto, realmente necesitaba un poco de ambiente. — dijo Max mientras le mantenía la mirada en alto a su padre.

— ¡No me mientas! Hueles a puta, maldita sea. —

Max se quedó sin aliento, cómo era posible que el aroma de Sergio fuera detectado por su padre, si antes nunca lo había sentido.

— Alguna omega debió impregnarme mientras estaba distraído, sabes bien que solo busco betas, padre. —

— No, el aroma es muy fuerte, es demasiado dulce, es una porquería de olor. Además, tu aroma está mezclado con el olor de tu putita. —

Max formó fuertes puños con sus manos, le molestaba demasiado que su padre se refiriera con esos términos a Sergio.

— ¡No es ninguna puta! —

Max amenazó a su padre con su mirada.

— ¡Te he dicho que nunca me lleves la contraria, Emilian. Ni mucho menos tienes el derecho de gritarme! —

Jos se acerco a su hijo para proporcionarle una bofetada, la cual Max detuvo en el proceso.

— ¡Ya estoy harto de ti, estoy harto de tus malditos regaños, estoy harto de tu forma de "educarme". Solo déjame vivir mi propia vida, no te entrometas en ella! —

— ¡Adelante, vive tu vida, pero lejos de todos, olvídate de tus hermanas, de tu madre, de tu fortuna, de tu vida lujosa y de mí apellido. Si no aceptas mis reglas, te largas! — dijo Jos mientras se acercaba a su hijo.

— ¡SALES POR LA MALDITA PUERTA Y TE OLVIDAS DE TODOS, NO SEGUIRAS SIENDO MI HIJO, ME DAS ASCO, NO PUEDO CREER QUE ABANDONES TODO POR UNA MALDITA OMEGA! — 

Max comenzó a tener miedo, jamás había visto a su padre de esa forma, sin embargo, ya estaba decidido, hoy le daría fin a esta vida.

— Muy bien, me voy. Porque yo no soy ninguna bestia, yo si sé controlarme, yo si podré cuidar de una familia sin necesidad de ser tan cruel y salvaje. Solo déjame despedirme de mis hermanas y de mi madre. — Dijo Max con voz tranquila.

— ¡NO, solo vete. Y no regreses! —

Jos le aventó la botella de whisky a su hijo.

Por instinto, Max logró esquivarlo.

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— Muy bien, fue un gusto vivir con usted, hasta nunca, Jos Verstappen. —

Max alcanzó a agarrar las llaves de su auto y se marchó del "circo" que era llamado hogar.