#10

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Así que sin querer seguir dándole vueltas al asunto, alzó la mirada y, entre toda la multitud logro visualizar a aquel chico del que se había enamorado, con una brocha de fruta caramelizada y una crepa en sus manos, pero en una mano traía una muy pequeña flor de girasol.

— Eh vuelto. — dijo sentándose a su lado y, colocando la pequeña flor detrás de la oreja de Izuku haciendo que se uniera con su cabello.

— ¡Oh!, ¿Una flor de girasol?.

— Si, la encontré por ahí, así que pensé que podría gustarte, además me gusta como el amarillo hace resaltar tus lindos ojos y la manera en la que hace brillar tu cabello.

A decir verdad, Katsuki estaba mintiendo acerca de encontrarse la flor por el camino, pues en realidad la flor se la trajo Denki, pero se le olvido especificar el tamaño de la flor, por lo cual le trajo una muy pequeña, pero igualmente había funcionado.

—  ¿Solo compraste una de cada una?. — pregunto Izuku apresuradamente.

Trato de cambiar la conversación, ya que sabía que su rostro probablemente estaba demasiado rojo y que su corazón podía estallar en cualquier momento si permitía que Katsuki dijera más cosas.

— Si, ya que la podemos compartir, ¿No?. 

A Katsuki no le molesto el hecho de que cambiara la conversación, ya que sabia perfectamente que Izuku se estaba muriendo al escucharlo hablar de esa manera.

— Supongo que sí.

Izuku no estaba tan seguro de su respuesta, pues él tenía la idea de que solo las parejas podían compartir, en cambio él y Katsuki no eran nada, pero decidió no prestarle atención y, solo concentrarse en disfrutar de la crepa y fruta que tenía entre sus manos.

— ¡Está delicioso!. — exclamó Izuku felizmente.

— ¿No me darás, aunque sea un poco?. 

— ¡Oh!, lo siento, toma. — hablo mientras le extendía la crepa entre sus manos a Katsuki. 

Pero en un movimiento rápido Katsuki dio un gran mordisco.

 — ¡Oye, pero casi te la acabas de un mordisco, Kacchan, eres muy malo!. — exclamó con un pequeño y lindo puchero como si de un niño pequeño se tratara.

En cambio solo pudo escuchar una risa proveniente de Katsuki, era la primera vez que lograba escucharlo reír de esa manera tan genuinamente, estaba casi por anochecer, así que los ligeros rayos del atardecer le dieron una hermosa imagen  de Katsuki riendo a su lado, sin duda alguna era algo que recordaría toda su vida.

°
°

La noche ya estaba comenzando a hacerse presente, así que Katsuki tenía que empezar a llevar a Izuku a la rueda de la fortuna.

Así que sin pensarlo, tomo de la mano a Izuku y lo guio hasta donde se encontraba la rueda de la fortuna, Izuku no pudo ni siquiera protestar, aun que realmente no quería hacerlo, solo se dejó guiar por aquel chico que sostenía su mano firmemente.

— ¿A dónde vamos, Kacchan?. — pregunto finalmente. 

— A un lugar especial, donde solo estemos nosotros dos.

Fue lo único que dijo, ya que a partir de ahí Katsuki e Izuku no hablaron nada, no hasta llegar al destino.

— Aquí es. — dijo señalando la rueda de la fortuna, que se iluminaban con diferentes colores.

Izuku no podía creer esto, su madre le decía que era muy pequeño para ese tipo de atracciones cuando era un niño, pero ya no lo era más.

Así que su primera vez sería con Katsuki, el chico el cual amaba, estaba muy feliz y emocionado, en cambio, Katsuki comenzaba a sentirse nervioso, pues se acercaba la hora de su tan esperada declaración.

Let Me Know • BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora