00: Te para 3.

129 12 0
                                    


"Te vi que llorabas, te vi que llorabas, por ella."
Gustavo Cerati.

5 de Febrero de 1999. 21:27 P.M.
Ámbar

Escuchaba toser a mi madre, yo dibujaba por mientras, comprendía la situación, y la pensaba mucho. En mi cabeza no tardaron en aparecer las hipótesis del estilo de -Si ella se muere no voy a durar ni 2 días- o -A dónde voy a ir?- No era raro de mí, ya era normal pensar eso, darle vueltas y llorar, pero salí de mis pensamientos cuando escuché que la tos de mi madre, Liliana Navarro (when you know you know), no cesaba.

—Ma, estás bien?—

Al escuchar que aún tosía me levanté y corrí hacia su cuarto, agradecí internamente hacer eso, mi madre se estaba ahogando con una de las avellanas que había en las galletitas que hice para que ella coma, la ayudé y logre que la vomite, ella estaba disculpándose por tener que hacerme limpiar, pero había sido un accidente y limpiar era lo que menos me preocupaba.

—No pasa nada ma, estabas ahogada y limpiar no me molesta, la leucemia te tiene mal y yo lo último que quiero es que te pase algo.— dije sin mirarla cuando buscaba un trapo para limpiar.

—Pero no me gusta tenerte así, siento que te tengo de mucamita...— Dijo triste.

—No ma, tranquila, querés un poco de agua?— pregunté mirándola con los ojos aguados, me ablandaba el corazón hablándome con pena sobre lo que yo tenía que hacer, y a su vez de los nervios ya que corría con la suerte de tener una hija con fobia al vomito.

—Te molesta si te pido que me ayudes a bañarme? estoy toda vomitada...— dijo mordiéndose el labio inferior.

—Si ma, esperame un minuto que guardo el trapo y voy, no te levantes sola, ya vengo.— dije yendo hacia la cocina para guardar el trapo en su lugar. —Volví, veni que te ayudo a levantarte, de ahí agarras el bastón que tenes acá.— Caminaba medio al por un tema del pie, tenía uno mas chico que el otro.

Procedí a bañarla y secarla, busqué ropa y la ayude a cambiarse. daban las 10 de la noche y me puse a hacer arroz blanco y para acompañar una ensalada, no tenía muy claro como se usaba el horno ya que lo habíamos comprado recientemente.

Cuando entré al cuarto mi mamá dormía, o eso pensé yo.
Pero no.

—Ma, despertate.— dije sin respuesta alguna. —Ma... Ma!.. MAMÁ!!  POR FAVOR NO!!—

Grité zarandeando a mi mamá. Toqué su cuello con dedo índice y del medio confirmando, Mi mamá se acababa de morir. No podía hacer mas que llorar y gritar su nombre. Habían llamado a la policía y fue lo mejor que pudieron hacer, estaba asomada en la ventana de un piso 17 por tirarme, la vecina de arriba que era una gran amiga de mi madre me vió y llamó "Una chica está por suicidarse y anteriormente se escuchaban gritos desaforados gritando un nombre". Fue la descripción de Beatriz, la mujer que salvó mi vida de un final tan triste, tirada en una cancha de tenis, después de haber perdido a mi madre. abrí la puerta aún llorando, estaba Beatriz atrás de los policías y los movió para abrazarme, expliqué la situación y prefirieron llamar a la persona que a lo mejor se relacionaba conmigo, que para mi suerte, así era.

—¿Hola? ¿quién habla?— Dijo una voz masculina.

—Es la policía, ¿usted reconoce a Ámbar Scarlato?— Dijo una policía al teléfono mientras otra me atendía y otro llamaba a algún médico forense o una funeraria.

—Espere un minuto.— Dijo la voz ajena.

—Hola, qué pasó que llaman?—

—Hola, buenas noches, ¿usted conoce a Ámbar Scarlato?—

DELINCUENTE || Danilo Sanchez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora