Capítulo 1

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07 de Junio de 1947.

Vanderbilt University.

- ¿Un ruido extraño?

- Sí, venía del departamento de arriba, el hombre que vive ahí dijo que era su perro, pero no sonaba como uno.

- ¿Cómo era? - Dijo Jimin, mi mejor amigo.

- Bueno... Algo cómo... Ummf... Ummf

- ¿Eh? - Soltó él, acomodando sus mechones rubios.

- No soy bueno imitando, pero era bastante raro, eso te lo aseguro.

- No creo que sea tan grave, te vuelves paranoico por cualquiera cosa.

Jimin y yo somos amigos desde la escuela secundaria, es carismático y amable con todos, hasta su voz es dulce y reconfortante.

- Hey Jimin! La fiesta de la facultad será a fin de mes, ¿Irán? - Dijo un chico castaño y bajo.

- ¿Tae...?

- No iré, perdón, trabajo a medio tiempo.

- Entonces yo tampoco voy, lo lamento.

- Deberías ir si quieres Park.

- Nah, no quiero dejarte de lado. Mejor tengamos una fiesta en mi casa, cuando te desocupes, obvio. - Exclamó mientras rodeó mi hombro con su brazo.

- ¡Oye Park! ¿Puedo consultarte algo?

- ¡Claro! Espera aquí Tae.

Saqué mi celular para ver lo que tenía programado para el día de hoy, cuando escuché unos murmullos a corta distancia.

- Están juntos todo el tiempo¿No?

- Escuché que son amigos desde la secundaria.

- ¿No crees que son muy diferentes? El castaño parace ser muy amargado y antisocial.

- ¿Y si en realidad chantajeo a Jimin para que fuera su amigo?

Las personas murmuran sobre nosotros porque somos polos opuestos, pero acusarnos de esa forma es caer muy bajo.

- Oigan...

- ¡Ey chicas! No sean chismosas ¿Por qué hablan tan alto? Todo el edificio podría oírlas, ¿O acaso fue adrede?

Las chicas solo se quedaron calladas y se fueron del lugar.

- Además, ¡Taehyung no es malo! ¡Es muy tierno y tiene un corazón de oro!

- ¡Bueno, ya basta! Te lo agradezco pero no te entrometas así, puedo solo.

- ¡Pero...!

- Además, te rechacé, no seas tan amable conmigo.

- ¡No me rendiré! ¡Haré que te enamores de mí!

- Ah... Que insistente.

- ¡Así soy yo!

Este chico es Bogum, por algún motivo desconocido, le gusto.
Pero su amabilidad excesiva es irritante.

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- ¿Así que escuchó un ruido extraño en el departamento de su vecino? - Dijo Bogum sentándose en el pupitre del salón.

- ¡Así es! Pero su vecino dijo que era su perro.

¿Por qué Jimin tenía que contárselo a él?

- Era algo como ¡Ummf, ummf! ¿No es así Tae?

- Eh... Sí.

- Ya veo... ¿Cómo si alguien tuviera una mordaza?

Todos nos quedamos en silencio analizando lo que Bogum acababa de decir.

- Tae, no quiero decirlo, pero creo que tu vecino es un asesino serial. - Exclamó con unos ojos muy abiertos y una expresión bastante sombría.

- ¡Pero tranquilo! ¡Yo te protegeré!

- No bromees con cosas así Bogum - Dijo Jimin riendo.

Mientras ellos bromeaban yo estaba sumergido en mis pensamientos.

¿Un asesino serial viviendo en un departamento igual de mugroso que el mío?

Pff, seguro.

Acabaron las clases y empecé a sentirme mal, creo que las consecuencias de los desvelos comenzaban a hacer efecto.

Jimin tuvo la intención de acompañarme al trabajo, pero insistí en que podía solo.

Estaba realizando las últimas horas de mi voluntariado en el hospital como psicólogo. Aunque es algo pesado me ayuda para ganar experiencia.

Cuando salió mi último paciente del día, mi vista se empezó a nublar y comencé a sentir mareos.

- Doctor, ¿Puedo irme temprano hoy? No me siento bien, de igual manera, no hay más pacientes agendados para el día de hoy.

- De acuerdo, ve a tu casa.

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El transcurso hasta mi casa se me hizo muy largo, ya estaba en el ascensor, anhelaba llegar.

Ya quiero darme un baño y acostarme.

¡Ding!

El ascensor se abrió.

Es cierto, aún no lave ropa, podría usar la camiseta de ayer para dormir, pero ¿Que usaré mañana para las clases?

Tendré que ir a lavandería muy temprano.

Cielos, que dolor de cabeza tan insoportable.

Entré a mi casa y dejé mis zapatos en el recibidor, cuando levanté la mirada todo se veía extrañamente diferente.

Muy diferente.

Todo lo lucía tan impecable, todo ordenado a la perfección, no parecía haber ningun rastro de polvo.

Y peor aún, había una cama pequeña, comederos y alimento para perros adultos.

- Esta... no es mi casa.

- ¿Ya te sientes mejor? Volvamos adentro. - Una voz ronca masculina se hizo presente en una de las habitaciones.

- ¿No comiste nada, no? - La voz se intensificaba más, estaba cerca.

- Te preparé algo. - Se abrió la manija de la puerta.

¡MIERDA!

𝐃𝐄𝐋𝐈𝐑𝐈𝐎 | ᴋᴏᴏᴋᴠ/ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora