Capítulo 7

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Reaccioné rápidamente y bajé mi celular para que no pudiera ver la publicación..

- ¡No es nada! Un amigo me envió una foto muy vergonzosa de mi cara, preferiría que no insistas. - Mis palabras salían a duras penas, mi voz temblaba demasiado.

Él me miró aún con esos ojos profundos hasta que su expresión cambió a una amigable.

- ¿Ah sí? Jaja.

¡Ding!

- ¡ES MI PISO! ¡LLEGUÉ, NOS VEMOS! - Salí del ascensor y en mi mente solo podía pensar, que no me siga, que no me siga, que no me siga.

- ¡Espere!

Vacilé un poco en si me detenía o no.

- ¿Sí...? - Le pregunté, cuando lo volteé a ver, él tenía esa misma expresión que antes, tan alegre y angelical.

- Ya terminé de trabajar hoy, así que estoy libre.
Si alguna vez necesita ayuda...
Estoy arriba, siempre.

Y se cerraron las puertas del ascensor finalmente, corrí lo más rápido que pude y salí del edificio.

Había bajado todas las escaleras desde el sexto piso, me recargaba sobre mis rodillas y trataba de recuperar el aliento. Jamás había corrido tanto en toda mi vida.

¿Eso había sido una amenaza?

¡¿Quiso decir que estará vigilándome?!

Dejé la luz de mi habitación encendida por si acaso, pero, ¿Podré engañarlo?

¡La policía! ¡Debo llamar a la policía!

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- ¿Y ahora qué está insinuando? - Me dijo el mismo policía viejo canoso de la vez anterior.

- Repito, el hombre al que denuncié aquella vez sí es un asesino, ¡Tendría que haber visto como me miró hace un rato!

- Joven, a mi entender, él solo estaba siendo amable con usted.

- ¡¿Piensan esperar a que me mate y me descuartice para hacer algo?!

- Ay, no diga eso, nos hace quedar mal.
Además, ¿No habíamos dicho que todo fue un delirio suyo? ¿Quiere contarnos otro de sus sueños ahora?

- ¡Esta vez es diferente! Hoy encontré esta publicación, el chico que se menciona aquí fue asesinado el jueves en la noche. ¡Jamás en la vida lo había visto! Así que, a menos que sea vidente ¡Es imposible que haya soñado que lo asesinaban ese día y a esa hora!

- ¿Y qué? No tiene una cara muy peculiar. ¡Tal vez soñó con alguien parecido!

- ¿Puede tomarme en serio aunque sea una vez?

- ¡Lo haré cuando sea coherente!

- Disculpe, ¿Puedo ver la foto? - Me dijo un policía mucho más joven.

- Ah...claro.

- ¿Perderás tu tiempo con él, Min? No vale la pena, está delirando.

El oficial más joven se sorprendió al ver la foto de mi celular.

- ¿Esta seguro de que es este chico?

- ¡Sí! ¡Segurisimo!

- Entonces...

- ¡Sargento, tenemos a los delicuentes!

- ¡¿Que carajo?! Son demasiados. - Habló el más viejo.

- Estaban en el centro y al parecer, todos son menores.

- ¡Ven aquí Min!, será una noche larga.

- Sí, señor.

- ¿Y-Y yo qué? - Dije mientras el tal Min me devolvía mi teléfono.

- Usted puede ir a casa, es noche y es peligroso.

- Perdón por las molestias, deje su información aquí en esta libreta.

- ¡¿Eso es todo?!

Salí de la estación molesto y decepcionado, ¿Qué esperaba? ¡La policía es inútil!

¿Y ahora a dónde voy? Me da miedo volver a casa. ¿Voy a un hotel? No, es demasiado caro.

No quiero causarle molestias pero...

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- Hola Tae. - Dijo Jimin frotándose sus ojos, pero a pesar de estar medio dormido, tenía la misma sonrisa que siempre.

- ¿Estabas durmiendo? Perdón por despertarte.

- No, no pasa nada. - Dió un largo bostezo.

- Hijo, ¿Quién es? - Dijeron sus papás saliendo de la puerta.

- ¡Mamá, Papá! Es Tae.

- Buenas noches señores, perdón por venir a esta hora.

- ¡Ah! No te preocupes, entra. - Me dijo la mamá de Jimin, que su energía era tan cálida al igual que la de su hijo.

- ¿Qué haces aquí a esta hora? ¿Pasó algo?

- Es que... Se cortó la luz en mi casa y me dió miedo.

- ¡Vaya! Vives solo ¿Verdad? Es lógico que te dé miedo.

- ¡Dormiremos juntos, Tae! Aunque estás sudando, primero tendrás que darte un baño. - Me dijo prácticamente aventandome hacia la entrada de su casa.

- ¡Aquí tienes una muda de ropa!

- Gracias, ya voy.

Mientras me duchaba pensaba en si contarle a Jimin lo que pasó.
Es mi amigo, seguro me creerá... ¿No?

Pero cuando salí del baño me encontré con un Park acostado en la cama durmiendo profundamente.

Bueno... Le contaré todo mañana por la mañana.

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¡Ring!

¡Ring!

¡Ring!

Abrí los ojos y miré a Jimin, quién se dió la vuelta y se tapó los oídos con su almohada para no escuchar la alarma.

Me senté en la cama, tomé mi celular y apagué la alarma. Noté que tenía una notificación de mensaje de un número desconocido, así que entré al chat.

Perdón por escribirle tan temprano.

Soy el oficial Min Yoongi, con el que habló anoche.

¿Podemos vernos?

𝐃𝐄𝐋𝐈𝐑𝐈𝐎 | ᴋᴏᴏᴋᴠ/ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora