ONE SHOTS - [LSDLN]

Francisco Romero

________________________________________________

Advertencias: hadita calmada

🧚
________________________________________________

— Hijo de puta, cálmate porque te arranco esos rulos —, amenazó Juan. Blas por otro lado se acercó a su amigo, — ¿Que traes vos con esa mina, Fran? — preguntó curioso. Llamando la atención de los demás chicos, mientras que Juani tecleaba algo en su celular. Felipe aún sostenía al de ojos verdes por si intentaba ir contra el chico medio muerto, y Esteban tapando su vista, sin dejarle ver a la castaña.

— Nada —, respondió ya calmado, intentando sacarse de encima a Pipe, quién no parecía querer soltarlo.

— ¿Entonces porque te comportas te así?, vos no sos agresivo. —, indagó más el ruloso alto.

— Bueno, hablaremos de eso luego —, dijo por fin Esteban, cómo si de un padre se tratase, era el mayor después de todo. — Tenemos que curarte eso — acercó su mano a la cara de Fran, inspeccionando las heridas, recibiendo un quejido por parte del mismo. Soltandolo al instante.

Felipe igual lo soltó, levantándose, al igual que los demás. En ese momento llego la ambulancia, dejando ver a unos paramédicos con una camilla para llevarse a Luciano, mientras que pasaba eso la castaña fue al mostrador sacando un botiquín de primeros auxilios, para ir en dirección a Fran.

— Lamento mucho lo que pasó —, dijo al estar cerca del grupo, tomando por sorpresa a todos. — No te preocupes, ¿vos estas bien? —, — Sí, estoy bien. Pero tú estás algo lastimado — dijo, dejando ver el botiquín en sus manos.

Romero se sentó en una de las varias sillas que estaban cerca del mostrador, dejando que Liliana le curase las pequeñas heridas que tenía. Pasando delicadamente el algodón por su rostro, admirando cada detalle de éste, una linda y diminuta sonrisa se había posado en los labios de los dos, admirando la belleza del otro.

Por un momento habían olvidado la presencia de los otros, hasta que uno de ellos hablo, interrumpiendo aquel momento —¿Se van a besar?—, pregunto Juan con descaro. Blas volvió a soltarle un golpe en la cabeza, haciendo que el twitero le mirara feo. —Idiota—, fueron las únicas palabras que dijo el alto para alejar al oji azul de ahí, dándoles su espacio a los tortolos. Seguido de Pipe, pues no quería incomodar.

Por otra parte al escuchar aquello la cara de Liliana estaba que ardía de vergüenza, aunque si le hubiera gustado la idea de un beso. Sin embargo, la voz de Esteban la saco de sus pensamientos. — Vos y yo hablamos después. — le escucho decir, para luego seguir él también al grupito. Dejando solo a Fran y Lili.

Ésta terminaba ya de poner las pequeñas curitas en el rostro ajeno, con mucho cuidado para no lastimarle. — Listo, ya está —, —Gracias, lili.— dijo, con una sonrisa. — Era lo mínimo que podía hacer después de lo que vos hiciste por mí, lo siento. —, — No tenes porque disculparte, no tuvo que tratarte así —, hablo serio, no le había gustado en la forma que le hablaba ni cómo la lastimaba.

Romero se levantó de la silla, — Yo... Tengo que irme, nos vemos.—, dijo para comenzar a ir con sus amigos. — Adiós...— susurro mientras lo veía irse. Siendo recibido por un Juani con muchas dudas al igual que el resto. Comenzó a guardar lo demás en el botiquín, dejando de lado el tema de Romero.

Regreso al otro lado del mostrador, soltando un gran suspiro, y junto con eso perdiendo de vista al oji verde.

No tenía oportunidad, nada. Debería dejar de leer tantos libros de romance y apegarse a la realidad. La cuál era que Francisco jamás la miraría con otros ojos, con los ojos con los que ella lo mira. Él sólo estaba siendo amable, pero a veces sus acciones le hacían pensar tantas cosas, que era inevitable no ilusionarse.

Y, que la ayudara hoy sólo hizo que su ilusión con él creciera un poco más.

¿Algún día eso cambiaría?, lo duda. Y no sabe por qué.