MALYSH ⨳ HYUNLIX

O15

Ladeo la cabeza hacia un lado y miro el gran lienzo que tengo delante. Demasiado brillante. Agarro la paleta y uso el pincel para mezclar más negro con el gris pálido, y luego empiezo a añadir sombras más nítidas.

Cuatro piezas están hechas y a la espera de ser enviadas a la galería. Diez, si se suman a las seis que envié antes que mi vida diera un giro tan drástico. Tengo que terminar cinco más antes del final de la semana que viene para cumplir el plazo de la exposición. Sin embargo, tendrán que esperar, porque he decidido trabajar en el siguiente tipo grande.

Normalmente, termino primero todas las piezas estándar y trabajo en la pieza principal al final. Esta vez no. Parece que HyunJin no solo ha conseguido desordenar mi cabeza, sino también mi proceso creativo.

No lo he visto mucho en las últimas dos semanas, por lo general solo por las mañanas, antes que baje a su oficina a hacer lo que sea que hagan los señores del crimen de la mafia, y por las noches cuando regresa a cenar. Me aseguro de pasarme por su despacho al menos dos veces al día, siempre en los momentos más inoportunos. A menudo, hay alguien más dentro con él. A la ida y a la vuelta, deambulo por la casa, reordenando las plantas y los cuadros o haciendo idioteces similares.

Aparte de eso, paso la mayor parte del tiempo en la suite, lo que me ha dejado mucho tiempo para pintar.

Ayer, NamJoon vino a darme un curso rápido para novatos sobre la colocación de los bichos. Esperaba que implicara cables y andar a escondidas con un destornillador, desatornillando rejillas de ventilación y colocando pequeños micrófonos en el interior. En cambio, me dio unas cosas de plástico negro que parecían cargadores de teléfono, solo que sin cables. Todo lo que tenía que hacer era entrar en una habitación y conectarlo a un enchufe que no estuviera a la vista. Aterrador. En el momento en que se fue, recorrí toda la suite dos veces, comprobando cada enchufe.

Hoy, sigo luchando contra un impulso persistente de mirar cada enchufe por el que paso.

Bajando el pincel, doy unos pasos atrás y miro a mi gran criatura con una enorme sonrisa en mi rostro. Sí, es perfecto. Con cuidado, giro el cuadro para que esté de cara a la pared y no a la puerta, por si entra HyunJin. Nunca entra en mi habitación, pero no está de más ser más cuidadoso. No quiero que vea al grandullón antes de la exposición, por lo que he decidido trabajar en él en mi habitación en lugar de al lado de la gran estantería donde trabajo en mis otras obras.

Miro el reloj de la mesita de noche y luego mi reflejo en el espejo. Estoy cubierto de pintura negra y roja hasta los codos, y tengo varias manchas grises y rojas por toda la camisa. También tengo algunas en la cara. Mi entrega llegará pronto, probablemente debería cambiarme y lavarme la cara y las manos antes de bajar a esperarlos.