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Cuando lo llaman y le explican la situación, Lucifer no se sorprende menos que los demás.
Una vez que se ha calmado, al menos se le ocurre algún tipo de explicación: cree que probablemente todo pasó a causa del rayo de luz sagrada que Adam disparó contra el hotel. Charlie no fue golpeada directamente, sin embargo, al ser una hellborn (y la hija del Rey y la Reina del infierno) nunca debería acercarse tanto a una fuente de poder celestial puro.
No esperaba que el efecto colateral de hacerlo fuera que los pecados de Charlie se separaran literalmente de ella.
Entonces, es verdad.
Esta es la confirmación final y Vaggie se toma un momento para procesarla: esa es efectivamente el demonio de Charlie, el que aparece cuando los Pecados la abruman. Por eso Charlie dijo que se siente más ligera: los pecados han sido eliminados de su cuerpo y ahora han tomado una forma física.
Buenas noticias: Lucifer no cree que esto sea permanente. Irónicamente, la maldición del pecado está demasiado profundamente ligada al alma de Charlie como para ser cortada por mucho tiempo. Con suerte, mañana todo volverá a la normalidad y para entonces el demonio habrá desaparecido.
Malas noticias: alguien tiene que vigilarle hasta que eso suceda. Y aunque Lucifer jura que con gusto les ayudaría, también afirma que no sería la mejor idea dejarle a su cuidado la encarnación literal de los pecados de su hija, ya que también tiene una forma de demonio similar. Y si eso era de alguna manera contagioso, no querrían que los propios pecados de Lucifer anduvieran por ahí, ya que sería aún peor.
Vaggie siente que eso es una excusa, pero no hay mucho que puedan hacer. Entonces, el demonio se quedará en el hotel por un día. Son seis de ellos contra unos pecados encarnados, ¿qué tan malo podría ser?
…
La respuesta es bastante mala. En menos de tres horas, el demonio ha vuelto locos a todos.
Alastor es el primero en excusarse, diciendo que tiene algunos asuntos importantes que hacer con Rosie y que volverá mañana; inclina la cabeza y le sonríe directamente a Vaggie mientras desaparece en una sombra de estática negra. Ese imbécil.
Es comprensible que Charlie esté molesta y esté tratando de evitar a su otra yo tanto como sea posible, por lo que Vaggie está a cargo de mantener al demonio bajo control. Ella es la más indicada para hacerlo, reconoce los diferentes pecados que se apoderan de ella, ya los conoce, los ha visto en Charlie.
Sin embargo no, esto no significa que tenga éxito en controlarlos.
El demonio se apoya contra el mostrador con un tono sensual que casi incómoda al mismísimo Angel Dust, luego envuelve su cola alrededor del tobillo de Husk, levanta su barbilla con una mano llena de garras, y el bartender decide que ciertamente no le pagan lo suficiente como para lidiar con la Lujuria personificada, por lo que se toma el día libre.
Vaggie está casi agradecida; Charlie (no es Charlie, no, ¡pero sigue viéndose como ella!) coqueteando con Husk no era algo que quisiera ver, y por la mirada que ella y Angel intercambian, no es algo que le encante a él tampoco.
…
Niffty parece estar extremadamente interesada en esta versión de Charlie.
Sigue saltando a su alrededor con entusiasmo, por lo que Vaggie tiene miedo de que despierte la ira que hay en ella.
Lo que no espera, sin embargo, es ver al demonio recostarse en el sofá que Niffty acaba de limpiarle y desenvolver una barra de chocolate y tirar el envoltorio al suelo con un bostezo perezoso.
Pereza, eso es. Ella empuja las almohadas, se da vuelta boca abajo, mueve su cola para hacer caer algunas botellas de la mesa de café como un gato arisco. Y una vez que le dice a Niffty que probablemente debería limpiar ese desastre, la pequeña rompe a llorar y sale corriendo. Otra menos.
Vaggie quiere regañar a la encarnación de pecados, pero en el momento en que la mira, se encuentra con una sonrisa de orgullo y un par de ojos que simplemente matan cada palabra que tenía en la garganta.
Maldita sea. ¿Por qué tiene que parecerse tanto a Charlie?
…
El último en caer es Angel, y es culpa de Vaggie, sinceramente, por dejarlos a los dos solos. Estaba segura de que él podría arreglárselas. Incluso parecía llevarse bien con ella en cierto momento, aún si todavía era difícil olvidar que tenían la misma cara de Charlie.
Pero cuando Vaggie regresa al salón principal, encuentra a Angel saliendo enojado: y cuando le pregunta qué pasa (Vaggie nunca admitiría que está preocupada por él, pero si Lujuria ha hecho o dicho algo que lo incomode, sabe que Charlie se sentiría culpable por el resto de su inmortal vida) Angel solo afirma que no pasará ni un minuto más con alguien que insulta la cocina italiana a como ella lo hace.
Al parecer, algo que dijo sobre las piñas y la pasta fue el límite de su tolerancia.
De entre todos los Pecados, Vaggie no esperaba que Gula fuera quien ahuyentara a la pornstar, pero claramente ellos la sorprenderían.
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