Capítulo 3

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Jimin caminaba por los pasillos de su nueva universidad explorando cada salón de clases, la biblioteca y la cafetería. Los salones de arte, las canchas de fútbol y baloncesto, todo era demasiado para él. Realmente le había encantado.

Recién había llegado de Busan, viviría con su primo lo que restaba del año, luego conseguiría algo para él.

Estaba por salir en busca de su primo cuando se detuvo de repente. Un hermoso chico captó su atención por completo. Era alto, con un cuerpo musculoso, ojos negros muy profundos y cabello del mismo color ¡Era precioso!.

Al llegar hizo una promesa de no enamorarse de nadie y solo concentrarse en sus estudios, pero al parecer se le iba a ser un poquito difícil, ¡Y es que con semejante monumento delante de él! ¡Hasta un cura termina derretido!.

El chico tenía su cabello un poco despeinado y en su rostro se le marcaba lo cansado que estaba, tenía muchas ojeras y sus ojos se veían un poco apagados.

«Tal vez es por el estudio» Pensó Jimin.

Lo vió alejarse del salón de clases y en un impulso loco, decidió seguirlo.

Al frente de la universidad, estaba una cafetería muy bonita, la cual Jimin había visitado un día anterior cuando llegó de su pueblo. Pensó que tal vez estaba siendo muy impulsivo, aún tenía cosas por resolver en dirección y ahí estaba, siguiendo a un chico que vio hace un momento pero que lo dejo hipnotizado.

—Tal vez tiene novia — Se dijo a si mismo mordiendo su labio inferior.

Dos chicos pasaron por su lado haciéndolo salir de sus tontos pensamientos.

—Ya verás que Jungkook te dirá cuál era la respuesta — Dijo uno de ellos.

—Confio en mi mismo y se que estoy en lo correcto — Habló el otro.

—Estás perdido — Se burló el primero que habló.

Jimin sonrió amplió, la gente de ese lugar se veía muy amigable.

Esperó que los chicos entrarán y avanzó hacia la cafetería. Al entrar, lo vió. Estaba sentado junto a sus amigos riendo de algo, al darse cuenta que el chico lo miró desvío su mirada, el calor subió a sus mejillas y las sintió calientes, sabía que estaba rojo como un tomate.

Pidió un batido de fresas y fue directo a una mesa un poco alejada a la del pelinegro, pero podía verlo muy bien, realmente se sentía muy atraído por él.

Desvío su mirada para su celular, necesitaba decirle a su primo donde estaba. Un grito lo hizo levantar la mirada y rápidamente conectó con la del precioso chico. No pudo evitar sonreírle ¡Dios, quería tanto que se le acercara!.

Tal vez miró mal, pero le pareció ver un leve sonrojo en las mejillas del pelinegro. Amo ver esa hermosa sonrisa de conejo.

Se prometió a si mismo hablarle el día siguiente, no tenía nada que perder, lo peor que podría pasar es que lo rechazara por tener pareja.

Al cabo de unos minutos miró al chico levantarse, se despidió de sus amigos y se fue. Pero antes de abrir la puerta, Jimin vió como Jungkook le dió última mirada acompañada de una linda sonrisa y salió de la cafetería por completo.

Jimin se prometió a si mismo hablarle el mismo mañana.

Luego de tomarse su batido, salió de la cafetería, pero al salir vió como su primo venía corriendo a toda velocidad hacia él.

—¡Jimin! — Dijo, con su respiración agitada por correr, pero sus ojos estaban rojos y eso alertó a Jimin — Debes volver a Busan ahora mismo.

—¿Por qué? ¿Pasó algo? — Preguntó preocupado.

—Tu padre... — Dijo con cuidado — Jimin, lo siento.

Quedó paralizado, sintiendo como su alma se rompía por dentro, sin siquiera darse cuenta sus ojos se llenaron de lágrimas y éstas comenzaron a salir sin parar.

Su padre había muerto, el hombre que más amaba en la vida, su héroe. El hombre que lo apoyaba y estaba con él incondicionalmente. El hombre que nunca lo dejó solo apesar de haberse divorciado de su madre. Su padre, él mismo que trabajó y ahorró durante años para que pudiera venir a una universidad en la capital de la ciudad. El mismo que le decía te amo todos los días, él que siempre le daba un detalle diferente cada día. El hombre que le compró su primer cuaderno de dibujo. Ésto no podía estás pasando.

—Dime que es mentira, por favor — suplicó aún sin poder moverse — Dime que mi padre está en casa, esperando por mi mensaje para decirle que me ha encantado la universidad.

—Yo mismo me iré contigo, ya pedí permiso en la universidad y recogí tus documentos en la dirección, tu madre me dijo que terminarás la universidad en Busan — Explicó su primo — El avión sale en dos horas.

—Félix... — Musitó bajito.

—Estoy aqui, vamos a casa a recoger tus cosas — Lo abrazó por un momento y luego lo encaminó hacia el auto.

Jimin miró la universidad por última vez, sentía un gran sentimiento de tristeza, su padre había muerto y él tenía que volver a su pueblo. Todos sus sueños se acabaron en tan solo unos segundos.

Pero recordó una hermosa sonrisa, así que se prometió a si mismo, volver algún día y encontrar al chico que había robado su corazón.

Lo prometido es deuda.

Un poquito de lo que pasó con nuestro bonito, Jimin.

Solo porque los quiero demasiado haré un capítulo extra para ver cómo se desarrolla el reencuentro de Jimin y Jungkook.

Nos leemos en la próxima actualización.

(Cualquier error me disculpan, los corrijo después).

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