Capítulo cinco

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El partido.




Eran al rededor de las cinco y media de la tarde, y Roberto ya se estaba preparando con sus amigos para irse juntos al estadio en la camioneta de Fernando.
Ya todos estaban en la casa de Roberto, sólo faltaba que terminaran de arreglarse.

Alvarado decidió ponerse una camisa de manga larga por debajo de la camiseta de Chivas, para que no se le notaran los hematomas que aún seguían ahí.
Había comprado un corrector de maquillaje y con ese intento cubrir un poco sus ojeras y una pequeña hinchazón de color rojo que le había salido en el labio superior. Lo cubrió muy bien, de hecho.
Se terminó de peinar el poco cabello que tenía y se puso perfume, para después salir de su cuarto.

"¿Qué onda? ¿Ya están todos?"

"Sí, nomás que Toño está en el baño." Dijo el hermano del mencionado, Dani.

"Okey, ¿alguien más ocupa?"

"No, ya nos íbamos a ir subiendo a la troca, Toño nomás entró a mear."

"Okey, tons vamos." Agarró los boletos, su celular, sus llaves y su cartera.

Salieron todos, viendo a Toño correr detrás suyo.
Entraron a la camioneta y prendieron viaje, eran casi las seis, el partido era a las siete y media.
Pusieron música e iban fumando marihuana en el camino, haciendo que el viaje lo sintieran más corto.

Al momento de llegar, entraron al estacionamiento. Se quedaron ahí al rededor de treinta minutos, fumando y comiendo botana que habían llevado.
Hicieron fila para entrar, la cual se pasó increíblemente rápido. Una vez dentro, buscaron sus asientos, que estaban relativamente cerca de la cancha, detrás de las bancas de jugadores.
Al sentarse, se sentían eufóricos a pesar del frío y la leve brisa que estaba llegando.

El equipo salió a entrenar y poco después salieron a formarse.
Roberto vio algo raro, definitivamente algo estaba fuera de su lugar.

"Fer, güey ¿van a jugar con doce? Las chivas." Preguntó a su amigo.

"No mames, no ¿cómo con doce? Respondió sarcástico para después reírse.

Roberto entrecerró sus ojos para verlo más de cerca. Y era él. Era Alexis, estaba ahí, formado. Llevaba el número diez a pesar de que ya había un diez en el equipo.

"Alexis, ya déjame en paz." Dijo en voz baja, ocultando su cara en sus manos.

"¿Qué?" Preguntó Fernando.

"Nada."

"¿Quién es Alexis?"

"Nadie."

"Güey, ¿qué traes ahí? ¿Maquillaje?" Dijo estirando su mano a su cara, tocando el corrector que caía por debajo de sus ojos.

El agua estaba disolviendo el maquillaje.

"A-ah, sí, es que me pongo para que no se noten tanto las ojeras por trabajar de noche."

"Mmh, bueno. Ya va a empezar güey." Dijo volteando a la cancha.

Volteó también y ya no había rastro de Alexis.
El juego inició y sólo prestaba atención a eso, no a la fuerte mirada que sentía desde muy lejos.

Celebro los goles de Chivas y sufrió los del contrario, pero aún así, su equipo se fue al medio tiempo con un 2-2.

Roberto y otro amigo fueron al baño, ya que del frío y las cervezas, sentían aquel ardor en la vejiga.

Entró, tranquilo. Al salir, el baño estaba solo.

"Güey, Dani, ¿dónde andas?"

"¿Dani?" La voz a lado de su oído lo sobresaltó.

Era Alexis.

"¿Qué? Ya me voy." Ni siquiera se molestó en quedarse hablando con el otro, tenía que buscar a Dani para regresar a sus lugares.

"Uy, que humor." Dicho eso, desapareció.

No había volteado a verlo, sabía que se quedaría así de haberlo hecho. Salió y encontró a Dani a lado de la entrada del baño.

"¿Qué pedo? Te tardaste un chingo."

"Perdón." Regresaron a sus asientos y continuaron viendo el partido.

Chivas ganó, un 3-2 que los mantuvo al borde de sus asientos todo el tiempo.

Al salir, felices, mojados por la lluvia y con hambre, decidieron ir a un bar para comprar alitas y pizza.

Llegaron al estacionamiento y salieron, tardándose, como siempre.

Roberto tenía recargada su cabeza en la ventana, veía las gotas de lluvia bajar por esta.
Miro hacia atrás en el retrovisor y vio la mirada de Alexis acechándolo, sentado entre sus dos amigos. Negó con su cabeza y cerró sus ojos fuertemente, para después abrirlos y ya no verlo más.

Al llegar al bar, compraron pizza, alitas, papas a la francesa y cervezas, se quedaron a disfrutarlo ahí.

Fernando llevó a los primeros dos hermanos a su casa y después llevó a Roberto, despidiéndose de él.

Entró a su casa y vio a su amigo irse.
Se lavó la cara para quitarse ese maquillaje, se vistió y se acostó, durmiendo plácidamente, disfrutando de su descanso.

No soñó con absolutamente nada, no que recuerde. Durmió hasta muy tarde, despertándose a las doce y media y haciendo su día normal, esperando su trabajo.
Ignoró su celular por todo el día, ya que si lo agarraba sabía muy bien que era lo que haría.















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Este cap solo es para narrar lo del partido, ya luego subo la noche 5
Ganaron las chivas, así q ando al 100 pa escribir 😻😻

El Fantasma Del Estadio AkronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora