MALYSH ⨳ HYUNLIX

O12.

Algo no está bien. Recuerdo que HyunJin mencionó una reunión importante prevista para esta mañana. Son más de las nueve y todavía no ha salido de su habitación. Escuché su teléfono sonar alrededor de las ocho, y luego a él hablando con alguien. Quince minutos más tarde, Valentina vino a traer el desayuno, diciendo que HyunJin indicó que me lo dejara a mí.

Tal vez debería ir a ver cómo está. Dejo el pincel en el pequeño plato que tengo cerca del lienzo, me limpio las manos y me dirijo a la habitación de HyunJin. De repente, su puerta se abre y él sale rodando hacia la cocina. Solo lleva puesto un pantalón de chándal, con la parte superior del cuerpo a la vista, y no puedo dejar de mirarlo.

HyunJin ni siquiera se da cuenta que me acerco. En cambio, se dirige a los cajones que hay cerca del fregadero y empieza a rebuscar en el de arriba. Cuando no encuentra lo que busca, murmura algo en ruso, cierra el cajón con un golpe y pasa al siguiente.

—¿Necesitas ayuda?

—No — arremete.

Lo veo sacar un frasco blanco del cajón, sacar dos pastillas y tragárselas.

Vuelve a mirar el frasco, saca otra pastilla y vuelve a tirar el frasco al cajón. Mientras coge el agua de la nevera, aprovecho para echar un vistazo a la etiqueta y ver qué ha tomado. Son analgésicos. Finalmente, gira su silla para mirarme, y jadeo.

—Estás hecho una mierda. —Su cara está pálida y sus ojos inyectados en sangre—. ¿Has dormido algo?

—La verdad es que no.

Lo sigo a su habitación y veo cómo entra en el vestidor y vuelve con un pantalón y una camisa en el regazo.

—¿Qué estás haciendo?

—Tengo una reunión en veinte minutos. Por favor, vete, tengo que cambiarme.

—No estás en condiciones de ir a ninguna parte, HyunJin.

Me ignora, pone su ropa en la cama de al lado y empieza a levantarse de la silla de ruedas, pero en el momento en que intenta enderezarse, un siseo se le escapa de la boca y se deja caer de nuevo.

—¡Que se joda!

—Bueno, supongo que esto significa que no habrá ningún desnudo en un futuro próximo —digo—. Venga, vamos a meterte en la cama.

—La cama no funcionará. Mi rodilla está rígida, no puedo enderezar la pierna.

—¿Qué tal el sofá? Podríamos poner algo bajo tu pierna y ver una película.

HyunJin me mira como si estuviera loco.

—No puedo pasar el día viendo películas. Tengo un imperio criminal que dirigir.

—Sí, hoy no vas a correr a ningún sitio, ni literal ni figuradamente. Acabas de tomar una triple dosis de analgésicos, así que probablemente estarás fuera en menos de una hora, durmiendo como un bebé.