Una segunda oportunidad [+18]

CAPÍTULO VEINTICUATRO: «Conociendo tus amistades»

Heather Stone

Logan ha organizado una salida con sus dos mejores amigos aquí en Miami llamados Jeremiah y Unne, dos gemelos casi idénticos. Según Logan podré diferenciarlos a la perfección sin problema ninguno, aunque con la fotografía que me enseñó mi novio me preocupó verlos exactamente iguales.

Eran dos hombres rubios, de estatura elevada, con sus ojos azules del mismo tono y la misma forma del rostro. Estoy deseando que alguno tenga un tatuaje o joya que me ayude a diferenciarlos. Ahora mismo estoy tan nerviosa que me sudan las manos una barbaridad.

- Tranquila, nena... va a ir bien. -me calma Logan acariciando mis hombros mientras yo me encuentro frente a mi armario sin saber qué ponerme.

El plan es ir al cine y después cenar en cualquier restaurante económico donde podamos estar cómodos.

- No voy a ser capaz de diferenciarlos, ni siquiera recuerdo quién era Jeremiah y quién era Unne. -señalo la pantalla del móvil que tengo en la mano con los dos chicos enfocados para buscar alguna diferencia.

- Él es Jeremiah, él Unne. -los señala.

Asiento con mi cabeza reconociendo cuál es cuál por la posición en la foto, sino ni idea así que sigo en las mismas.

- ¿Tienen algún tatuaje con el que podré identificarlos? O una joya, con eso también me basta.

- Sus tatuajes son en el torso, puedo decirles que uno se ponga una cadena en el cuello si quieres. -susurra besando mi cuello.

Lleno mis pulmones de aire evitando caer en la tentación pensando en que aún no se me ha ido por completo mi periodo, estoy manchando muy ligeramente.

- No, no hagas eso, sería vergonzoso. -niego.

- Te serviría de ayuda. -se encoge de hombros.

Niego y elijo la ropa decantándome por un pantalón vaquero con una camiseta básica sin complicarme mucho sabiendo que el plan será de lo más común e informal.

Me cambio frente a Logan girándome y encontrándole mordiendo su labio inferior con la mirada llena de lujuria.

- Casi no te entra el culo en el pantalón. -comenta.

- Eres un asqueroso. -le digo riendo.

- Te encanta, no mientas.

Yo sonrío eligiendo accesorios como pulseras o collares colocándome los mismos con cierta dificultad para cerrar los broches, en algunos recurrí a Logan para que me ayudase.

Cuando salimos de la casa una hora después y subimos al coche los nervios regresan y vuelvo a coger el móvil de Logan buscando la imagen de los gemelos tratando de buscar una diferencia.

- ¿Se vestirán iguales? -pregunto atemorizada.

- No, yo te diré los nombres cuando los veamos y así los reconoces por sus prendas de ropa. -me acaricia la pierna mientras conduce mirando la carretera.

Suspiro y trato de disfrutar el trayecto admirando la belleza de Miami, pero mi mente no deja de pensar en los gemelos. De verdad que no quiero pasar vergüenza al confundirlos, sería un momento donde desearía que el planeta me tragase llevándome al núcleo de la Tierra.

Llegamos al centro comercial y subimos hasta la planta más alta encontrando allí a los dos chicos rubios en la entrada del cine. Sujeto la mano de Logan apretando sus dedos y él lleva el dorso de mi mano a sus labios depositando un suave beso sonriéndome cuando dirijo mi mirada hacia él.