◤•↫✨Último aliento ▪ ⋆ ▪ _°-Renga-°_✨↬•◥

XII

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Langa continuó cantando un par de canciones más. Reki se mantenía acariciando su cabello, brindándole el confort que necesitaba para relajarse. En algún punto la voz de Langa sonaba tan apagada y suave que Reki creyó estaba balbuceando dormido, sin embargo, apenas terminó la última canción el Canadiense volvió a abrir los ojos.

—No estas cantando —Acusó.

Reki sonrió un poco enternecido, desde la primera canción había dejado de cantar y Langa no se dio cuenta al estar tan metido en la melodía.

—Me atrapaste —Rio divertido. Langa frunció el ceño.

—¿No quieres cantar?

—Bueno, no es como si tuviera la mejor voz para cantar —Le restó importancia y continuó cepillando los cabellos azulados —. Sigue tú, tu voz es linda —Dijo con sinceridad, sin saber lo que eso provocaría.

Langa había sido halagado muchas veces antes, por su madre claro está, también por gente de su trabajo o de la calle pero son personas que, a excepción de su madre, no tienen ningún significado para él, por lo que esos halagos realmente le daban igual y los de su madre consideraba no contaban. Sin embargo, Reki no es cualquier persona, no es solo alguien de la calle, no es un simple compañero de trabajo, no es un amigo de su madre o alguno de sus alumnos tratando de ganas más nota, Reki era realmente su amigo y eso se sentía mil veces mejor.

—B-Bueno... —Permaneció en silencio un momento —. ¿Qué canción quieres escuchar?

Reki miró el cielo pensando en cuál canción sería la mejor. Su repertorio estaba reducido a las canciones que colocaban en el club, sin embargo, quería mantener su vida personal lo más alejada posible a su vida laboral.

No es como si el Reki del club fuera diferente al Reki fuera de este, pero ante los ojos de Langa el Reki que ve ahora es el original y auténtico, el que de verdad existe y no conoce ningún otro. El pelirrojo quería mantener esa visual de sí mismo para Langa, era difícil, estaba tapando el sol con un dedo y lo sabía, pero quería evitar a toda costa que lo supiera, porque Langa no conoce mucho de él, aún hay cosas que el Canadiense no ha visto y no sabe.

Y Reki no está seguro de si alguna vez se mostrará por completo ante los ojos azules.

Reki estaba acomplejado, porque no se siente suficiente para nadie, teme perder el valor que Langa le puso al descubrir la verdad. ¿Qué pensará Langa cuando se entere de que es un simple don nadie?, un marginado inadaptado, un inútil con la peor suerte del mundo, un rechazado social fracasado. Un cobarde sin remedio.

No está preparado para recibir insultos de alguien tan amable como Langa, así que, mientras pueda ocultarlo ante sus bellos ojos azules, será capaz de no huir.

Por lo menos puede decir que hizo un progreso, antes al primer pensamiento negativo se habría echado a correr lo más lejos que pudiera, solo para esconderse a sí mismo de la vista de quien no cree merecer.

A su mente llegó el recuerdo de una canción que le gustaba cuando era adolescente. En aquellos tiempos donde todo había comenzado a irse a la mierda y tomó las peores decisiones de su vida, de las cuales aún se arrepiente.

No había sido capaz de escuchar esa canción después de esos tiempos tan... aterradores. Quizá era momento de volver a escucharla y tal vez sentir algo completamente diferente a los que sintió aquella vez, cuando la escuchó por última vez y se sintió tan desastrosamente identificado que le desgarro el alma.