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Lo que realmente asusta a Vaggie más que cualquier otra cosa, es la rapidez con la que acepta que la idea de Charlie tiene sentido. Ella conoce muy bien la relación de Charlie con los Pecados que viven dentro de ella, así que sabe que no bromearía ni sugeriría algo como eso si no estuviera segura. Si dice que se siente más ligera, como si se hubieran ido de su corazón, entonces ella le cree.
Lo cual, en una lógica extraña, significa que la Charlie sentada en la mesa son sus pecados.
Después de todo, la Charlie en cuestión sonríe en el silencio que sigue a esas palabras y se inclina hacia atrás, moviendo su cola casualmente y levantando un dedo índice. ーDing ding ding. ー chasquea la lengua y Vaggie puede ver las dos puntas. ーEn carne y hueso. Literalmente.
Vaggie aprieta los dientes. ーEntonces lo sabías. ¿Por qué no nos lo dijiste?
La diablesa la mira y Vaggie se siente como si estuviera congelada en su lugar. Siempre ha habido algo increíblemente atractivo en la forma demoníaca de Charlie (Vaggie no excluye que tenga algo que ver con el sentimiento prohibido de todo; el ángel caído y el demonio, en la más pura esencia) y ahora mismo, la mirada que le están dando…
Sí, son los pecados de Charlie, de eso no hay duda. Vaggie reconoce la mota de Lujuria y Orgullo, y el movimiento de la boca que hace la Gula. Conoce a Charlie lo suficientemente bien como para leerlo en el rostro de su imitadora.
ーMe gusta verte retorcerteー, responde la diablesa, lo que casi hace que Vaggie trague saliva, y evita hacerlo solo al darse cuenta de que Charlie se está moviendo, molesta, a su lado. Entonces, la diablesa bosteza dramáticamente y agita la paleta que tiene en la mano; ーAdemás, puede que sepa quién soy, pero no sé cómo llegué aquí. Debería estar en el corazón de nuestra muñequita. Así que vayan y encuentren una solución, ¿quieren?
ーQué carajoー, sisea Husk.
Nadie más sabe realmente acerca de los pecados de Charlie, o al menos, no tanto como lo sabe Vaggie. Los demás han visto su forma demoníaca, por supuesto, pero no saben la magnitud de lo que puede llegar a ser. Cómo el Orgullo puede ser un muro de piedra con el que hablar a veces, cómo la Avaricia y la Envidia la hacen increíblemente posesiva, cómo la Pereza puede ser imposible de convencer, cómo la Ira es una furia espantosa; y Vaggie sabe que Charlie lucha constantemente contra esos pecados para nunca permitir que sean demasiado. Ha habido pocos y escasos momentos en los que Vaggie haya tenido que intervenir firmemente.
Pero ahora mismo no sabe cómo manejar esta situación. Esa no es Charlie. Son... Sólo sus pecados.
A Vaggie le empieza a doler la cabeza.
La estática de radio de Alastor zumba en su oído, como si no tuviera ya suficientes problemas. ーSugieroー, dice el overlord, ーque contactemos al Rey. Supongo que si alguien puede tener una idea de cómo se ha producido tal inconveniente, podría ser él.
La diablesa, los pecados, el demonio de Charlie, le gruñe rápidamente. ーLlámame inconveniente otra vez… ー Y Vaggie, por una vez, debe estar de acuerdo con ella siempre y cuando se lo diga a Alastor.
ー¿Qué se supone que debemos hacer con ella?ー Murmura Husk.
ー¿Cómo se supone que debemos llamarla?ー Responde Angel.
La sugerencia de Alastor es, a regañadientes, una buena idea, al igual que las otras dos, especialmente la última. Vaggie se pone las manos en las caderas y se vuelve hacia la diablesa una vez más: ー¿Tienes… un nombre?
Parece que cada pregunta que se hace es una especie de trampa, que probablemente sea el objetivo de los pecados. Ella le lanza una sonrisa con colmillos y una vez más desata sus piernas para cruzarlas en sentido contrario, moviendo su casco como si siguiera el ritmo de una melodía que no existe.
ーOh, tengo muchosー, sonríe. ーSu Majestad, Su Alteza, Princesa Charlotte Morningstar del Infierno…
ーEsos son mis nombresー, responde Charlie con los brazos cruzados, su tono de voz firme.
La otra se encoge de hombros. ーNo te veo usándolos, muñequita.
Charlie casi gruñe, un sonido que surge directamente de su garganta. Nadie parece saber cómo reaccionar, excepto Niffty, que se ríe de esa manera diabólica y francamente espeluznante que tiene: ー¡Oooooh, ella es la Bad girl definitiva!
Vaggie duda, luego siente la mano de Charlie en su hombro e inmediatamente levanta la suya para sostenerla. Charlie la mira, un poco insegura.
ーYo... la llamo Demonio, normalmente, en mi cabeza…
ーPatéticooooo. ー se lamenta Niffty, pero Vaggie la ignora.
ーDemonioー, repite, asiente y mira a la diablesa. ー¿Está bien para tí?
Ella no parece particularmente impresionada, pero simplemente se encoge de hombros. Se mueve un poco sobre la mesa para poder levantar un casco directamente sobre ella, dejando la otra pierna colgando y balanceando su cola.
ーMientras lo grites más tarde, está bien.
Vaggie casi se ahoga con su propia saliva. Charlie salta, un ‘¡¿Qué?!’ agudo saliendo de sus labios.
El demonio simplemente abre la boca en silencio, envolviendo su lengua bífida y extremadamente larga alrededor de la paleta, en espiral, y luego se mete toda la paleta en la boca de una sola vez, incluso el palo de plástico, con un fuerte gemido.
Excelente. Ahora todos están incómodos.
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