Logan KnightRegreso a mi casa guardando la compra en sus respectivos lugares mientras escucho el ruido de la televisión mostrándome que Heather está en el salón, dormida o despierta, pero allí está.
Cuando todo está en su lugar en la cocina camino hasta el salón sentándome a su lado en el sofá.
- ¿Comiste? -le pregunto.
- Ajá.
Aprieto mis labios jugando con mis dedos en mi regazo.
- ¿Te gustó la comida?
- No estaba mal. -se encoge de hombros.
Me desmonto el cerebro buscando la manera de hablar con ella.
- ¿De qué trata el libro que leías?
Gira su rostro y me mira con sus cejas alzadas.
- De lo mismo que tratan todos: puro romance ridículo, como le llamaste hace años. -me recuerda.
Vamos mal, así no está funcionando.
Logan, sabes encestar un maldito balón en una canasta de aproximadamente cinco metros y no sabes cómo hablar con la mujer que te tenía vuelto loco hace años, eres idiota.
Yo puedo, vamos, yo puedo.
- Tenía diecisiete y no me gustaba leer, también una de mis pasiones era sacarte de quicio, te veías bien enfadada... cuéntame ahora, por favor.
- Tienes veintiséis, sigue sin gustarte la lectura y no veo la razón por la cual estamos recordando lo mucho que te encantaba hacerme enfadar. -contraataca.
¿Se ha vuelto imposible hablar con ella o es que ya no conozco nada de ella y no sé cómo hablar?
- Lo estamos recordando porque me gustaría que me hablases del libro que leías.
Ella se levanta y sube las escaleras, suspiro relajándome en el sofá, pero cuando regresa vuelvo a tensarme. Me lanza el libro a las piernas.
- Lee la sinopsis si tanto te interesa. -dice volviendo a sentarse.
Resoplo y acaricio el libro con la yema de mis dedos usando la mayor delicadeza del universo. Realmente no me interesa en lo más mínimo este libro, solamente quería buscar alguna conversación con Heather.
Estuve pensando estos últimos días en que a lo mejor podíamos volver a intentar al menos llevarnos bien, poder reírnos juntos, confiar en el otro al menos un mínimo. Eso intento, intento acercarme a ella de nuevo, pero al parecer va a ser difícil. A menos que yo la lleve por donde deseo sacándola de quicio y creando una discusión donde la haga soltar eso que se calla.
No es la opción más sana, pero es la única que veo ahora mismo.
Dejo el libro con fuerza en la mesa central que tenemos frente a nosotros sobresaltándola en su lugar.
- ¿Qué tengo que hacer para que me hables como antes lo hacías, Heather? ¿Cuánto dinero debo pagar? ¿Cuantas canciones debo cantarte? ¿Cuantas veces debo intentarlo? ¡Dime qué cojones hacer! ¡¿Qué te hará volver a mí?!
- Ahora resulta que sí quieres volver a lo de antes, creí que me odiabas.
- Tú eres la única persona en el mundo que puede dañarme hasta matarme en vida y jamás ser odiada por mí. -confieso.
- Bien masoquista por tu parte, Logan.
- Heather, dime, ¿qué hago? ¿Quieres que me arrodille? ¿Quieres una súplica más directa? ¿Quieres más chocolate? ¿Qué quieres, joder?
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Una segunda oportunidad [+18]
RomansaLogan es un jugador de baloncesto mundialmente conocido por sus canastas en sus partidos, deseado por muchas, con demasiada experiencia en mujeres, pero sin amor para darles ya que lo entregó todo cuando tenía diecisiete. Heather es gimnasta profes...