Numero 6: Malas decisiones

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Ethan y Nohelia disfrutaban de una hermosa relación de pareja. Tanto era así que Ethan era aceptado y bien recibido por toda la familia extendida en casa de las tías de Nohelia. De hecho, se llevaba muy bien con todas las personas de esa casa e incluso celebraban juntos las ocasiones especiales, como un miembro más del clan familiar.

En cierta ocasión, Ethan decidió ir casualmente un día a la iglesia que solía frecuentar. Ese día, llegó, recibió el sermón del sacerdote y, sin mediar palabra con casi nadie de la congregación, simplemente se retiró y se fue directamente a su casa.

Ya en casa, recibió un mensaje inesperado en su teléfono móvil. Era de Carolina, una joven de la iglesia con quien antes había tenido cierta historia. El mensaje decía: "Hola". Ethan respondió con un "Hola".

Carolina entonces le cuestionó: "¿Por qué se fue? Yo quería despedirme...". Ethan se mostró un poco distante y cortante al responder: "Ahh es que no tenía muchas ganas de quedarme".

La razón de su actitud fría era que Ethan no tenía un interés genuino en Carolina más allá de la amistad. A pesar de su aparente cercanía en la iglesia, él solo tenía ojos para Nohelia, su gran amor. Aun así, decidió mantener la conversación de manera educada, aunque con cautela, sin saber muy bien las intenciones de Carolina al buscarlo pensando que no era más que una conversación casual.

Hubo una breve pausa antes de que Carolina volviera a escribir. Ethan se preguntaba a dónde querría llegar exactamente con esa conversación. ¿Acaso sólo buscaba ser amable o había otro trasfondo? Los instintos de Ethan se dispararon e inmediatamente continuo con la conversación

"Ah bueno pues, no lo interrumpo más", respondió Carolina con un leve tono de resentimiento.

"Usted no me interrumpe", contestó Ethan, queriendo suavizar un poco las cosas.

"¿Seguro?", insistió Carolina.

"Sí", afirmó Ethan con sequedad.

Hubo una pausa antes de que Carolina escribiera de nuevo: "¿Sabe Ethan? Hay algo que quiero contarle, pero no quiero que vaya a pensar mal de mí."

Ethan frunció el ceño, intrigado. "¿Enserio? Bueno, cuénteme... usted sabe que puede confiar en mí", respondió finalmente.

"Es que... tuve un sueño con usted", soltó Carolina después de dudar unos instantes.

Ethan se quedó helado al leer esas palabras. ¿Un sueño? Decidió mantener la calma y no sacar conclusiones apresuradas.

"Vaya, ya me tiene intrigado. ¿Y de qué trataba ese sueño exactamente?", escribió con cierto recelo.

Una parte de él temía que Carolina hubiera tenido un sueño de connotaciones románticas o peor aún, sexuales. Debía mantener la mente abierta y escuchar primero lo que ella tenía que decir antes de reaccionar.

Tomando aire, Ethan aguardó con aprensión la respuesta de la joven, pero siendo objetivos, el sueño de Carolina ya se sabía de qué trataba

"Y pues no quiero que vaya a pensar mal de mí", escribió ella finalmente.

"No se preocupe, adelante, dígame qué soñó", respondió Ethan comprensivamente.

"Soñé que usted y yo...pues estábamos teniendo relaciones sexuales", soltó Carolina con cierto recelo.

Ethan se sorprendió ante tal revelación, pero intentó reaccionar con naturalidad. "Vaya, entiendo. Pero no tiene que avergonzarse, uno no controla lo que sueña."

"Es que se sintió tan real...", insistió Carolina.

"¿En serio? Bueno, los sueños a veces pueden ser muy vívidos. ¿Y cuándo tuvo ese sueño?", indagó Ethan con cautela.

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