Voy a morir ; Vernon

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Hansol estaba sentado en la sala, técnicamente no tenía el día libre pero tenía hasta las 12 de la madrugada para mandar una canción a la empresa y solo necesitaba unas pequeñas modificaciones, así que podía procrastinar.

Veía una película estadounidense en la televisión, mientras que de fondo escuchaba la voz ruidosa de su pequeño y hermoso pelón hijo.

—¡Papi!

El mayor volteó hacia un lado, específicamente al lado del comedor donde estaba Jun y todo el cochinero que había hecho con sus juguetes.

—¿Qué pasa, Junnie?

—Nada.

Hansol lo miró fijamente y después volteó de nuevo hacia la televisión, mirando atentamente la película. Empezó a reír en voz baja por la escena graciosa, sin duda él también pasaría esas vergüenzas de orinarse en la alberca y que el agua se vuelva azul.

—Papi.

—Dime, Jun.

—No, nada.

El mayor volvió a verlo con duda, pero no hizo nada más, su hijo tenía que decirle por su propia cuenta si quería algo.

—Papi.

—¿Qué pasa, Jun?

El mencionado volteó a verlo y bajó su mirada, soltando rápidamente sus juguetes.

—Creo que me voy a morir, me siento mal...

—¡¿Qué?! —Hansol se levantó apurado, caminando con grandes pasos hacia su niño— ¿Qué te duele? ¿Qué tienes? ¿Quieres ir al hospital?

Lo cargó en sus brazos y caminó hacia la habitación del menor para cambiarle su ropita a una más limpia y llevarlo al hospital.

—No se, me siento mal. Me duele aquí, papi —señaló su estómago y se recargó sobre su papá.

Hansol tocó suavemente el estómago del menor y notó como rugió. Soltó un suspiro aliviado y estresado, aunque le alegraba que su hijo no estuviera mal.

—Junnie, ¿Tienes hambre?

El niño lo miró con sus ojos grandes y atentos y después se encogió de hombros.

—¿Qué es eso?

—Cuando tienes ganas y necesidad de comer algo.

—Ah, entonces si tengo hambre.

Hansol sonrió divertido y fue hacia la cocina aún con su niño en brazos. Lo sentó sobre la encimera y buscó algo para cocinarle.

—¿Qué te parecen unas hamburguesas?

Jun lo miró confundido, ladeando su cabeza sin saber muy bien a qué se refería.

—Un sándwich grande con carne.

—¡Sí, sí! —aplaudió emocionado y balanceó sus piernas.

—Por mientras, come esto —Hansol le ofreció un pequeño bote con unas zanahorias bebés— Recuerda que debes masticar antes de tragar o te vas a ahogar como el otro día y no fue gracioso.

Jun asintió con la cabeza, masticando lentamente pero después volteó a ver a su papá.

—Me voy a morir otra vez.

—¿Qué traes ahora?

—No se, quiero agua.

—Sé le llama sed, Junnie.

—Tengo sed.

El mayor negó con su cabeza dándole un vaso de plástico con agua. Se empezó a preguntar de donde sacó esa expresión, pero probablemente haya sido del exagerado de su amigo, Mingyu.

Pequeños grandes bebés 𖥔 SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora