Capitulo 40: lo que hemos echo

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— ¡Basta!

Bajo las nubes tormentosas que delatan el mal clima de la noche anterior, 3 gemas de variados colores y tamaños se encontraban inmóviles observando una edificación grande y descomunal como ninguna otra, similar en tamaño al templo de las gemas. Una obra maestra que nunca fue terminada. Se trataba de peridot, bismuto y lapis, que guiadas por la culpa sintieron la necesidad de observar lo que crearon. Para una de las presentes, una última vez. Ellas buscaban diversión, entretenimiento y paz para toda gema y persona que entrara en su obra inconclusa.

— ¿Qué pudimos haber creado? — cuestionó lapis

La sorpresa de que su fuente y origen también era usada con fines completamente opuestos, conocido por sus líderes desde siempre y ocultos por ellos hasta ahora.

— ¡Ellas nos mintieron!

Una disparidad que causaba un despecho que anhelaba desahogar con cada disparo que daba a la torre, una forma inesperada de probar su nuevo cañón. Creado en base a los ya fabricados en masa por las gemas de negro, y donde descubrio la fuente de su energia. La construcción se mantuvo firme ante este, pero el desahogo se acabó ante el concilio de sus sentimientos relajados por las presentes. La culpa había terminado, y llevó a la reflexión. Algo no beneficioso para una humana en particular.

....

Cerca de la escena, pero ajena a esta, los impactos de los ataques de spinel y jasper encubrieron los disparos anteriores. A pesar de ser una sesión de entrenamiento, el conocimiento de su rival las obligaba a permanecer centradas en todo momento, ignorando su alrededor a excepción de todo lo que sirviera como herramienta para el combate. De no ser por los constantes estornudos de spinel, nadie podría asegurar que se encontraba enferma. Durante la primera semana juntas el número de escenarios similares se volvió incapaz de contarlos. Ambos buscaban conocerse una a la otra, cada táctica y movimiento que dieran, buscando una forma de coordinarlos, y contraatacarlos. No era fácil, pero el tiempo y practica daban sus frutos.

— ¡Muy bien chicas así se hace!

— ¡Wuu! ¡Wuu!

Por otro lado, fuera de la batalla, Connie y amatista observan alegres su progreso. Su cercanía y buena relación con ambas volvió evidente lo que el dúo en lucha aun no lograba notar. Más allá de su mejor coordinación y trabajo en equipo, se estaban volviendo cercanas ambas, pues no excluyen tener conversaciones triviales e incluso personales, en donde conocen más a profundidad a su compañera y su unión realmente avanzaba. Esa es la razón por la cual disfrutan de ver sus entrenamientos, pues en el fondo, ambas se divertían.

— oye amatista — para sorpresa, la gema llamó a la morada en medio de la paz del combate, con su característico tono serio, pero detonando diversión en este — mejor ven aquí y échame una mano

— ¡oh sí!— siguiendo lo dicho, la nombrada entro de un salto a la zona de guerra con una sonrisa en su rostro, más la humana no pensaba quedar atrás

— Connie — y de un llamado, las cosas se igualaron — ¡Achuu! — y su estornudo causó risa en los demás, por alguna razón, el verla en ese estado resultaba gracioso

— van a caer escucharon — afirmó amatista desafiante

— lo siento, pero el dúo humanos los vencerá — respondió connie de la misma manera

Curiosamente, a pesar de que se duplicaron los guerreros en la arena, el cinismo y destrucción se cambió por una batalla por diversión, pues a pesar de encontrarse ambos grupos concentrados, las risas y bromas volvieron difícil mantener la seriedad en los presentes.

— ... je — despues de mucho spinel al fin volvía a reír

A pesar de la dulce monotonía aparente, los secretos del pasado siguen alterando el presente. Y los encargados curiosamente eran sus amigas y compañeras.

Steven X Spinel "Un Futuro Negro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora