Perfect winter // Hyunlix

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"Humor por los
suelos"

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Felix acababa de cumplir los seis meses de embarazo y su humor era de los mil demonios. El inocente omega ahora tenía que soportar los llantos repentinos de su madre.

Hyunjin... es el que peor la estaba pasando. Llevaba una semana durmiendo en el sofá por el hecho de haber comparado al rubio con el oso de caricatura, Winnie Pooh.

En busca de refugio y algo de tranquilidad, fueron al centro comercial. Querían comprar algunas cosas para consentir al rubio e intentar que sus hormonas fueran controlables. Al igual, que debían conseguir más ropa para el rizado, pues las que solía usar ya no le entraban correctamente gracias a su barriga.

Esa barriga en la que crecían tres pequeños niños.

Hyunjin casi desfallece al enterarse que tendrían tres mocosos más. ¡Tres niños de golpe! Vaya que apunto bastante bien, eh.

—¡Mira! — Seungmin tiro de la mano de su padre, arrastrándolo hasta el interior de una tienda —La última vez que vine con mami, me dijo que quelia una sudade-a de estas.

La pequeña manita del omeguita apuntó a una sudadera afelpada de color gris. Hyunjin ladeó su cabeza al imaginar a su novio usando eso, se iba a ver tan adorable; parecería un lindo borreguito.

—¿El gris o el blanco? —preguntó el mayor, esperando la respuesta de su cachorro, el cual, no lo pensó dos veces y apuntó hacia la de color blanco —Entonces tendremos una oveja en casa.

Seungmin tardó en entenderlo. —¿Ah?

Hyunjin negó con diversión, riéndose de su propio chiste. —Nada, corazón —tomó la sudadera y juntos se encaminaron hacia la caja.

Un amable beta de cabellos negros y ojos castaños fue el encargado de cobrarles. Hyunjin pagó y tomó la bolsa donde habían metido la ropa de su omega, Seungmin entrelazó su mano con la de su padre y salieron del local, buscando con la mirada un nuevo objetivo.

—¡Oh, ya entendí! —exclamó.

Hyunjin frunció su entrecejo al no saber a lo que se estaba refiriendo. —¿Qué cosa?

Seungmin elevó su cabecita, posando sus ojos en los de su padre. —Dices que tendremos una oveja en casa por la sudade-a y porque mami tiene pancita como una ovejita.

Hyunjin reprimió una carcajada. A pesar de que su omega no sea la madre biológica del cachorro, este tenía su misma personalidad, incluso tardaba en entender los chistes.

—Si, mi vida —respondió finalmente —Mira, vamos a comprarle algún regalo a mamá, ¿te parece eso?

—¡Si, rega-os!

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Duraron toda la tarde fuera.

Cuando regresaron a casa, fueron bien recibidos por su cachorro; un adorable perro Chihuahua de color blanco con negro.. Tenía apenas tres meses de vida y ya era todo un loco.

—¡Kkami! —Seungmin exclamó, agachándose para llenar de mimos al perrito.

Hyunjin sonrió ante la escena. Desde esa cosita con patas llegó a casa, el omeguita lo había amado con toda su alma.

—Vamos a darle los regalos a mamá —susurro, captando la atención de ambos cachorros, quienes corrieron a la sala de estar en busca de su madre.

El alfa les siguió, cargando más de diez bolsas en ambas manos.