Logan KnightMi alarma se encarga de despertarme a la mañana siguiente, apago el molesto ruido estirando mi musculatura en el colchón soltando un gemido de gusto al sentir como cada parte de mi cuerpo recibe sangre correctamente.
Pongo mis pies en el suelo frotándome los ojos haciendo que mi vista se aclare desapareciendo la nube borrosa que la manchaba dificultándome la visión. Camino lentamente hasta el baño de abajo bajando las escaleras con cuidado tratando de no hacer ruido y si lo hago hacer el más mínimo posible, entro en el baño cepillando mis dientes y echándole agua fría a mi rostro despertándome por completo.
Entro en la cocina bostezando, me decido a preparar el desayuno que consistirá en una macedonia de fruta con las piezas que más le gusten a Heather, un chorro de leche condensada por encima y listo. Algo sencillo, pero delicioso.
Comienzo a cortar la fruta después de haberla lavado una por una asegurándome que quedaban bien limpias, deposito los trozos de fresa, uva, frambuesa, manzana, plátano y sandía para poder echarles leche condensada por encima dándole el toque estrella.
Con el cuenco en las manos subo las escaleras tocando la puerta del dormitorio de Heather, oigo su débil "pasa" y le hago caso apareciendo en su campo de visión.
- He hecho macedonia de frutas con leche condensada, ¿tienes hambre? -voy acercándome mientras hablo.
- Mucha. -recibe el cuenco relamiendo sus labios.
Acaricio su mejilla marcada por la almohada y paso un mechón de pelo tras su oreja viendo como se le eriza la piel, a mí se me alborota el corazón sabiendo que sus reacciones a mí no han cambiado en absoluto.
- Gracias... -susurra embelesada con mis ojos.
Siempre me decía lo muchísimo que le gustaban mis ojos pardo.
- No me las des, lo hice con todo el gusto.
Sonríe y comienza a comer mientras yo le robo trozos de fruta teniendo un poco de hambre. Desayuna en silencio mirándome a los ojos y viendo sus pupilas dilatadas recuerdo lo mucho que me gustaron sus besos y me acerco cada vez más a sus jugosos labios llenos de leche condensada llevando mi imaginación muy lejos de la realidad.
Heather no me aleja y es más, deja el cuenco a un lado permitiéndome acercarme aún más rozando sus labios con los míos. Limpio la leche condensada lamiendo mis dedos probando el sabor dulce que baña sus labios.
Termino lanzándome al ver que no hay ningún rechazo por su parte. Mis labios encuentran los suyos enzarzándonos en un beso pasional donde nos tumbamos por completo en la cama quedando yo encima de su cuerpo con ella debajo de mi gran estatura.
Finjo tener el control, pero ella no sabe que con solo verla todo es una fachada. No tengo control de nada.
Nuestras lenguas crean un adictivo puente entre nuestras bocas, las lenguas húmedas y deseosas del otro se entrelazan y rodean obligándonos a sacar un gemido ahogado en la boca del otro.
Sus besos son la gloria, no cambiaría esto ni por todo el dinero del mundo o el mejor balón de baloncesto.
Mis manos tocan todo su cuerpo despojándola de su camiseta y pantalón de pijama viendo su ropa interior de algodón. Sigo besándola mientras le permito quitarme los calzoncillos y rodear mi cuerpo con sus piernas empujando sus talones en mi trasero provocando así que mi miembro desnudo roce en el algodón suave y ligeramente humedecido de su tanga.
Abandono con pesar sus labios besando su mandíbula y delineando la misma con la punta de mi lengua sacándole un gemido bajo, sigo bajando concentrándome en su cuello dejando rastros de saliva por su piel sensible. Siento el pálpito enloquecido de su corazón contra mis labios al pasar sobre su yugular y sonrío raspando su delicada piel con mis dientes erizando su epidermis.
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Una segunda oportunidad [+18]
RomanceLogan es un jugador de baloncesto mundialmente conocido por sus canastas en sus partidos, deseado por muchas, con demasiada experiencia en mujeres, pero sin amor para darles ya que lo entregó todo cuando tenía diecisiete. Heather es gimnasta profes...