. ݁˖ .𝓐: Hyunjin es trasladado a un internado por distintos problemas. Felix, su compañero de habitación, es interesante. El pecoso luce tener una buena conducta, pero mala personalidad; ¿por qué habrá entrado? Le intriga mucho su compañero, con s...
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Se levanta de un espanto. ¿¡Qué ha sido ese grito!?
Sube la espalda del colchón con prisa. Mira a su compañero, que abraza la pequeña pecera mientras solloza.
-¿Por qué gritas? ¿Qué ha pasado?- le preocupa su llanto fuerte, así que corre a darle un abrazo.
Él se despega del cristal y se aferra a su cuerpo. Aprieta esa espalda fuerte y pequeña, sin entender nada.
-¿Te has hecho daño?- besa su cabello, tratando de cesar sus desgarradores gritos.
Observa cada parte de su rostro mojado y torcido en dolor.
Limpia ese rastro de tristeza, aunque se renueva.
Le da un vistazo a la pecera pequeña que abrazaba.
Oh...
Le deja de lado un momento y se acerca.
Traga duro. Toca el vidrio.
Mira de nuevo al rubio, que se está fundiendo a lloros.
Enreda los brazos por su cuello y consuela cada lágrima que eche.
-Vamos a comprar otro, te lo prometo.- él niega.
-¡¡No!! ¡¡Yo quiero a miPoseidón!!- frota la mejilla por sus hebras, tratando de relajarle y tranquilizarse.
-Ya lo sé, Yongbok, pero no podemos hacer nada más...- él le da un empujón y se junta al cristal de nuevo, donde todavía quedan esos pequeños dos peces de tonos y brillos contrarios.
-¡Déjame en paz!- da un paso adelante y soba su espalda.
Él también lo ha sentido. Esa pequeña puñalada de dolor por el pez. Pero más le duele el estado de su hermoso chico.
-Voy a vestirme, ¿vale? Te dejo un momento.- toca ese pómulo húmedo.
Algo dudoso, idea una acción rápida.
La vergüenza le recorre por todos los poros del cuerpo. Prefiere no hacerlo.
Agarra su uniforme y se encierra en el lavabo.
Se mira al espejo y aparta su pelo alborotado de la frente. Suspira ampliamente.
