CAPÍTULO SEIS

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Kim entró en la casa, estaba a oscuras, salvó por una pequeña luz en un rincón de la sala.

Eran las tres de la madrugada, por lo general amanecen en el club, pero no está noche, no él y no con todo lo que sucedía a su alrededor.

Aún no tenía noticias de Magui. Tanto Declan como Jesse no sabían nada de ella. Después de la emboscada a él en la que casi no sale con vida, ella extrañamente había desaparecido. Kim solo esperaba que se encontrará bien.

Entró en la cocina para beber un poco de agua y se sorprendió cuando allí sentado solo en la oscuridad se encontraba Chay.

Sus manos se aferraban a su teléfono celular con fuerza, tanto que sus nudillos estaban blancos.

-¿Qué haces aquí sentado solo? - Kim abrió la heladera y tomó una botella con agua.

- Solo pensando algunas cosas
- respondió.

- Bien. Es bueno pensar - aseguró Kim
- ¿Quieres hablar de ello?

-¿Contigo? - la incredulidad marcaba su rostro.

- Si ¿por qué no? - Kim se encogió de hombros - antes lo hacías.

- Si - asintió bajando la mirada. No podía verlo a los ojos y con la luz encendida menos
- aunque nunca fui sincero ¿Verdad?

- ¿Lo dices por el modo en el que te lárgate de la isla y me dejaste sin avisar absolutamente nada? ¿ Y que eso era algo que planteaste durante el mes que me diste como una cruel y retorcida despedida?

Chay trago saliva. Sintió una punzada en la boca del estómago.

- Yo nunca quise hacerte daño - Chay se puso de pie y esta vez miro directo a los ojos de Kim - esa no era mi intención, yo...

- ¿Qué creías que sucedería, Chay?
- Kim se acercó peligrosamente. Su voz baja y temeraria, sus ojos como rendijas
- ¿que descubriría que no estabas y me daría lo mismo? ¿qué no sentiría nada?

- No, claro que no - Chay negó furiosamente - solo. Yo no pensé mucho en eso, solo necesitaba salir de aquí.

- ¿Qué crees que soy? - el asombro superaba Kim - ¿tenías idea de mis sentimientos por tí? Cuando te dije que te amaba, lo dije en serio ¿acaso me creíste?
Y ahora me dices que "¿No lo pensaste demasiado?" Soy un mal chiste para tí ¿O qué?

Chay se giró para irse, pero Kim lo sujetó del brazo. Una de las muletas cayó al suelo con un sonoro ruido.

- Sigues haciendo eso - dijo Kim
- cuando algo te incómoda, o te hace sentir fuera de tu eje, huyes como un cobarde ¿No? Sin importar a quien lastimes en tú huida.

- Kim. No intento huir ahora. Solo que está conversación no llegará a ningún lado. Voy a la habitación. Es tarde, deberías descansar también.

-¿Me quisiste? ¿Un poco al menos?
- Kim presionó. No perdía nada con intentarlo.

- Lo hice. Antes. Ya no siento nada por tí, Kim.

Mentira.

Kim sintió un dolor agudo en su pecho, pero lo ignoró y solo asintió hacía Chay, soltó su brazo quién se giró y se alejó.

Chay suspiró y pasó sus manos por su pelo, sabía muy bien que eso no era verdad. Subió las escaleras y se dirigió a la cama.

Tal vez mañana dolería menos.

 Tal vez mañana dolería menos

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Dogs From Hell: Kimchay Donde viven las historias. Descúbrelo ahora