Capítulo 3

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Oscuridad.

Mi cuerpo se sentía agotado, como si hubiera dormido por mucho tiempo. Mi cabeza dolía y se emitía una ligera resonancia en mis oídos.

Fue allí cuando desperté.
Una luz tenue se hizo presente, giré y miré a mi alrededor.

Estaba en un hospital y Park estaba a mi lado inmerso en su teléfono.
Recordé todo lo que pasó la noche anterior y me levanté rápidamente de la cama.

- ¡Tae, despertaste! -Dijo Jimin bastante pasmado.

- ¿Park...?

- ¿Cómo te sientes? ¡No te imaginas lo preocupado que estaba!

- ¿Esto es...?

- Estamos en el hospital.

- ¿Hospital...?

- Sí, estuviste inconsciente desde anoche.

- ¿Qué... Fue lo que me pasó?

- Te desmayaste de camino a tu departamento y te golpeaste tu cabeza, un vecino te encontró y te trajo al hospital.

- ¿Qué vecino...?

- Sí, es... - El rubio no pudo completar la oración, pues alguien interrumpió la conversación.

- ¡Ah! Despertó, ¿Cómo se siente?

Al ver a esa persona, los flashbacks recorrieron mi mente.
El miedo se hizo presente, mi cuerpo temblaba y mi sangre se congelaba.
No podía mover mis articulaciones, solo... Grité.

El doctor vino corriendo después de escuchar el alboroto.

- ¡¿Qué pasa?! ¿El paciente se despertó?

- ¡Alejese de mí! ¡Doctor, arréstelo ahora mismo!

- ¿A él? ¿Por? - Exclamó el médico desconcertado.

- ¡Jimin, ven acá! ¡No te acerques, él es un asesino! - Jalé a mi amigo hacia mí y lo rodeé con mis brazos como un intento de protegerlo.

- ¿Un asesino...? - El doctor me observó confundido.

- ¿Él...? - Repitió el doctor, señalando al pelinegro, podía notar que no me creía absolutamente nada.

- ¡Yo ví todo! ¡Él mato a una persona, si no lo arrestan, el próximo seré yo!

- Eh... ¿Qué dijo? - El médico que aún seguía asombrado miró al susodicho pidiendo una respuesta de su parte con la mirada.

- No sé de qué habla, yo tampoco entiendo. - Dijo moviendo sus manos en negación y con una mirada de alguien inocente.

- ¿Es posible que haya creado algún escenario falso tal vez? - Dijo el pelinegro nuevamente, dejándome como un loco.

- Puede ser, se golpeó la cabeza bastante fuerte. Creo que no distingue su sueño de la realidad.

Ellos dos conversaban tranquilamente sobre mi estado, afirmando que todo lo que yo decía era falso.

- ¡¿Por qué conversan con tanta naturalidad?! ¡No es un sueño, es una realidad! - Grité, ya estaba bastante irritado, si no actuaba rápido, próximamente aparecería en la noticias de la televisión.

"Se encuentra a un joven universitario de psicología de 21 años de edad descuartizado en su departamento, se desconoce el motivo hasta el momento"

Sin duda alguna, morir de esa manera no es una opción.

- Tae, escúchame. - Me dijo Jimin abrazando mi brazo para que me tranquilizara.

- Él fue el que te encontró y te trajo al hospital, si no fuera por él no estarías recuperándote aquí ahora mismo.

- ¿Me trajo hasta aquí? ¿De verdad?

- Claro, y si hubieses sido testigo de un asesinato, el último lugar en qué estarías sería en un hospital.

- ¡Pero...!

Me detuve a pensar, ¿Realmente todo había sido un sueño?

¡Parecía real! ¡No pudo haber sido un sueño!

- ¿Ya se calmó un poco? Permítame revisarlo.

- No.

- ¿Disculpe...?

- Mi teléfono, llamaré a la policía.

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- A ver si entendí bien, anoche lo vió asesinar a un chico en su departamento, él lo encontró herido y lo trajo al hospital. Usted despertó y llamó a la policía... ¿Mientras el asesino se quedó esperando a que llegáramos y no opuso resistencia?

Yo solo asentí con seguridad.

- Pues vaya, usted es el criminal más educado que he conocido. - Dijo el policía más viejo, de unos 60 años aproximadamente.

- Lo lamento señor, parece que hubo un malentendido. - Exclamó el pelinegro con una expresión apenada y avergonzada, mientras se pasaba la mano por detrás suyo deteniéndose en su cuello.

- ¡No es un malentendido! ¡Puedo contarles todo lo que hizo anoche detalladamente!

- Cielos, lo sé. Cálmese y no me grite al oído, no soy sordo. ¡Estos jóvenes de hoy en día no respetan nada! - Dijo el policía más viejo, realmente estaba harto de toda esta situación.

- Como sea, no estoy mintiendo, si revisan su casa seguro encontrarán algo.

El policía miró al pelinegro.

- No hay problema, no necesita una órden.

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- Joven, no necesita acompañarnos ¿Vive abajo, no? Puede ir a descansar.

- No. Les mostraré donde ocurrió todo y como sucedió.

- De acuerdo...

Él iba conversando con unos policías más adelante, ¿Por qué está tan calmado? La policía está aquí y voy a delatarlo.

Con ese rostro inocente y actitud ingenua no me sorprende que no me crean.

Y pensar que es el mismo que ví anoche...

Tuve escalofríos nuevamente solo en recordar aquella situación.

- Llegamos.

Él abrió la puerta y nos ofreció pasar.

𝐃𝐄𝐋𝐈𝐑𝐈𝐎 | ᴋᴏᴏᴋᴠ/ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora