Capítulo 7 | 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗩𝗲𝗿𝘀𝗶𝗼́𝗻

272 40 92
                                    

Capítulo 7

El primer lugar que se le ocurrió a Karel para familiarizarse con el colegio fue la biblioteca. No lo culpaba; fácilmente podría haber sido yo. Cualquier biblioteca siempre sería mi refugio.

—Además, siempre puedo contar contigo para que me expliques los problemas difíciles —dije mientras caminábamos por el pasillo.

Karel hizo una mueca exagerada, como si se tratara de realizar un milagro.

—¿Yo? ¿Explicarte matemáticas? Podría hacer que te confundas más

—Claro, te dedicarías a contar chistes en lugar de resolver ecuaciones.

—No prometo nada. Pero si necesitas ayuda, estaré ahí —respondió con sinceridad.

Pasaba demasiado tiempo con Karel y no podía evitar sentir un cosquilleo en el estómago, quizás esas famosas mariposas.

Al entrar en la biblioteca, notamos el silencio de las personas y el aroma de los libros. Karel se detuvo frente a una estantería, pasando los dedos por los lomos de los libros.

—Mira esto —dijo, sacando un libro que no era de ninguna asignatura —. ¿Te imaginas viviendo estas historias?

—Siempre lo hago. Pero también me gustaría tener un poco de romance en mi vida —respondí, sin pensar demasiado en lo que decía.

Karel se volvió hacia mí, curioso.

—¿Romance? —preguntó, como si quisiera saber más.

—Bueno, sí —dije, sintiendo que mis mejillas se sonrojaban.

—¿Y qué tal si escribimos nuestra propia historia? —intentó bromear.

—¿Cómo? —pregunté, intrigada.

—Es buena idea. Podríamos crear un relato juntos. Tú pones el romance y yo las aventuras.

—¿No te preocupa que mezclar amistad y romance pueda convertirse en un desastre? —pregunté intentando sonar tranquila —. Digo, en caso de que me decida a escribir alguna historia de amigos que se convierten en amantes.

—Las mejores historias nacen de los mayores riesgos.

Mi corazón latía con fuerza. ¿Estábamos hablando solo de historias, o había algo más profundo en su mirada?

Justo en ese momento, una compañera de clase interrumpió nuestra conversación al pasar cerca.

La tensión que se había creado desapareció, aunque no sin que me diera cuenta de que Karel y yo nos encontrábamos en un punto importante de nuestra relación amistosa.

—Vamos a buscar los libros de matemáticas antes de que me vuelva loco —dijo Karel, dando un paso atrás y rompiendo el momento.

Asentí, tratando de ocultar la confusión que sentía. Nos movíamos entre las estanterías y no dejaba de pensar en lo que había pasado.

No estaba preparada para aceptar que nuestra amistad pudiera transformarse en algo más. Aunque en el fondo, deseaba estar con él siendo más que su mejor amiga.

—Aquí está. ¿Aún deseas que yo te lo explique? —Karel se detuvo frente a un estante, sacando un libro de matemáticas.

—Solo si prometes que no me contarás ningún chiste.

—No puedo prometerlo, pero haré lo mejor que pueda.

♡  ⊹    °     . ˚   𖧷 ·  °     .  ♡  ⊹

La tarde había caído cuando llegamos a la casa de Karel luego del colegio. Teníamos un desorden de libros y papeles esparcidos por todo el escritorio.

—¿Te parece si empezamos con las matemáticas? —sugirió, y se dejó caer en la silla.

—Claro, pero tú primero. Dame una breve introducción sobre lo que hemos visto en clases —respondí y Karel se inclinó hacia adelante, su mirada enfocada en mí.

—Está bien. Imagina que los números son como personajes de una historia. Cada uno tiene su propio papel, y a veces, tienen que trabajar juntos para resolver problemas.

Reí, disfrutando de su manera de explicar.

—¿Así que los números son los héroes de tu historia?

—Exactamente —dijo, sonriendo—. Y tú eres la heroína que los guía.

Un pequeño cosquilleo me invadió al escucharlo. Intenté disimularlo, pero no pude evitar sonreírle de vuelta.

—Muy bien, entonces comencemos con los héroes. ¿Cuál es el primer problema?

Karel se puso a buscar en su libro, pero su atención parecía estar más en mí que en las páginas.

—Aquí. ¿Ves este problema de ecuaciones? —señaló con su dedo —. Es como un rompecabezas.

Él comenzó a explicar parte por parte sobre lo dado en el día de hoy. Disfrutaba mucho de su compañía.

Mis sentimientos hacia Karel eran profundos e intensos. Cada vez que estaba cerca de él, mi corazón latía con fuerza. Su presencia me traía alegría. Mi afecto por él trascendía cada día, convirtiéndose en algo más fuerte.

—¿Naomi? —Karel interrumpió mis pensamientos —. ¿Estás prestando atención?

—Sí, claro. Solo estaba… pensando en lo que dijiste antes sobre las historias —respondí, sintiendo que mis mejillas se sonrojaban de nuevo.

—Tal vez deberíamos intentarlo. Esa idea de: un relato sobre amigos que se encuentran en medio de un romance.

Me quedé en silencio, contemplando su expresión. Había algo en su mirada que me hacía pensar que quizás existiese algo más detrás de su idea.

—Me encanta. Pero, ¿qué pasaría si nuestros personajes se dieran cuenta de que lo que sienten es más que solo amistad?

¿Y si realmente sentíamos eso? Por mi parte lo hacía, pero por la de él, no sabía.

—Los cambios son necesarios. Pero hay que tener valor para dar el paso.

Mis pensamientos comenzaron a girar. ¿Qué significaba eso para nosotros? ¿Debería dar el paso?

—Quizás deberíamos centrarnos en terminar matemáticas —dije, intentando romper la tensión, aunque deseaba que Karel dijera algo más.

—Tienes razón. Me he desviado —contestó y otra vez centró su atención en el libro de matemáticas.

Amor entre letras | 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗩𝗲𝗿𝘀𝗶𝗼́𝗻 | 𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗘𝗧𝗔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora