CAPÍTULO VEINTIDÓS: «Una declaración digna de boda»

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Heather Stone

Despierto a la mañana siguiente estando sola y desnuda en mi cama con las piernas adormecidas y con un picor molesto en mis ojos por las pocas horas de sueño y lo que lloré anoche cuando Logan se quedó dormido porque comencé a pensar y como siempre digo: la cabeza es tu peor enemigo.

La puerta de la habitación se abre y por esta entra Logan inclinándose en la cama para besarme la frente deseándome los buenos días.

- Hola. -susurro sin mucho entusiasmo.

- ¿Qué sucede, pequeña? -frunce su ceño mirándome de lejos.

- Nada, ¿por qué preguntas?

- Tienes los ojos rojos y los labios hinchados, parece como si hubieses estado llorando.

¿Por qué me conocerá tan bien? Nunca puedo ocultarle nada y eso me enfurece en cierta manera.

- Los ojos será por no dormir y los labios por tus besos anoche, bebé, no me pasa nada. -miento.

Si las cosas por las que lloré fuesen reales y lógicas le contaría todo, pero sé que son miedos míos que no son necesarios de contar. O a lo mejor sí, pero si él no los sabe tampoco va a influir en la relación.

- Está bien -me abraza y en el oído me susurra-: ¿Seguirás mintiendo de esta manera tan descarada, nena?

Me alejo mirándole a los ojos.

- ¿De qué hablas? -me hago la desentendida.

- Te conozco mejor que a mí mismo, esa rojez en tus ojos no es por falta de sueño y lo hinchado de tus labios es por haber llorado. Dime que te pasa para poder ayudarte, mi amor.

Muerdo mi labio conteniendo mis lágrimas y el temblor en mis labios.

- No me pasa nada, Logan, no te preocupes. -continúo con la mentira.

- Vale, pequeña, no voy a obligarte a que me cuentes, jamás te he obligado a nada y no comenzaré hoy. Voy a regresar a la cocina, estoy haciendo el desayuno, baja cuando quieras. Te quiero. -da un último beso en mi frente y se marcha sin esperar mi respuesta a su "te quiero".

Se ha molestado, siempre lo ha hecho porque se frustra al no poder ayudarme ya que no le cuento lo que realmente me sucede si es respecto a él.

En momentos como este mis traumas actúan por mí, me aterra que le yo le hable con sinceridad sobre lo que siento y pienso y él le reste importancia como hacia mi papá. Y Logan nunca me ha dado razones para temer eso, pero vuelven mis traumas y mis mayores heridas en el corazón en momentos como estos haciéndome incapaz de hablar con naturalidad.

Mis ojos se llenan de lágrimas y las suelto aprovechando la soledad de la habitación pensando que es injusto para las personas que me rodean que yo sea así, tan complicada, estando tan traumatizada, siendo tan yo con mis pros y contras.

Sé que debo aprender a hablar sobre lo que siento, pero, ¿cómo reúno la valentía necesaria para ir a la cocina y decirle a Logan que le imaginé aburriéndose de mí por todo el tiempo que pasamos juntos? ¿Cómo le explico que me auto saboteo cuando todo va de maravilla? ¿Cómo puedo no quedar como loca al contarle que le imaginé abandonándome?

Mi conciencia dice que simplemente debo vestirme, ir y hablar soltando ese nudo en la garganta que me impide vivir, pero mis piernas no funcionan, mis neuronas no les mandan las señales para levantarse.

La puerta se abre y yo trato de secar mis lágrimas, pero no me da tiempo y termino mirando los ojos dolidos de Logan.

- ¿De verdad no me contarás? -pregunta llevando sus manos a su espalda cerrando la puerta.

Una segunda oportunidad  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora