"La vida no tiene un guión ya predispuesto , cada uno escribimos la nuestra, y tenemos la elección de cambiarla"
NEREA :Pasaron días en los que Aidan y yo parecíamos vivir en un pequeño mundo donde nuestra tranquilidad y conexión eran lo que lo sostenia. Nos dedicamos a compartir momentos simples, pero significativos: caminábamos por el parque hablando de mil cosas, descubríamos pequeñas cafeterías escondidas, y nos perdíamos entre películas que parecían haber sido elegidas especialmente para esos instantes que compartíamos. Con cada paseo, sentía cómo se iba creando un vínculo más profundo, una cercanía que me hacía sentir segura y especial.
Había algo en su manera de observarme cuando pensaba que no me daba cuenta, en la forma en que me tomaba de la mano o simplemente me dedicaba una sonrisa. Cada gesto me daba esperanza y la impresión de que, tal vez, había algo real entre nosotros.
Sin embargo, como siempre como parte de una maldición en mi vida un día, las cosas cambiaron.
Aidan había prometido pasar por mí en la universidad después de clases. Al verlo llegar, una alegría involuntaria se desbordó en mí, y sin dudarlo, corrí hacia él. Quería abrazarlo, sentir que esa conexión seguía ahí. Pero en el último segundo, él se hizo a un lado, como si esquivara mi gesto, y me quedé congelada, con una sonrisa confusa en los labios.
-¿Nos vamos juntos a la clase de pintura ? -dijo en un tono inexpresivo, casi distante.
Asentí, aún desconcertada, tratando de entender lo que acababa de pasar.
Soy yo o ¿Rechazo mi abrazo? ¿Acoso hice algo? ¿Dije algo malo?
Esos pensamientos se amontonaban en mi mente sin querer, caminamos juntos en silencio hasta el aula, pero algo en él no se sentía igual. Durante los días pasados, la conversación fluía con facilidad, como si nunca faltaran palabras o sonrisas. Pero hoy, sus respuestas eran cortas, y aunque su cuerpo estaba a mi lado, parecía que su mente estaba en otro lugar, lejos de mí.
Intenté concentrarme en mi clase, en el movimiento de los pinceles y los colores que se mezclaban en el lienzo, pero era imposible ignorar su a unos metros de mi, y más aún la distancia que había puesto entre nosotros. Mi mente no dejaba de darle vueltas, buscando alguna explicación, o algún indeciso de lo que pasaba.
Al terminar la clase, el silencio entre nosotros se volvió insostenible. Me acerqué a él, decidida a preguntar, a saber si algo iba mal o si dije algo mal.
-Aidan... ¿estás bien? -murmuré, tratando de sonar tranquila, aunque mi voz temblaba un poco.- Si yo hice algo....
Él me miró, abriendo sus ojos de par en par, Pero a la vez con una expresion como si estuviera peleando con algo que no quería decir en voz alta. Finalmente, me acarició el cabello con una suavidad.
-Sí, todo bien, Nerea -contesto interrumpiendome y sonriéndome con una expresión extrañamente forzada-. Hoy no podré acompañarte de regreso, tengo... algo que hacer. Pero luego nos vemos, ¿sí?
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El Laberinto Dentro De Nosotros
Roman pour Adolescents¿Alguna vez has sentido que tu vida es un laberinto lleno de encrucijadas y caminos inesperados? Mi historia es así, llena de curvas, salidas y desvíos que solo yo conozco. Pero entre esos caminos se esconde un misterio: un chico de suéter amarillo...