Perfect winter // Hyunlix

𓈒𓏸Capitulo XI

𓈒𓏸⠀ ⸻ ̣ ݁ ❜
ONCE   ▎ 0 1 1
"Uno de los dos
debe morir"

،  ✶ ◞

Minho apareció minutos después, acercándose hacia el omega herido. Felix, al ver como este lo tomaba por las axilas para ponerlo de pie, se hizo a un lado.

—Hyunjin es... más importante —dijo, acercándose hacia el alfa —. Hay que llevarlo a un médico y... necesitamos a las autoridades.

Minho se acercó hacia el omega, poniéndolo de pie con dificultad. ¿En que momento se volvió tan pesado? Soltó un suspiro mientras anclaba el brazo del mayor alrededor de su nuca.

—Necesito ir por el cachorro —murmuro el rubio, poniéndose de pie con lentitud, ahogando varios quejidos —. No puedo permitir que le encuentre, Hyunjin me mataría.

Minho asintió, dándole la razón al omega. Felix, le dio una dulce sonrisa al alfa para después comenzar a caminar apresurado hacia las afueras de la casa.

Yenna no debía estar lejos, si ignoraba el dolor y la sangre que resbala por su pantalón, podía llegar al hogar donde había dejado al cachorro. Felix comenzó a desplazarse por las calles de la ciudad, repitiéndose mentalmente que tenía que ignorar la extraña sensación de vacío en su pecho.

⚟ ⚞

El omega finalmente llegó al hogar y entró a tropezones al interior. La casa estaba en completo silencio, lo que causó que su piel se erizase.

Apresurado —y adolorido— subió las escaleras, olfateando el ambiente en busca del aroma a caramelo del más pequeño. Siguió el aroma hasta la habitación a la cual entró sin siquiera tocar, encontrándose con su adorable cachorro dormido plácidamente sobre la cama.

—Felix—dijo el pelinegro, acercándose a él con preocupación —. ¿Estas bien? ¿Y Minho? ¿Y Hyunjin?

—Minho lo llevó al hospital —murmuró, bajando su mirada —. Esta fatal... si lo hubieras visto, Jisung...

Jisung puso una mueca antes de abrazar al chico de pecas e intentar calmarlo tal y como lo hacía con sus dos bellos bebitos.

—Todo va a estar bien —aseguró, acariciando la espalda del rubio —. Déjame curarte esas heridas, ven aquí.

Jisung guió al omega hacia la cama, sentándolo en la orilla para después correr por el botiquín de primeros auxilios, sacando lo necesario para curar la grave herida del omega.

El morocho vendó y limpio la herida con delicadeza, cuidando de no lastimar al rubio. Felix no se inmutó, estaba demasiado ocupado recordando lo mal que lucía el alfa cuando lo encontró.

—Hyunjin va a estar bien.

—Es que... —balbuceó el rubio, volviendo a romper en llanto —Estaba muy mal, estaba pálido y... no sé, tengo miedo.

Jisung le sonrió con dulzura antes de volver a darle un abrazo, acariciando el cabello del omega rubio. Felix permitió aquello, el aroma a nueces que este desprendía lo ayudaba un poco.

—Deberías descansar —dijo, terminando con el abrazo —. Tu herida no te deja moverte tanto, no podemos arriesgarnos a que vuelva a sangrar.

—No pienso dormir cuando se que una psicopata puede llegar en cualquier momento —replicó, levantándose de la cama —. Solo... necesito saber si él está bien, Jisung.

—Le preguntaré a mi esposo pero... —dijo, tomando el brazo del omega y obligándolo a sentarse sobre la cama —. No puedes moverte.

Felix  finalmente cedió. El morocho abandonó la habitación, pues iba a tener una llamada con su esposo que probablemente terminaría en miles de lágrimas preocupadas por parte del pelinegro.