Libro 4: Osiel y narrador- La traición

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En un abrir y cerrar de ojos, me encuentro en un cuarto de hotel, gracias a los poderes de Abner. Apenas tengo tiempo para asimilar el cambio de escenario cuando una escena alarmante se despliega ante mis ojos.

El velocista verde, ese enigma que ha estado acechando en las sombras, tiene a Flor agarrada del cuello. Su rostro muestra miedo y desesperación, y mi corazón se acelera ante la vista.

- ¡Mi amor, ayúdame!- suplica Flor, su voz temblorosa resonando en mis oídos.

Reacciono al instante, activando mi súper velocidad. Cada fibra de mi ser se enfoca en una sola meta: salvar a Flor. Pero antes de que pueda llegar a ellos, el velocista verde desaparece en un destello negro. La habitación queda en silencio, salvo por el eco de mi grito de frustración.

Estoy solo, con la impotencia y la desesperación llenando el espacio donde antes estaba Flor. El velocista verde es más rápido que yo, y eso me llena de ira y determinación. No importa lo que cueste, encontraré a Flor y detendré al velocista verde. No importa lo rápido que sea, no dejaré que se salga con la suya.

Sin perder un segundo, salgo disparado del edificio, mi súper velocidad convierte las paredes en meros obstáculos que se desintegran a mi paso. La estructura tiembla y se desmorona a mi alrededor, pero mi único pensamiento es encontrar a Flor.

Utilizo todas mis habilidades para buscarla. Mis ojos se mueven a una velocidad increíble, escaneando cada rincón de la ciudad de Florida. Mis oídos captan cada sonido, cada murmullo, buscando la voz familiar de Flor entre el bullicio de la ciudad. Pero no hay rastro de ella.

Recorro calles, parques, edificios, cada rincón de la ciudad pasa ante mis ojos en un borrón de colores y formas. Pero Flor no está en ninguna parte. Mi corazón se aprieta en mi pecho, pero no me permito desesperar. No puedo permitirme desesperar.

Con un suspiro de frustración, redoblo mis esfuerzos, decidido a encontrar a Flor, sin importar lo que cueste. La ciudad de Florida se convierte en mi campo de búsqueda, y no descansaré hasta encontrarla.

En medio de mi frenética búsqueda, captó algo inusual. Unos latidos que van mucho más rápido que yo, un ritmo acelerado que resuena en mi cabeza. En un instante, esos latidos se detienen en un lugar específico: Industrias QuantumZen.

Sin pensarlo dos veces, me dirijo hacia allí, impulsado por una mezcla de esperanza y urgencia. Aterrizo con tal fuerza que los vidrios y las paredes del edificio tiemblan y sufren daños. Pero a pesar de la fuerza de mi aterrizaje, el edificio aguanta, manteniéndose en pie a pesar del impacto.

Me quedo allí, en medio del caos que he causado, con la determinación ardiendo en mis ojos. Estoy más cerca de encontrar a Flor, puedo sentirlo. Y no importa lo que tenga que destruir en mi camino, no me detendré hasta tenerla a salvo.

En medio de mi furia y determinación, Leonardo Stark aparece frente a mí.
- ¡Te dijimos que tuvieras más cuidado!- me grita Leonardo al verme

Sus palabras me enfurecen aún más. Sin poder contenerme, alzo a Leonardo del cuello, apretando con fuerza mientras le exijo respuestas.

- ¿Dónde está?- le gruño a Leonardo.
- ¿Dónde está quien?- me responde esforzandose por hablar
- El velocista, pude escuchar que se detuvo aquí en Industrias QuantumZen.
- ¿El velocista con traje verde? No lo he visto.

En ese momento, Howard Queen llega a la escena y rápidamente interviene.
- ¡Suelta a Leonardo, Osiel!- me ordena con voz firme. Sin pensarlo dos veces, lo suelto de golpe, dejando que Leonardo recupere el aliento.

Howard, con preocupación en su rostro, se acerca a mí y me pregunta qué ha sucedido. Con voz entrecortada, le cuento cómo el velocista se llevó a mi amada Flor y cómo no fui lo suficientemente rápido para salvarla. La impotencia se refleja en mis ojos mientras les relato los detalles angustiantes.

En ese momento, Leonardo se levanta del suelo, su expresión llena de determinación. Se acerca a mí y me asegura que, aunque no hayan visto al velocista aquí, harán todo lo posible por encontrarlo y rescatar a Flor. Su promesa me llena de un rayo de esperanza en medio de la oscuridad que siento en mi corazón.

Howard asiente solemnemente, uniéndose a nuestra causa.
- No descansaremos hasta encontrar a Flor y detener al velocista- afirma con determinación- Trabajaremos juntos y utilizaremos todos los recursos disponibles para encontrar respuestas y traerla de vuelta
- Utilizaremos todos los satélites que tenemos en industrias QuantumZen para poder localizar a Flor- Me dice Leonardo con una determinación en sus ojos.
- Te recomiendo que vayas a descansar y dejes el trabajo a nosotros- me aconseja Howard- Te prometo que todo saldrá bien.
- No descansaré hasta encontrar a Flor- digo con determinación- No puedo permitirme quedarme quieto mientras ella está en peligro.

Sin más palabras, me elevo en el aire y me lanzo a toda velocidad, volando a través de la ciudad. Cada músculo de mi cuerpo se tensa mientras mi mente se enfoca en una sola cosa: encontrar a Flor y traerla de vuelta a salvo.

El viento silba en mis oídos mientras atravieso los cielos, mi velocidad superando cualquier límite imaginable. No hay tiempo para descansar, solo la urgencia de encontrar a mi amada. Nada me detendrá en esta búsqueda desesperada, y no me detendré hasta que Flor esté a salvo en mis brazos una vez más.

A medida que vuelo por los cielos en busca de Flor, mis ojos se detienen en la cima del edificio de mi hotel. Allí, vislumbro una figura que reconozco de inmediato: es mi prima Gabriela. Desciendo suavemente hasta donde se encuentra ella.

Gabriela me saluda con una tranquilidad extraña en su voz. Con el corazón lleno de remordimiento, le pido disculpas por haber sido la causa de la tragedia que acabó con la vida de su familia. Sin embargo, antes de que pueda terminar mis palabras, Gabriela me interrumpe con una serenidad inesperada.

- No hay problema, Osiel- me dice con una sonrisa en su rostro. Sus palabras me desconciertan, pero su tranquilidad me brinda un rayo de esperanza en medio de la oscuridad que me rodea.

Extendemos nuestras manos y nos damos un apretón, sellando un pacto silencioso. En medio de nuestro apretón de manos, algo extraño comienza a suceder. Por más que intento soltarme, no puedo liberarme del agarre de Gabriela. Una sensación de temor se apodera de mí cuando siento que su fuerza se iguala a la mía, como si también poseyera poderes sobrehumanos.

De repente, sin previo aviso, Gabriela me levanta del suelo con una fuerza descomunal y me arroja con una fuerza abrumadora. El impacto contra el edificio de hotel medio destruido es devastador, haciendo que todo el edificio se venga abajo en una lluvia de escombros y polvo.

La confusión y el dolor se mezclan mientras me recupero del impacto. Mi mente se llena de preguntas sin respuesta mientras observo el caos que me rodea. ¿Qué ha sucedido con Gabriela? ¿Por qué me ha atacado de esta manera tan violenta?

Gabriela me saca con brusquedad de entre los escombros y me golpea con fuerza, lanzándome varios metros por el aire. El impacto es devastador, y siento el dolor agudo recorriendo mi cuerpo.

En un acto de violencia inesperado, Gabriela forma una bola de energía en sus manos y me la lanza. La bola de energía estalla con una fuerza descomunal, creando una gran explosión a mi alrededor. El calor y la energía destructiva me envuelven, causando heridas y dolor.

A pesar de la sorpresa y el dolor, me levanto con determinación. Aunque herido, no puedo permitir que esto me detenga. Entre los escombros y la tensión, logro encontrar un breve momento para preguntarle.

- Gabriela, ¿cómo es posible que tú también tengas superpoderes?

Ella toma un momento antes de responder, y finalmente dice
- Osiel, te sorprenderías si te digo toda la verdad. Pero un velocista misterioso me visitó y me dio algo similar a lo que te dieron a ti. Ahora también tengo estos poderes.
- Si estás con ese misterioso velocista- digo con sorpresa e incredulidad- ¿Sabes entonces dónde tiene secuestrada a Flor?

Gabriela responde con una sonrisa siniestra y me asegura que sí, pero me dice que no me preocupe. Sin embargo, sus palabras toman un giro oscuro cuando revela su verdadero objetivo.

- Después de matarte a ti, iré por Flor- dice con una mirada despiadada.

La furia se apodera de mí mientras me levanto, mis ojos llenos de determinación y rabia. La traición de mi propia prima es inaceptable, y no permitiré que lastime a Flor.

Sin pensarlo dos veces, me lanzo hacia Gabriela, preparado para enfrentarla y proteger a Flor a toda costa.

Abos: El camino a ser un súperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora