"Entre mas tardes en aceptar lo que sientes más difícil será el dejarlo ir"
Nerea:No podía ni tomar un pincel sin sentir esa mirada tan penetrante. Miraba de reojo y Aidan seguía observándome con mucho enojo. No podía concentrarme; no entendía qué había hecho.
—La pintura... —dije en voz alta.
Aidan me había preguntado para quién la había hecho, pero ¿para qué querría saber eso? Estaba inmersa en esos pensamientos cuando escuché la voz de Lidia.
—Alice, ¿estás bien? —preguntó Lidia.
—¡Eh! Ah, sí —contesté.
—Es que te estás pintando el brazo —dijo, señalando mi brazo izquierdo.
Sin darme cuenta, estaba moviendo mi mano con el pincel sobre mi brazo y me había pintado todo de negro.
—¡Mierda! —exclamé, levantándome—. Gracias, Lidia. Me quedé pensando y... bueno, gracias.
—No hay de qué —respondió, extendiéndome un paño con removedor de pintura—. Ten cuidado.
—Gracias —tomé el paño, y Lidia se alejó hacia su lugar mientras comenzaba a frotar con fuerza mi brazo.
—Señorita Alice, si gusta, vaya al tocador para terminar de quitarse la pintura del brazo —dijo mi madre al verme.
—Sí, gracias —respondí, dejando todo a un lado y caminando hacia la salida del salón, directo al baño.
Entré, abrí la llave del lavabo, puse mi brazo bajo el agua y lo froté con fuerza junto con el paño. Al cabo de unos minutos, toda la pintura se había borrado. Cerré la llave, exprimí el paño y lo doblé a un lado. Volví a abrir la llave del agua, me agaché para lavarme la cara. Cerré la llave, tomé un poco de papel y me sequé el rostro.
Por un momento, me quedé mirándome en el espejo, tratando de descifrar qué debía decir.
—Le contestaré su pregunta cuando lo vea —dije para mí.
Tomé el paño y salí del baño, tallándome los ojos, cuando de repente choqué con alguien.
—Lo siento —dije, volteando hacia enfrente. Era Aidan. No pude evitar ponerme nerviosa.
—Está bien, te estaba esperando —contestó.
—¿A mí? —pregunté.
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El Laberinto Dentro De Nosotros
Dla nastolatków¿Alguna vez has sentido que tu vida es un laberinto lleno de encrucijadas y caminos inesperados? Mi historia es así, llena de curvas, salidas y desvíos que solo yo conozco. Pero entre esos caminos se esconde un misterio: un chico de suéter amarillo...